Instrucciones para ser un buen…macho
El hombre (género macho) crece en diferentes direcciones. Marcelo Mininno plantea el desarrollo del hombre como vaca viviendo en su ciudad formando parte de un lote. Las alegorías con los valores con los que se crece (y programa) al varón muestran la debilidad de una fortaleza que no es tal. Miedos, el “deber ser”, los deseos se entremezclan para que los protagonistas prosperen en su camino de vida.
La dramaturgia está desarrollada de tal forma que la sorpresa es constante a partir de una ironía contundente en hechos y palabras. La identificación es inmediata debido a que, como individuos, nos vemos afectados (para bien y para mal) por la conducta de los «machos», en tanto hombres o mujeres. Porque en variadas ocasiones, la «educación», con todo lo que esta palabra implica, es la que guía el comportamiento de una sociedad. Y en la puesta, hay un breve catálogo de lo que sería la «buena educación» de un hombre (o macho) poniendo de manifiesto que lo bueno nunca tiene relación con lo correcto.
Con un elenco que dota a cada “toro” en personajes reconocibles, dentro de la sociedad, «Lote 77» es una obra obligada para ver y reflexionar sobre el papel de cada uno como individuo dentro de un rodeo en el que uno, muchas veces, es ajeno.