Teatro: Lo mejor 2017


Termina el 2017 y llega el momento de realizar el consabido balance de fín de año. Cuando fue el reconocimiento de las obras del año pasado, dijimos que, si bien tuvo obras de calidad, no fue del nivel de años anteriores. En el 2017, lo dicho se acentuó aún más.

 

«I.D.I.O.T.A», con la dupla Machin-Gabin, en una de las mejores puestas del 2017

Hubo una gran cantidad de estrenos en el teatro independiente asi como en la calle Corrientes y en el teatro oficial.

En el marco de la cantidad de obras que vimos, diremos que hubo una buena cantidad de puestas que se consideran “buenas”. O sea, están bien hechas, cuentan con actuaciones acordes, buen texto y dirección pero no van más allá de eso. Sobre este tema nos referimos, promediando el año al denominar a este fenómeno “Teatro PPC”. Nunca nos interesó pertenecer al “Club de la buena onda” en la que todo –absolutamente todo- tiene un motivo para ser destacado con un criterio tan laxo que es capaz de meter en la misma categoría (y “recomendar” con similar entusiasmo) a Pimpinela y Luis Alberto Spinetta. 

A continuación, haremos mención de las obras que consideramos como lo mejor del año en tanto estrenos del 2017. Al respecto, no incluyen los unipersonales que integraran la nómina de mejores actuaciones masculinas y femeninas respectivamente.

El año se había iniciado con la V edición del Festival Temporada Alta en Timbre 4, que suele contar con alguna puesta de calidad para destacar. Tal fue el caso de Oscar Muñoz que realizó una personalísima versión de “La noche justo antes de los bosques” de Bernard-Marie Koltès en las calles de Boedo o la tierna e intensa “Los Regalos”, del Teatro Físico de Perú.

«Tierra Partida». La historia argentina vista por clowns, en una puesta de lujo
En febrero, se estrenó una de las mejores y más premiadas puestas del año, tal como fue “I.D.I.O.T.A”, con la dupla Luis Machín-María José Gabin llevando adelante un texto de Jordi Casanovas y dirección de Daniel Veronese. Un taxista (Machín) que se encuentra en problemas económicos, se presenta para una entrevista para ganar dinero a cambio de un test que deberá pasar. El experimento tiene a la Dra Edeltraud (Gabin) como garante que todo ocurra dentro de las paredes del consultorio. La puesta plantea interrogantes de los más diversos pero apelando a una confrontación directa de ideas para tomar la fuerza de estas y utilizarlas en contra del tan mentado «sentido común».

Abril trajo como sorpresa una gran obra como “Tierra partida.  Lo demás no importa nada”, de Mario Arano. Un grupo de clowns aborda la historia argentina con ese mix tan propio que incluye corrosividad y ternura. Pero Arano no se conformó solo con ésta. También estrenó “Donde duermen los grillos” en la que se mete nada más y nada menos con el sistema carcelario.

«Millones de segundos» conmovió desde el Teatro El Extranjero
Reiteramos que, en este resumen, solo incluimos los estrenos del 2017. Hacemos la mención porque hubo una gran cantidad de reestrenos. Esto puede evaluarse de dos maneras. La positiva, que hubo obras que tuvieron un muy buen desempeño y se les ratificó la confianza para el año siguiente (o aún más si iba más allá de la segunda temporada) o se realizaba una apuesta fuerte en una obra merecedora de los “pulgares arriba”. El lado negativo sería que no hubo estrenos interesantes que estuviesen a la altura de las circunstancias. El lector adoptará la explicación a la perspectiva que le resulte más acorde.

Por otra parte, esto pone el punto en la cantidad de obras que se estrenaron. Suele sobrevolar el interrogante sobre la cantidad de obras que hay en la ciudad. La pregunta malvada es ¿todas las obras estrenadas estaban lo suficientemente maduras para llegar a esa instancia? Esto va más allá de la cuestión del “gusto”. No tengo la respuesta sino que abro el debate al respecto.

A mitad de año se estrenó una de las obras más poderosas del año. “Millones de segundos” de Diego Casado Rubio que escribió un texto visceral, de gran potencia dramática con el relato de la historia de Alan que se reconoce como tal al tiempo que declara a viva voz su decisión. Es la punta de un iceberg que desnuda los aspectos más nocivos de una sociedad enferma de odio y desprecio para todo aquél que no encaje en sus normas. Los planteos van más allá de la tolerancia y el respeto para meterse directamente en la cuestión identitaria.

