«El Ardor» (Teatro)

La máquina americana

Autoría y actuación: Marcelo D`Andrea. Vestuario: María Claudia Curetti. Diseño de escenografía y de luces y dirección general: Ricardo Holcer. Realización escenográfica: Marcelo D`Andrea. Asistencia de dirección: Sergio Bonacci Lapalma.

Teatro Calibán. México 1428, PB «5». Sábado, 20.30 hs.

Silencio. Un hombre con un mameluco naranja ajusta tuercas. Un mecánico que trabaja y reflexiona desde su lugar de trabajo, sobre el contexto que lo rodea. A partir de su análisis -ponele- elabora las relaciones más disparatadas y exactas, referidas a la constitución de cierto “ser nacional” y “ser latinoamericano” esparciéndose a la historia de nuestro país y del continente.

En primer lugar, él (que no tiene nombre porque puede ser cualquiera), inicia su diatriba con las consecuencias de la ingesta de un locro. Allí, el cuerpo humano se extiende como ciudad y país y sus órganos como entes de los mismos. Su verborragia brinda una excelente visión de la historia argentina con algunas alusiones que desbordan elocuencia y creatividad. Se va desde un vómito hasta una “lancha paraguaya (…) que evito un derramamiento de sangre” sin escalas pero con coherencia y sensatez pasando por el “sionismo quechua” -como causante de todos los males- y las mujeres maltratadas tanto por su condición como por brutas, en tanto carentes de cultura.

Como no podía ser de otra manera, aparece la dicotomía “ellos» y «nosotros”. El ingenio con el que se desarrolla este punto así como todas las alusiones político-sociales, es genial. Más aún, si se le suma el despliegue físico y actoral que realiza Marcelo D’Andrea en el medio de una escenografía precisa que cuadra con un texto tan certero como visceral. El relato no apela a la risa sino a ese tipo de mueca triste de saber de lo que se está hablando en todo momento y ser cómplice de lo ocurrido, consciente o inconscientemente.

Ponzoñoso e inquisidor, “El ardor” hace honor a su nombre. Provoca desde todos los lugares posibles apelando a la comprensión de un texto y una actuación sublimes.

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