Actor, director e improvisador de larga trayectoria, tuvo participación tanto en los 80 como hace pocos años con creaciones humorísticas reconocidas como “El heavy re jodido” o “Tranquilino”. Ahora, Eduardo Calvo vuelve al teatro con “Compañero de ruta”, donde hace toda la obra con una persona del público a la que no conoce.
– Surge de una idea de experimentación nueva, uniendo un poco mi pensamiento acerca de la improvisación que tengo de muchos años. A finales de los 80 y principios de los 90, formo parte de la Liga de Improvisación y los Match de Improvisación. Con el Mosquito Sancinetto y Pedro Cano, nos hacemos cargo de la organización que nos dejó el francés con el que entrenábamos. Fuimos sus discípulos y seguimos con su técnica. “Compañero de ruta” tiene mucho de eso asi como mi parte teatral y humorística. Fue como unir dos cosas, el camino como humorista y el de actor-improvisador. Quería hacer una cosa, se me había ocurrido el trabajar con un no actor y por otro lado, que participe en el viaje que puede dar una historia sobre el escenario. Que participe desde su lugar e incorporar lo que la persona trae. Si es un arquitecto, incorporar eso; lo mismo si fuera músico. El sábado pasado, se dio que subió una chica que cantaba y se dieron escenas sorpresivas. Si bien están encuadradas en una estructura dramática, surgen escenas que son diferentes a cada función a partir del espectador que sube.
– Se puede decir que es una obra de teatro propiamente dicha…?
– Ese tipo de definiciones, mucho no me gustan. Creo que si. Sería como muy soberbio de mi parte el ponerme afuera y decir si es o no es teatro. Prefiero decir que es teatro pero de una manera diferente de hacerlo. En este caso, es una forma distinta a los espectáculos que vengo haciendo y viendo. Una de las cosas que más gusta es eso que es diferente. Para mi es teatro y por un lado, recurro a una persona que no es actor. O si, porque no se quien es el que sube. Puede ser que suba una persona que tenga formación teatral.
-Y la historia de Evito?
– Ahora estoy escribiendo “Evito el musical”. En varios espectáculos estuve amenazando con esa obra. Surge la idea de una sátira a una comedia musical. Creo que, por ejemplo, en Evita, toman la historia de manera muy subjetiva y hay cosas que no tienen nada que ver. Es un poco una crítica a lo que se puede hacer con cosas reales de acuerdo a quien lo agarre y el efecto de desvirtuarlo todo. Por otro lado, tiene una música bárbara pero es impune a la argumentación. Lo que estoy escribiendo con Evito, surgió como un chiste, lo estoy desarrollando. Es como una crítica a lo que se puede hacer de la realidad en manos de alguien que no conoce.
Te adelanto que Evito es la vida de Evo Morales por un director que no tiene nada que ver con él, ideológicamente hablando. Sería Aldo Mobar, que está totalmente en contra de él y tiene una mirada muy superficial de la vida de Evo. Por otro lado, al marcar esta superficialidad y esa mirada de ese director, estoy marcando en serio como sería lo contrario. Marcar lo contrario a través del humor porque, paralelamente se va a contar la verdad, que lo bueno de esta verdad, en función del proyecto, a este director, no le interesa. Es como si mostraramos al mundo kolla con strass, a la manera de Hollywood o meter zapateo americano en relación con el altiplano. Esa es la mirada de lo que voy a armar. En “Compañero de ruta” y en “Mucha gracia” (un espectáculo con el que estoy de gira, dirigido por Néstor Montalbano), menciono a través de un representante, a Evito el musical. Hace años que estoy dando vuelta con esta idea, con ganas de desarrollarla como espectáculo.
-O sea, “Compañero de ruta” sería la precuela de Evito.
– Asi es, aunque no se todavía si voy a utilizar la argumentación para Evito. En “Compañero de ruta”, los actores se preparan para hacer “Evito”. No se si voy a tomar eso como punto de partida. Creo que no. Pasaron muchos años y la obra no se hizo hasta que la agarra Aldo Mobar. Este tiene una historia en la que estuvo preso veinte años. Estuvo dirigiendo en la cárcel cosas relacionadas con la libertad. Estuvo preso porque mataba de dos cohetazos a actores antes del estreno de las obras. No tiene paciencia y mata a los actores. Iba a ser una lucha la reinserción en la vida por su mal carácter e impaciencia. Mientras tanto, se cuenta la historia de Evito.
-Vos contaste que tenías un lado más dramático. Con todo esto, te metés en algo más dramático e incluso de crítica contra los actores….
– Más que crítica…no es critica al gremio de los actores sino al uso que se hace de los actores. El personaje que hago tiene el record Guiness de audiciones y pruebas y nunca entró en ninguna obra. Vive dando pruebas. Hay como un cierto desgaste en esta persona y lo que trato de marcar es el desgaste de la ilusión. Un tipo que dio 1204212 castings como este, no puede estar muy bien de la cabeza. Ya pasó por millones de cosas y todo lo que hace el medio con uno. Es un poco una sátira. Creo que los programas de televisión que se hacen en base al talento de la gente, es una manera cruel, en un punto, de utilizar a la gente gratis para mostrar sus talentos cuando se podrían hacer programas de televisión, utilizando este talento pero que no sea un concurso sino una producción. Imagínate que fuerza podría tener ese talento, puesto en un espectáculo. Tal es el caso de Susan Boyle. Que no esté en un concurso sino en una comedia musical. Esa búsqueda no se haga para un concurso, que todo el tiempo sea una prueba, una picadora de carne. Además, no les pagan mucho. O sea, se hacen producciones con mucho talento sin que se les pague nada a los que participan. Estoy en contra de eso y es probable que haya una crítica a todo eso.
