En los últimos días del pasado año 2016, hubo recitales de distinta índole y calidad garantizada. Tal fue el caso del guitarrista argentino Alejandro Miniaci y la banda de fusión Desierto y Agua.En el caso de Miniaci, se presentó en Duncan, local ubicado a metros de la esquina de Rivadavia y Medrano. Teníamos interés en ver a Alejandro Miniaci, que iba a presentar su disco “Real Salamone Music”, el primer disco conceptual dedicado a las obras del arquitecto Francisco Salamone. Al respecto, es necesario mencionar que Miniaci participó de los seminarios de guitarra que daba Robert Fripp, el líder de King Crimson, siendo miembrode The League of Crafty Guitarrist, grupo del que formó parte en su gira sudamericana en octubre de 2005.
Con estos pergaminos, resultaba más que atractiva ver la propuesta que se traía en manos Miniaci. Una pantalla de fondo, en una de las salas de Duncan, daba cuenta que iba a producirse un diálogo multimediático. Comienza el concierto y Miniaci arranca con “Mataderos Art decó”. El sonido no lo acompaña en este primer tema lo cual motiva que Miniaci haga la aclaración correspondiente.
Esto no invalida la capacidad creativa e interpretativa de Miniaci.
La idea de la interacción de la música con las imágenes es alentadora aunque habrá algunas cuestiones a mejorar. No es necesario que se vea los créditos de los temas en el comienzo de los mismos o que la imagen sea más pequeña que la pantalla en sí.
En otro orden de cosas, es necesaria precisión quirúrgica con respecto al sonido, tanto en la calidad del mismo como en la precisión para disparar cada una de las pistas.Esto tiene que ver más con el sonido provisto por el espacio lo cual termina conspirando contra el artista.
Más allá de estos detalles, la propuesta de Miniaci es para prestarle mucha atención. Crea diversas atmósferas y melodías que podrán ir desde un sonido más clásico hasta influencias tan enriquecedoras y sorpresivas como Nine Inch Nails. La utilización del slide dista de lo que más de uno conoce y asocia inmediatamente con el blues. De esta manera, sorprende y capta la atención del espectador que ve/escucha algo absolutamente nuevo para su mirada.
Para el final, realiza una “improvisación ambient” con Levin al micrófono y “Punto de inflexión”, tema de su disco “Last Before” del año 2010.
Alejandro Miniaci presentó su “Real Salamone Music”, un disco cautivante que, con el correr del tiempo, irá puliéndose en sus presentaciones en vivo para lograr sí, el lugar que se merece.
A las veinticuatro horas de la presentación de Miniaci, fue el turno de Desierto y Agua en el Salón Pueyrredon en el marco de La Fiesta de la Flor. El cerrar el año de presentación de “La quimera del caracol”, segundo disco de la banda, fue la excusa ideal para ver lo bien que suenan en vivo y la comunión que tienen con el público. En este punto la curiosidad pasaba por saber como iba a ser la recepción en un recinto de identidad fuertemente punk, a su propuesta de fusionar el rock con ritmos latinoamericanos.Abrieron con “La casa mayor”, el mismo tema que abre el disco con lo cual van calentando motores en un recital con un «in crescendo» constante. Seguirá “Pampas del olvido”, con un sonido más folklórico, dando cuenta de la apertura de sonido y estilo que busca Daniel Riaño, líder de la banda.
El formato de cuarteto que tiene para la ocasión con el mismo Riaño en voz, guitarra y ronroco, Max Morcillo en bajo de seis cuerdas, Matias Morcillo en primera guitarra y Pablo Cerda en batería, le brindó a la banda un sonido más contundente y sanguíneo. Los coros femeninos del disco le brindaban un tinte más melódico y armonioso lo cual, desde su ausencia en vivo, potenció algunas virtudes quizás más ocultas de la banda.
Por otra parte, el carisma de Riaño es uno de los puntos altos del show. Habla con el público, se ríe y emociona para después calzarse una máscara e interpretar en el mismo tema, la guitarra eléctrica y una trutruca, un instrumento de viento de origen mapuche.
Llega el turno de “La piba” en la que Riaño cuenta que la letra tiene que ver con su mamá, con la que se reencontró después de muchos años sin saber de su existencia. En cambio, con “En la pecera” se retoma un ritmo más rockero y poderoso, siendo uno de los puntos más altos de la noche. En temas como “Ese motor”, la agradable y bien construida melodía logra una mayor contundencia al privilegiar el solo de guitarra y una base rítmica solida. Al respecto, si en el disco canciones como “La Muralla” y “Sangre nueva” eran los momentos más rockeros, ahora, en vivo, son pura adrenalina. El final llega con “Lo que ves, se va” y la gente aplaude con alegría, tras habre presenciado un muy buen recital.
El show que dio Desierto y Agua fue disfrutable de principio a fín. Once temas que captaron no solo los oídos de los presentes sino que dieron cuenta de la amplitud musical de Desierto y Agua, una banda que tendrá en el 2017, el sano desafío de expandir una propuesta rica en su búsqueda e interpretación.
E estado alli ese dia como audiencia, fue un jemeplo de profesionalismo sobre un lugar amateur en sonido y video – los detalles tecnicos de sonido en sr duncan a fines de 2016 debo decir han llegado a un limite hacia abajo y los diferentes aditamentos para imagenes o videos tambien, todo estaba en un gran estado de no atencion el show de a miniaci fue impecable en su ejecucion pudiendo salvar esos problemas en parte, un sonido que no era su sonido propio , lamentablemente eso fue comprovado esa noche en la prueba y no habia mucho que hacer, segun escuche – por lo que este lugar segun aclaro el mismo interprete y autor queda desde ahora fuera de un lugar para una ´puesta dejo pese a todo fundir imagen y grandes sonidos en vivo que me sorprendieron y emocionaron -recomendado real salamone music en vivo – seguro habra mas lugares donde poder recibir y ver esta performance compositiva de primer nivel! -debemos apoyar y darles a estos compositores un lugar acorde – cuando vemos por el contrario comunmente grandes lugares con gran puesta comercial en donde la musica esta casi ausente ! –