En Buenos Aires pasan cosas. A veces uno se entera por circunstancias relacionadas a su actividad o simplemente porque la casualidad metió la cola. De esta manera y con esta impronta, se relatarán historias y hechos varios dignos de mención.

Era menester mostrar esta realidad que se vive entre los trabajadores de prensa. El acuerdo cerrado entre la UTPBA (Unión Trabajadores de Prensa de Buenos Aires) y los empresarios en las paritarias ha sido rechazado por todas las asambleas de los diversos medios como las de Ámbito Financiero, Página/12, Pronto, Perfil, El Cronista, Infobae, NA, Veintitrés, La Nación y Clarín, entre otras. El 25 y 27% en tres cuotas que se terminarían de cobrar en febrero de 2017 son un desastre en torno a una inflación calculada del 45%.
Por tales motivos, el mediodía del miércoles 8, una muy importante cantidad de periodistas, redactores, editores, conductores, fotógrafos, etc, llegaron al Obelisco para manifestarse por esta situación.

El clima entre los manifestantes era de una real convicción con respecto a los reclamos. En un contexto en el que muchas voces han sido acalladas y otras tantas son cómplices de un blindaje mediático de las autoridades del gobierno de Mauricio Macri, se sale a la calle a decir lo que ocurre en un sector que ha soportado banalizaciones y vaciamientos de todo tipo.
Recordemos que a fines de mayo, los trabajadores de AGEA-Clarín (Clarín, Olé, La Razón, Muy y suplementos), realizaron un quite de firmas para manifestar su rechazo a la mencionada paritaria de prensa. Otro tanto hicieron los trabajadores de Ambito Financiero en tanto que, por los tarifazos y la inflación, los salarios sufrieron un importante impacto el cual no fue paliado por las paritarias.

Con paso firme y sostenido, seguimos rumbo por Corrientes hasta que en Maipú doblamos a la izquierda. Justamente, en esa esquina se lo ve a Nicolás del Caño (Frente de Izquierda de los Trabajadores -FIT-) dando un reportaje a los colegas que estaban cubriendo la marcha. Al respecto, es un poco decepcionante que los políticos no se hagan eco de este reclamo cuando son los primeros en reclamar visibilidad en los medios de comunicación.
Los fotógrafos, esos ojos que todo lo ven -y más, inclusive-, retrataron con la sensibilidad y precisión que los caracteriza, una movilización que congregó a más de 3000 trabajadores. La idea era llegar al Ministerio de Trabajo, lugar donde se realizaría el acto principal, previa detención en las puertas de Radio Nacional donde se le entregó al vicedirector de Radio Nacional, Pablo Ciarliero, un petitorio de los trabajadores de la emisora.

Verlos dando pasos de “patricio” en medio de una marcha y apenas te saluden para huir entre la multitud es un aliciente. Saber que uno está del otro lado de algunos personajes, es reconfortante.
Al llegar a Córdoba, la columna dobla con destino a Leandro N. Alem para el destino final que era el Ministerio de Trabajo donde se realizaría el acto principal. Será en la puerta del mismo que se tomó conocimiento que no era la única fuerza protestando. Se encontraban allí trabajadores de los ministerios de Trabajo y Economía que también hacían oír sus reclamos.

Por su parte, Fernando “Tato” Dondero, también del SiPreBA, destacó la activa participación que ha tenido desde su fundación, acontecida hace un año. El SiPreBa se ha convertido en una esperanza para todos los trabajadores que, ante la ineptitud de la UTPBA –la cual me consta, al haberla padecido-, tienen una entidad que pueda tomar sus reclamos y representarlos con seriedad.
La ronda de discursos la cerró Roberto Zorrilla, secretario general de FATPren que, al igual que sus antecesores, no solo destacó el número que convocó la marcha sino que aseveró que el 8J se convertiría en una fecha histórica para todos los trabajadores de prensa.
En síntesis, entre todos los oradores, hubo una gran coincidencia con respecto a la unidad obtenida para esta convocatoria asi como recalcaron las variables sobre las cuales giran los reclamos. Otros tópicos que se tocaron fue el respeto a las fuentes de trabajo, la lucha contra los despidos, la mejora de los salarios y la pluralidad de voces.
Dejamos la marcha para escribir sobre la misma y también con una gran felicidad en tanto, como dice el refrán, la unión hace la fuerza. Fue un soplo de aire fresco ver una movilización por una lucha común que no se veía desde hace años.
Desde este humilde espacio, esperamos que el 8J haya sido el primer paso para lograr un colectivo poderoso de trabajadores de Prensa. Más aún cuando, al día de la fecha, se producen despidos en los medios de comunicación cuyos propietarios han mantenido un nivel de enriquecimiento importantísimo en detrimento de los salarios de los trabajadores, en los diversos gobiernos que han regido los destinos del país. La cereza del postre es el cierre de varios medios, tal como es de público conocimiento.
Hoy, más que libertad de prensa hay libertad de empresa para que estas dispongan de los destinos de los trabajadores como les plazca. Un verdadero despropósito que cuenta con el beneplácito del actual Gobierno. Solo la lucha mancomunada podrá hacer frente a estas amenazas por parte de los propietarios de los medios de comunicación.