También hay una intención de mostrar la parte de atrás del teatro, que el espectador no conoce demasiado. Trato de ponerlo en un lugar donde el tipo pasó por una prueba y le fue bien. Es una persona con condiciones. Parto de algo positivo con respecto de esa persona y el desastre me lo dejo para mi.
Intermedio: Encontrarse a Eduardo Calvo para una nota es un placer. Aparece vestido todo de negro por lo que sobresale aún más su blanca palidez y el celeste de sus ojos. Con muy buena onda y con el humor que lo caracteriza, intercambiamos pareceres sobre su obra. Eduardo se pide un tostado de jamón y queso. Terminada la nota, se va con el fotógrafo a la calle para una toma. Vuelve y nos despedimos con un abrazo y la calidez que lo caracteriza.
-Cómo fue, el hecho de poner una persona, que no tendría conocimientos actorales, arriba del escenario? Qué experiencias tuviste al respecto?
– Esto es un riesgo grande y ya empezó desde los ensayos ya que tenés que adaptarte a las personas que van subiendo. Los ensayos se hicieron con algunos alumnos que llamé y gente que no tenía que ver con esto pero que quería que participen. Lo llamé a Pablo Angeli, que tiene muy fresco el tema de la improvisación y tiene el tema muy fresco ya que hace años que está trabajando con eso, me pareció que era la persona ideal para dejar “afuera” de la experiencia. Digamos que fue seguir proyectando la idea. Es arriesgada pero vamos a hacerla. Nunca se sabe que va a pasar. El nervio es doble. Uno siempre está nervioso por la función pero no se a quien voy a elegir. Es una lucha. Hay gente que viene de nuevo porque quiere participar y que ya conoce la historia a la que, justamente por eso, no voy a llamar.
– Te sorprendió alguna reacción de algún participante?
– Hubo una experiencia que fue extraña porque subió un señor que era no vidente. Fue extraña porque él lo llevó al lado del humor negro a la historia. Estuvo bueno. Hay veces que va por un lado más dulce y afectuoso pero en este caso, derivó para el humor negro. Subió con los botines de punta con este humor y fue una experiencia un tanto heavy. Pasa que, a veces, en alguna parte del espectáculo, surgen algunas cosas que trae la persona. Uno de los hombres que subió, que se llamaba Juan, contó experiencias propias y personales. Me vio los zapatos que tenía en la parte de la disco, y empezó a recordar…y terminamos hablando de los zapatos. Otro día vino una chica que cantaba muy bien y se mandó un góspel. Puede pasar cualquier cosa.
-En otro punto, pensaba yo en tu situación, relacionándote con una persona que no tiene el ego del actor…
– Creo que el ego del actor está y trato de sacármelo. No me interesa ser el protagonista de la obra sino la persona que sube o el espectáculo en si. No me interesa el lucimiento personal. Juntos vamos a hacer la obra.
– Me encantó eso que se crea una historia y el respeto y la camaradería con la otra persona…
– Cuando subió el señor no vidente, pensé “va a estar en la oscuridad” pero quien mejor que él al respecto. Tenía un miedo extra ya que se lo viste y se lo cuida mucho.
– ¿Cómo sigue ahora?
– Seguimos hasta fines de junio en la Cooperación. Todavía no sabemos como va a seguir. Me gustaría llevarla de gira pero ahora estoy llevando de gira al otro espectáculo, “Mucha gracia”. Estoy también con “Hambre, el príncipe de Catamarca”, una obra mia que la estoy haciendo en Mar del Plata, que estrené el 25 de Mayo, con doce actores de allá, en el auditorio. También hay posibilidades de seguir con esa obra y estoy con la pre producción de Evito, además, de la radio con Beto Casella.
-Si te preguntase que estarían haciendo el Heavy y Tranquilino en este momento, ¿qué me dirías?
– Tranquilino está tratando de fumar menos. Lo logró ya que cada cinco minutos se enciende un cigarrillo ya que antes fumaba más. Cuarenta atados por día. Lo logró mediante mucha meditación. El heavy es testigo de todo esto y sabe que no le sirve mucho. Igualmente, está jugando al solitario con una barra de amigos….
-Me imagino porqué..
– Si…porque es heavy y re jodido. Están en la casa de Tranquilino que es un departamento de un ambiente y viven veinte personas.
-Una de las últimas. En la obra noté que mantenes el humor “sano”. En algún momento, se fue para otro lado?
– Si, el día del señor no vidente se fue para el humor negro y erotismo. Más sexual inclusive. No estuvo la cosa más ingenua. Yo me siento mejor aquí, en lo más absurdo pero puede ir para cualquier lado. Es una adaptación mutua. También subió un niño de catorce años.
-Y que tal estuvo?
– Muy bueno. Además fue la primera vez que subió a un escenario.
-Tele?
-Estoy escribiendo y grabando, con la idea de un proyecto propio. En esto estamos en la parte artística pero después, no estoy con nada con continuidad como la radio.
“Compañero de Ruta”. Centro Cultural de la Cooperación. Sábados, 23 hs.