La Celia (Teatro)


La vida y el canto 

Con Ivanna Rossi, Jimena Gonzalez, Virginia Kaufman, Virginia Módica y Pilar Rodriguez Rey.  Coreografía: Sybila. Dirección: Emilio Sagi. Escenografía: Daniel Bianco. Dirección Musical, música original y arreglos: Jordi López. Vestuario: Renata Schussheim. Músicos: Santiago Rosso (piano), Juan Pablo Togneri (Contrabajo) y Natacha Tello (violin) Libro: Santiago Castelo. Idea: Lino Patalano. Dirección: Emilio Sagui.

Teatro Maipo. Esmeralda 443. De martes a sábados, 20.30 hs y domingos, 19.30 hs.

Celia fue una chica de esas a las que la buena fortuna le guiñó el ojo en el momento preciso, en el lugar adecuado. En 1925, con veintiún años acompañó a su padre en un viaje a España. Quiso el destino que, viajando en un tren con destino a Madrid, mientras cantaba tangos  para divertir a los pasajeros, estas canciones llegaron a los oídos de quien estaba planificando una gran fiesta benéfica. Gustó tanto la voz como la personalidad de Celia que la contrataron al instante. A esa fiesta concurrió el rey Alfonso XIII, que quedó maravillado por el talento de esta joven y le facilitó el camino a la fama y el reconocimiento.

Para contar la historia de Celia Gámez, se necesitaba a una actriz completa en todo sentido. Actuación, canto, gracia, personalidad. Esa busqueda queda resuelta con Ivanna Rossi. Dueña de una voz tan particular como prodigiosa y un talento a toda prueba, Rossi se mete en la piel de un personaje fascinante. Una precisa dirección le permite desarrollar su arte y no excederse en la actuación. La personalidad de Rossi tiene la virtud de lograr que todo gire alrededor de ella pero eleva aún más la vara al permitir tanto su lucimiento personal como el del resto del elenco. Asi como Celia Gámez lograba interpretar distintos ritmos, ella hace el recorrido de la vida con dinamismo y una puesta ágil donde la música y su actuación son los puntos fuertes de la misma.
La puesta cuenta con un dinamismo y una sincronía precisa en tanto los momentos que atraviesa el desarrollo de la misma.
También se aprecia la forma en que se aprovechó el espacio. Al no ser muy grande y tampoco contar con una escenografía a priori, se toman muy buenas decisiones al respecto con muy pocos elementos. La iluminación es muy buena asi como el vestuario que es parte fundamental de la puesta. Cambio del mismo en escena sin perder un segundo del ritmo aceitado de la puesta denotan la excelencia en la concepción del mismo para convertirlo casi en un personaje más.
El texto es sencillo y lineal, basado en el ordenamiento cronológico de su vida, con algunos detalles de su vida personal. Es muy sutil su tratamiento en el que busca redimir algunas cuestiones suyas para con los hombres. “¿Será que fracasé en mis relaciones con los hombres por mi relación con el público?” se preguntará en un interrogante fuerte, al igual que a los motivos que originaron su visita a Argentina y  su relación con los gobiernos que atravesaron su vida y su música.

Los arreglos musicales son excelentes, con tres músicos de gran calidad que tocan todo con precisión, gracia y seriedad. Inclusive, hay una pieza destinada a cada uno de los instrumentos en formato de dueto con Rossi. El sonido también tiene un rol muy importante. Al trabajar todas con micrófono, no hubo un solo acople sino también la ecualización de cada una de ellas permitió obtener un sonido preciso y claro.
El repertorio es tan rico y cuenta con tan buenos arreglos que será disfrutable tanto para la gente que ama la música española como a aquellos que la han mirado con cierta desconfianza, por diversos motivos.

“La Celia” es un espectáculo único y de excepción. De esos que es digno de ver más de una vez, para volver a disfrutar de la música y la figura de Celia Gámez, en la piel de la sublime Ivanna Rossi.

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