La elogiada «Arde brillante en los bosques» y la multiplicidad de lenguajes
A todo esto, hacemos mención que el Teatro San Martín y todo el Complejo Teatral de Buenos Aires, tuvo una amplia cartelera a lo largo del año. Desde “Umbrío”, “Parias” y “La Farsa de los ausentes” a “Arde brillante en los bosques de la noche”, “Bajo el bosque de leche” y “El inspector”, pasando por “Camuflaje” o “El avaro”, se encaró una programación que, al menos, no pasó desapercibida. Con la convocatoria de actores y actrices de renombre y amplia visibilidad y directores de prestigio, hubo una búsqueda en esa dirección. Con la presentación de la programación del año 2018, quedó en claro que seguía en ese rumbo variopinto en relación a las propuestas a estrenarse. El tiempo dirá si esta idea llega a buen puerto. Al menos, hay una línea a seguir. Tampoco nos olvidamos que sigue cerrado el Teatro Presidente Alvear y, por lo visto, va a seguir en ese estado por un buen tiempo. ¡Lamentable! (http://bit.ly/2AIbVxn)

Otro tanto puede decirse del Teatro Cervantes que tuvo títulos que iban desde “El homosexual/Eva Perón. La dificultad de expresarse” de Copi hasta “La madre del desierto”, pasando por “La Terquedad”. 

Tampoco nos olvidamos al FIBA y una edición por demás particular, de la que hemos hablado con extensión (http://bit.ly/2gEFHH5) pero no queríamos dejar de mencionarlo en este resumen. 

«Diarios del odio» dividió aguas a partir de la critica y reflexión
Ya en el segundo semestre, Manuel Santos Iñurrieta estrena la entretenida y corrosiva “Buenos Aires épica”. Con una estructura dramática que tiene resabios de lo que había pergeñado, en su momento, para ese combo maravilloso llamado El Bachín Teatro, encaró este nuevo desafío en el que se sumerge en el mundo femenino sin ningún tipo de inconvenientes. Cuatro mujeres realizan su gira no tan mágica ni misteriosa en la que abordan no solo la historia argentina sino que hacen extensivo su relato a las cuestiones de género. Con una mezcla de humor absurdo y mordaz, tienen un objetivo bien determinado: se quieren matar. Literalmente, ¿o no?

“Abandonemos toda esperanza” fue otra buena opción en la que Alfredo Martín vuelve a tomar un texto de Florencio Sanchez, al cual dota de su personal impronta, logrando algo por demás destacable: lo mantiene en una época cercana al original con su propia esencia sin que sea vetusto al ojo del espectador de nuestros días.

En el marco de tanta obra pasteurizada, con una buena visibilidad y reconocimiento de un mayoritario “club de la buena onda” que dice aglutinar a periodistas y críticos bajo el nombre de “prensa” (http://bit.ly/2jSWHOj), hubo una especie de reacción ante tanta “dulzura” con la aparición de obras con temáticas más contestatarias frente al contexto. Tal fue el caso de “Diarios del odio”, “Piel de cordero” e “Indócil”.

En el primer caso, Silvio Lang propone un “in your face” constante y duro a través del poemario de Roberto Jacoby y Syd Krochmalny –retomado por Lang para la concepción de la puesta-, que visibiliza el pensamiento de los lectores de los denominados “medios independientes” como Clarin y La Nación, durante el kirchnerismo. Fue un espectáculo sin moraleja o similar. Simplemente relata. Cuenta aquello que toma como objeto de estudio al tiempo que realiza la construcción de un “otro” que también es odiado, poniendo la lupa en aquél que odia.

«Piel de cordero». Teatro en estado puro contra el femicidio
Con “Piel de cordero” estuvimos atravesados por toda una experiencia. Es un dolor en carne viva que pide memoria y justicia. Se produce un femicidio cada diecisiete horas ocupando, al día de hoy, los titulares de los medios de comunicación. La puesta logra que el espectador capte cada una de las palabras en el marco de un escenario que cuenta solamente con tres actrices y tres cajones peruanos. Por la crudeza del relato, es conmovedora la escucha de los mismos. Se internaliza pero de una manera tal que la indiferencia sería una falta de respeto tan grande como la pasteurización de lo dicho.

Finalmente, con “Indocil”, tenemos una obra que se define como “un manifiesto”. Como tal, la posición tomada es obvia. Allí es donde entrarán a jugar otros factores como la forma de encarar el mismo en su formato teatral (si se vuelve extremadamente pedagógico/lineal) y la relación que entabla con el público. Busca generar debates y diálogos. Es teatro en formato de urgencia. Podrá ser lineal, obvia y previsible pero es lo que se requiere al día de hoy, para salir –como decía Virus- de ese “agujero interior”. En este caso, a través de una obra, “poner el cuerpo y el bocho en acción”.
Aprovechamos también para destacar obras como “Proyecto migrantes” de Andrea Castelli, la plástica “Presidio”, la excelente y apta para todo público «Ye-lou» o la inquietante “Los pacientes”. 

En la próxima entrega, haremos mención a las actrices que brillaron en este 2017.

0 comentarios en “Teatro: Lo mejor 2017”

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Translate »
Scroll al inicio