Camino a ninguna parte
Dramaturgia y actuación: Giampaolo Samá. Vestuario: Julio Suárez. Diseño de luces: Omaro Possemato y Giampaolo Samá. Musicalización: Giampaolo Samá. Asistencia general y producción ejecutiva: Nadia Tallon. Colaboración en dramaturgia: Miriam Odorico. Dirección: Miriam Odorico y Giampaolo Samá.
Timbre 4. México 3554. Viernes, 23 hs
Allá lejos y hace tiempo, David Byrne escribió para esa enorme banda que eran los Talking Heads, “Sabemos hacia donde vamos/pero no donde hemos estado”. Giampaolo Samá toma esta sentencia para iniciar un viaje llevando tanto al Dante y la Divina Comedia como a los espectadores a un periplo mágico y misterioso. Un tabernero de atuendo particular y colorido, munido con la sola compañía de Hambret, un títere amigo, sigue las huellas del Dante a través de los distintos universos que debe atravesar.
La concepción que hace Samá de la puesta es destacable. En un espacio absolutamente despojado, y a la usanza de los juglares y actores itinierantes, llevará adelante la vida propia de veinte personajes los cuales formarán parte de la historia. La diversidad de estos establecerá nexos inmediatos con las variadas vicisitudes que debe atravesar el individuo en su vida. Los buenos y malos momentos de cada uno, con las tentaciones propias de la existencia. El atravesar por el purgatorio, el paraíso y el infierno, poniendo en juego su propia alma, le permite a la puesta dialogar con el público presente.
Será en ese camino hacia ningún lugar –metaforicamente hablando- el que tendrá todas las particularidades de una puesta concentrada en un solo actor –Samá- que dará cuenta de conocer al dedillo el texto.
En una puesta absolutamente mínima, la iluminación es fundamental para crear los climas que la verba de Samá encabezando una vorágine de ideas, conceptos y palabras. Será quien lleve adelante un ritmo vertiginoso al igual que preciso. Alguno se podrá sentir avasallado pero lo innegable es el talento de Samá para crear el universo del Dante en un unipersonal en el que solo cuenta con la ayuda del corrosivo y querible Hambret.
“El viaje” lleva a los espectadores a los confines de la Divina Comedia. Hay que agarrarse fuerte porque Giampaolo Samá es un conductor de lujo para un tour de forcé tan vertiginoso como exacto para navegar en el mundo del gran Dante Alighieri.