Recitales: The Strokes y Machine Gun Kelly en el Lollapalooza 2022.

Por Rocío Correa (TEA) 


Pasó el Lollapalooza y dejó mucha tela para cortar con presentaciones que quedarán en la memoria de quienes tuvieron la posibilidad de presenciarlos. Desde el carisma de Miley Cyrus hasta la calidad inoxidable de Litto Nebbia, una leyenda del rock argentino, pasando por la incendiaria performance de los Foo Fighters que terminó siendo el último concierto su baterista Taylor Hawkins, fallecido este 25 de marzo en circunstancias a determinar.
Más allá de esto, surgió la necesidad de escribir sobre la presencia de dos artistas en especial: los consagrados The Strokes con un show tan fluctuante –con todo lo que implica esta palabra- como poderoso y el debut en estas pampas de Machine Gun Kelly.
 
Machine Gun Kelly: Brillo para una primera vez más que auspiciosa
 
El sábado 19 de marzo, segundo día del festival, era la fecha indicada para que Colson Baker (aka Machine Gun Kelly) realice su presentación en estas tierras, ante 80 mil personas en el escenario Flow del Hipódromo de San Isidro.
 
A las 20 hs se apagaron las luces del escenario. El público comenzó a gritar enfervorizado hasta que minutos después, apareció Baker para dar comienzo a su noche. Vestido con un suéter tejido a crochet gris transparente y jeans negros con piedras brillantes, hizo sonar en su guitarra rosa pastel colgada del cuello, los primeros acordes de “Title track”, de su disco “Tickets to my downfall”
Suenan los hits “Kiss kiss” y “Concert for aliens” con la concurrencia cantando a todo pulmón, algo que impactó a Baker que dijo “Nunca en mi vida vi tanta gente junta, así que mejor hagamos esto bien”.
Micrófono en mano, se paseó de un extremo al otro del escenario mientras interpretaba “Drunk face”. La sorpresa llegó con la interpretación de “Misery Business” de Paramore, con luces y efectos de fuego que hicieron vibrar a la multitud al compás de su riff característico.

Diversos ritmos y géneros conviven en el repertorio. Con “I thinks its okey”, “Fuck you, Goodbye” (cover The Kid Laroi) y “Ay!”, se logró un clima de mayor intimidad, algo que cambió con “El Diablo”, dio lugar a sus dotes de rapero, con el acompañamiento de palmas de los fans. “Candy” permitió cambiar la atmósfera hacia un lado más pop y con “All I know” y “Papercuts”, se giró hacia el post-punk.
Poseído por la adrenalina del instante, Baker no paraba de moverse, al ritmo de “Forget me too”, “Maybe” y “Emo girl”, singles de sus últimos trabajos. Unos globos rosas comenzaron a volar por el aire con “My ex` best friend” para después mantener la calidad bien arriba con “Jawbreaker”.
 
A las 21:10 hs, “Bloody Valentine” cierra una actuación por demás disfrutable, con Baker revoleando su guitarra, para bajar del escenario y caminar al ritmo de la música. No contento con esto, subió a un andamio para gritar bien fuerte “¡Gracias por todo! ¡Vamos Argentina carajo!”.

El desempeño de Baker sobre el escenario dejó boquiabiertos a muchos al mostrar que es más que una «cara bonita» y «el novio de Megan Fox». Es un guitarrista versátil, de fuerte presencia escénica que brindó un show por demás entretenido frente a la mayor audiencia que ha tenido en sus más de diez años de carrera.     
 
The Strokes: Tómalo o déjalo.
 
Con un Hipódromo de San Isidro donde no cabía un alfiler, The Strokes inició la gira de presentación de “The new abnormal”, su último álbum.
A las 22.20 hs, el escenario quedó a oscuras al tiempo que comenzaba a proyectarse la imagen del logo de la banda, integrada por Julian Casablancas en voz, Albert Hammond Jr y Nick Valensi en guitarras, Nikolai Freiture en bajo y Fabrizio Moretti en batería.
La playlist va y viene a través del tiempo. Suena Bad decisions, de su más reciente producción para luego dar paso a “You only live once”,“Under control” y “Juicebox”, temas en los que el pogo se hizo presente. 
Con “The adults are talking” y Electricityscape”, de su último y tercer disco, se cambió el clima hacia un lado más personal, con la gente moviendo sus brazos al compás de las canciones. 
Justamente, al finalizar «Electricityscape», Casablancas hizo una pausa para tomar una bebida y hablar con el público. “Oh, Dios! nunca sé qué decir…hola…esto es lo que hemos preparado”,dándoles un pie a sus compañeros para que comenzaran a tocar “Take it or leave it”, uno de los clásicos de su primera época.

Considerados por la prensa estadounidense como “los salvadores del rock” tras la publicación de “Is this it”, su debut en el año 2001, The Strokes lograron que se incremente el número de fanáticos argentinos con cada visita suya al país. 

En Razorblade, sorprendieron al terminar el primer estribillo con un arreglo musical propio de una cumbia. 
A mitad del concierto, se escuchan sendas versiones “Trying your luck” y “Brooklyn bridge to chorus”, que potencian el clima relajado que habían creado. Esto cambió con “Hard to explain” y la vuelta del frenesí. 
Luego de algunos inconvenientes que tuvieron al comenzar Someday, salió el apoyo a la banda con el famoso “¡Ole, ole, ole, oléee, The Strokes, The Strokes!”.

Otra de las sorpresas de la noche, fue “Eternal summer”, canción favorita de muchos fans que se mantuvieron absortos, acompañando la música con la cabeza y los 
falsetes de Casablancas conquistándolos.
Al terminar “You’re so right”, Casablancas volvió a dialogar con los presentes. “Ustedes tienen mejor voz que cualquier audiencia”, para agregar que le agradaba que en el país hubiera «tantas chicas divertidas«. Se hizo un silencio y mencionó: “Creo que hay algo mal en lo que dije, siendo 2022. Oh, acabo de ser cancelado, pero fue divertido. ¡Yo amo a todos los géneros en Argentina!”, logrando una risa y un aplauso instantáneo a sus dichos. Con “Reptilia”, se formó una ronda de pogo con botellas de agua vacías volando por los aires. El riff de Valensi, enfervorizó a una multitud que la entonaba como si fuera un himno. 
En la parte final, “Killing lies” matizó los decibeles energéticos para dar paso a “New York City Cops”, con el descontrol haciéndose presente nuevamente entre saltos y coros.
  
Todo terminó a las 23:50 hs, de forma inesperada con Ode to the Mets”, tema que cierra su último LP. Los espectadores permanecieron quietos, y las luces de los celulares se movían de un lado al otro. Algunos cantaban como si fuera la última vez y otros lloraban por el momento dulce y melancólico que estaban viviendo. 

Tras cinco años de su última visita y en el marco del mismo Lollapalooza que los había cobijado, The Strokes dio el recital más grande de toda su carrera con más de 100 mil fans y partió sin decir adiós. Más allá de algunos errores y tensiones entre sus integrantes, brindaron un concierto en el que tocaron sus clásicos y temas que no hacían desde hace muchos años. A pesar de la calidad del espectáculo, el público se quedó con ganas de más. La espera por un pronto retorno ha comenzado. Otro regreso tan ansiado como éste y con la expectativa de siempre. Esperemos que la próxima sea sin barbijos de por medio.

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