Si alguno de los espectadores llegó a ver la adaptación que protagonizó Mike Amigorena en el Paseo La Plaza en el 2010, debemos decir que ésta nueva visión es completamente diferente.
El texto se basa en la historia de un hombre que, en la oscuridad de la noche, aborda a un desconocido para dialogar. En el caso en que nos compete, la acción no se desarrolla entre las cuatro paredes que implica un teatro sino en el lugar donde dice el texto que transcurre la acción, la calle….y los abordados son varios.
Con una pasión y visceralidad no exenta de sensibilidad, Muñoz le pone el cuerpo y la voz a la fuerza poética de un texto que alude a la soledad, la discriminación y a la falta de comprensión entre los seres humanos que, al día de hoy, se han resignificado de fuerte manera. No hace falta más que leer los diarios al respecto, sobre todo en lo referido a la inmigración y el miedo/odio a todo aquél que no es como uno.
Paralelamente, logra el carácter intimista que tiene la obra al tiempo que hace algo que –lamentablemente- no está muy visto por estos pagos: pone al público en movimiento. Lo mueve, inquiere y molesta con el tono y el volumen de su voz asi como sus gestos. Lo mete dentro de su propio mundo que va desde la confesión de sus deseos y debilidades hasta la petulancia de quien ha visto –y sufrido- mucho pero todavía tiene el descaro de ir al frente. Una subjetividad tan osca como poética a cargo de un ser que busca algo tan sencillo como la paz de su propia persona al tiempo que desgrana imágenes contundentemente oníricas y profundo sentir.
En el caso del actor y director chileno Felipe Rubio, presenta “Esto se iba a llamar proyecto Chejov (Work Sin Progress)”.
Una sala pequeña, a oscuras, donde solo la luz del proyector y las consabidas imágenes que salen de la PC brindan el punto de partida a la puesta. Rubio sale a la palestra vestido de traje. Será el maestro de ceremonia y encargado de llevar adelante su propia creación que recrea una investigación realizada para dar cuenta de sus orígenes al tiempo que se encuentra en la búsqueda escénica para ver como aborda estos temas tan personales.
Con sapiencia y precisión, Felipe Rubio concibió “Esto se iba a llamar proyecto Chejov (Work Sin Progress)”, un agradable momento teatral, prolijamente realizado.
-«La Noche justo antes de los bosques«.
Autoría: Bernard Marie Koltés. Con Oscar Muñoz. Vestuario y espacio escénico: Roger Orra. Visuales: Lydia Cazorla. Asistencia de dirección: Joan Albinyana. Producción ejecutiva: Joan Albinyana, Oscar Muñoz y Roberto Romei. Dirección: Roberto Romei
Dirección y actuación: Felipe Rubio. Actuación en video: Rodolfo Rubio. Audiovisuales: Lucas García. Fotografía: Ana Luccia Chiarello, Enrico Piccirillo y Felipe Rubio. Asistencia técnica y colaboración general: Victoria Bello y Emilia Rebottaro. Creatividad: Felipe Rubio. Producción: Teatro The Naidens Compañy, Espacio Granate y Plataforma Lodo. Supervisión: Paula Herrera Nóbile