Una noche en el 2° Festival Internacional de Cabaret Argentina 2017

Con la vorágine de diversos hechos que atravesaron a nuestra ciudad en la última semana, nos retrasamos en la publicación de algunos hechos acontecidos en Buenos Aires por demás destacables. Tal fue el caso del 2° Festival Internacional de Cabaret en la Argentina.

Como había sido en el 2016, en su primera edición, fue un placer concurrir al Teatro Picadero para presenciar algunas obras del festival. En esta ocasión, fueron tres días de plena actividad.


Todo comenzó el jueves 7 de diciembre con una gran apertura abierta al público, en la puerta del Picadero. Este año, la programación tuvo a dos funciones por noche, a las 20 y 22.30 hs.

Al igual que en la primera edición, se presentaron espectáculos de calidad. Tal como en el primer año, las mexicanas Reinas Chulas fueron de la partida con dos propuestas, “SuFrida y Su Diego” y  “Paloma QuéHerida”. De Argentina, se presentaron “Mamapunk Antiópera”, de Karina K, “Concha del Río- Variedades Argentinas”, de Noralih Gago, “Vivo”, de Marcelo Savignone, “Myrian Cardozo y las golondrinas del monte”, de Las Ramponi y “El Cabaret de la difunta Correa” de Camila Sosa Villaba. En el bar del teatro se vieron “Residuas”, de Pablo Palavecino y “Fifi, tango en concierto Cabaretero” de Fifi Tango.


En nuestro caso, tuvimos el placer de ver a las Reinas Chulas con sus dos propuestas y a la inquietante Camila Sosa Villalba en “El Cabaret de la difunta Correa”.

Con “SuFrida y su Diego”, se encara una probable vuelta de la muerte de Frida Kahlo y su forma de enfrentarse con una actualidad que difiere bastante de lo que pensaba, en su momento, del futuro. Sus ideas respecto del rol de la mujer, la política, la distribución de la riqueza y la revolución, deben contrastarse con la realidad que impone el año 2017. En este contexto, se topa con Diego Rivera, que volvió al mundo de los vivos con algunos días de antelación. Esto le permitió ver como estaban las cosas, algo que difería bastante de la expectativa de su amada.

Desde ese momento, empieza un intercambio rico en humor e ironía que permite un guiño constante con el público. El juego constante entre lo deseado y lo obtenido deja un sabor amargo del cual somos todos un poco culpable. Será este texto el que llevado adelante por Nora Huertas y Marisol Gasé, miembros de ese inteligente y divertido combo llamado Las Reinas Chulas, conmueve e invita a la reflexión pero sin perder la sonrisa. Huertas da vida a una Frida Kahlo divertida y picante, con un excelente dominio del escenario. En cambio, Gasé es un Diego Rivera entrañable pero sin perder un ápice de su particular personalidad.


Algo similar ocurre con “Paloma QueHerida” en la que Huerta se hace cargo del escenario por completo. En este caso, será el ave que da título a la obra que sufre por amor y cuenta sus desventuras al auditorio. 
“Cuanto placer puede darme el dolor” cantaba Gustavo Cerati, frase que encaja de primera con la idea de la puesta, con todo el aditamento humorístico que es marca de fábrica de Huertas. Amor y dolor con música de fondo al tiempo que le lee la buena fortuna a algunos de los espectadores respecto al devenir de su corazón. Las historias que relata la Paloma son desopilantes pero siempre con alguna vuelta de tuerca para hacer. Más aún con el aporte musical de Juan Pablo Villa y las rancheras brindando el dramatismo y la pasión que requiere el momento.


Para el final, tuvimos el placer enorme de ver a Camila Sosa Villalba y su «Cabaret de la Difunta Correa». Habíamos tenido la posibilidad de verla en Córdoba, con su excelente Frida Kahlo, en “Despierta corazón dormido, Frida” (http://bit.ly/2BcpcLh). Ahora, de visita en Buenos Aires, no nos íbamos a perder la chance de apreciar su nueva creación. Esta vez, con un personaje que está siendo retomado bastante en los últimos tiempos (tal como el caso de Alejandra Flechner y su «Madre del Desierto» en el Teatro Cervantes) como la Difunta Correa.

Camila hace todo y lo hace bien. Baila, canta y despliega una presencia escénica magnética. Ella es la obra y con cada uno de los personajes que son parte de la puesta, va desarrollando diversas situaciones e historias. Es el mito de Difunta Correa revisitados en plena sintonía con la coyuntura actual. Dueña de una identidad única y propia, es una mujer valiente y luchadora que trabaja y sigue adelante, con la alegría que le permite su propio estado, para esperar a que se haga realidad la próxima tragedia a la cual deba enfrentarse. La relación con su marido y su padre, el trabajo que realizaba y los inconvenientes que le trajo con el intendente de su ciudad. Civilización y barbarie, el avasallamiento de los derechos de quien detenta el poder y la cosificación de la mujer..

La puesta es atrapante y siempre tiene alguna capa más para pelar y disfrutar con respecto a lo visto.


Si bien con algunos minutos menos, lograrían una mayor contundencia, las tres obras permitieron ver el talento de grandes artistas como dos de las integrantes de Las Reinas Chulas y Camila Sosa Villalba. Para muchos, les resultará un descubrimiento el haberse topado con semejantes artistas, para otros será la confirmación de lo que se vio el año pasado con la primera edición del Festival Cabaret. 
Este año, tal como lo dijo su directora Noralih Gago, hubo algunos contratiempos de índole económica. No obstante, se pudo llevar adelante un festival con propuestas que salen de lo visto usualmente en Buenos Aires y con un contenido diferente, asi como revisitar el concepto de “cabaret”. Recordemos que el género de teatro denominado de esta manera es multidisciplinario por donde se lo mire. Es una exquisita combinación de música, humor, sátira y crítica político-social.

Por otra parte, se realiza una resignificación con respecto al término. El Cabaret siempre estuvo asociado a «lo masculino» y al placer relacionado con lo prohibido y lo sexual pero tal como lo fue en la primera edición, el pasado 2016, hay un giro hacia lo femenino, la transgresión y a la crítica social respecto a la coyuntura en la que se vive. 


Tuvimos el placer de ver tres obras de calidad en esta nueva edición del Festival Internacional Cabaret. Tal como manifestó Noralih Gago, “está dirigido a toda persona que considera a la risa como una manera de descargar de forma positiva la angustia y la agresividad que surge de contrastar lo existente con lo deseable, de enfrentar lo que somos a lo que nos gustaría ser”. Sabias palabras para un festival realizado con talento y organización, con esa idea tan linda como revolucionaria de “hagamos del mundo un cabaret!”.

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