Casi que no está (Teatro)

Emociones mezcladas
Dramaturgia y dirección: Melisa Freund. Con Daniela Rico Artigas y Mariano Villamarin. Vestuario y Escenografía: Cecilia Zuvialde. Iluminación: Patricio Tejedor. Música: Leo Clerici. Fotografía: Chele Bennati. Producción ejecutiva: Melisa Freund y Gimena Guardia.
Elefante Teatro. Guardia Vieja 4257. Viernes, 21 hs.

Las parejas son un mundo en si mismo aunque, paradójicamente, puede haber similitudes varias.

Una vieja canción de Memphis la Blusera hacía referencia a que “se aman, se pelean, se vuelven a amar”. Es esta segunda vuelta de tuerca (con visos críticos a la génesis de la relación) es la que toma Melisa Freund para crear todo un mundo a partir de un ámbito despojado y lumínicamente etéreo asi como familiar, en el que se desarrollarán los acontecimientos. El y ella, no tienen nombres por lo que puede ser cualquiera o todos pero nunca ninguno. Él no puede, no sabe, como abordar una relación que lo exige más de lo que desea (puede o quiere) mientras que ella exige, pide pero nunca termina de soltar amarras de su propia crianza que la llena de exigencias que no le son propias. En ese tira y afloje, donde el amor transcurre como un bien de cambio en el que los sentimientos parecen ser un rasgo de debilidad en detrimento de la contienda dominada por el orgullo y la dominación, la puesta gana en un texto actual, mordaz y fuerte crítica al concepto de “pareja”, bajo ciertos parámetros que se consideran como “intocables”.

La dramaturgia plantea interrogantes por demás incómodos. Amor, para qué? Vale la pena el riesgo a ser felíz o directamente a la comodidad de “permanecer”. Woody Allen le decía a Diane Keaton, en Annie Hall, “las relaciones son como los tiburones, tienen que estar en permanente movimiento…y nosotros tenemos un tiburón muerto”. Es ese mismo escualo el que tienen él y ella en sus manos, que quieren revivir pero no tienen éxito en el intento.

Es destacable la creación de los distintos espacios donde transcurre la acción dando lugar a escenarios como la casa de ambos, un colectivo, una terraza o un coche. Las actuaciones son de muy buen calibre. Mariano Villamarin crea a ese muchacho que tiene todas las condiciones para ser un “hombre” pero le falta empuje y riesgo para acortar la distancia entre lo que cree ser y lo que es realmente. Daniela Rico Artigas es la chica de armas tomar pero que cierta conciencia de Susanita, le juega en contra de sus propios deseos. Como apostilla diremos que la creación de un personaje masculino tan débil y timorato –que se repite en este tipo de puestas de “relaciones de pareja”- dan cuenta que los hombres no estaremos haciendo bien los deberes como para que nos dediquen semejantes garrotes.
“Casi que no está” es despojada, verídica, creíble y actual. Molesta en todos los sentidos porque plantea, “in your face”, lo que no querés ver/hacerte cargo. Por esto mismo, es recomendable 100%

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