Ahora, la acción se desarrolla en una “casa de citas” en las que Cabrera irá desarrollando cada una de las chicas que trabaja allí con sus historias y características propias. Desde la dependienta que recibe a los espectadores, la ex amante de Leandro N. Alem hasta una bataclana retirada, devenida en operadora telefónica de una hot line.
Todo este combo de bizarra coherencia, incluye varios cambios de vestuario, una pantalla que acompaña con fotos alusivas y una erótica versión de “La reina batata” de María Elena Walsh. El texto ideado por Cabrera oscilará entre la ironía, la sátira y el delirio propio de la historia en sí y el ritmo que le brinda ella, con su composición.
“El club de las bataclanas” mantiene el nivel de espectáculos anteriores en los que la risa está garantizada.