“Vilas”. La búsqueda de justicia del rey del tenis argentino en Netflix

Pero Vilas también tenía una vida más allá del court. La grabación constante de sus impresiones en casetes o la escritura de una especie de diario permiten conocer a ese hombre sensible que se esconde detrás de aura de luchador munido con una raqueta de tenis. Su relación con la música es fuerte. Al respecto, hay una anécdota con Luis Alberto Spinetta (a quien le «produjo» el disco «maldito en la carrera del Flaco, «Only love can sustain», en inglés) y David Lebón que es deliciosa. Reconocido amante del rock, entre sus amistades se cuentan Keith Richards o Mark Knopfler. Tampoco olvidamos que desarrolló una carrera dentro de la música en la que sacó dos discos. «Milnuevenoventa» (1990, inclinado al acid y al tecno) y «Dr Silva» (1992, más cercano al rock) 
Justamente aquí es donde se aprecia otro de los grandes logros del documental que es la forma en que Puppo puso a Vilas en su justo lugar de prócer del deporte argentino pero sin caer en la exacerbación del ego. Las fotos de su “Vilas Mystery Tour” así como varios reportajes que brindó tanto en francés como en inglés dan cuenta de la búsqueda constante de mejorar en su deporte como más allá del court. La palabra de Ion Tiriac, su sempiterno entrenador, es contundente para definir la arrolladora personalidad de Vilas en pos de la superación constante.
 Eduardo Puppo puso corazón, alma y cerebro en un alegato único que busca poner las cosas en su lugar pero que, indirectamente, le pide a una institución que admita su error. Es allí donde se complica la situación porque prima más el orgullo petulante de la ATP que el abrirse a la justicia del pedido de uno de los mayores representantes del tenis de la historia. Justamente, la relación que entablan y termina siendo de amistad, es uno de los puntos fuertes en tanto se nota la idolatría y el respeto de Puppo así como el agradecimiento de Vilas.
 

Documental de visión necesaria y casi obligatoria para los amantes del tenis y, por qué no decirlo, del deporte en general, “Vilas. Serás lo que debas ser o no serás nada” es atrapante a partir de la descripción precisa y exacta de quien inventó el tenis en nuestro país y se convirtió en un ícono del mismo. Más allá de los veleidades llenas de injusticia de la ATP, el gran Willy fue, es y será el número uno del tenis argentino.