Amy Winehouse: Su voz sigue sonando más fuerte que nunca

Se cumplen diez años de la muerte de Amy Winehouse, ícono de la música internacional cuya influencia se extiende al día de hoy. Última integrante del «Club de los 27» tras perder la batalla contra sus adicciones y fantasmas varios, su talento continúa brillando tras haber obtenido una fama arrolladora con solo dos discos editados y una carrera enorme por delante.

Por Rocío Correa (TEA)
 

Desde muy temprana edad, la futura Primera Dama de la Canción Británica había mostrado facilidad para cantar. Geminiana del 14 de septiembre de 1983, empezó a concurrir a la escuela de teatro “Susi Earnsh”, tras el divorcio de sus padres, Janis Seathon y Mitch Winehouse. De a poco, la música empieza a hacerse más fuerte en Amy que funda su propia banda llamada “Sweet `n` Sour».
Su creciente rebeldía en consonancia con su talento, hace que la expulsen del colegio “Sylvia Young”, por no ser aplicada en sus estudios y no respetar las reglas de conducta. Los límites no son para ella. 

Al poco tiempo, comienza a componer y a cantar en bares y pubs, incentivada por Tyler James, su pareja de entonces. El bueno de Tyler es quien le entrega el material de su novia a un productor para que vea que como puede pulir semejante joya. El resto es, como había dicho Lennon en su momento, “historia pop”
 
Su disco debut “Frank”,  es un homenaje a su ídolo de la infancia, Frank Sinatra, que su padre solía escuchar con ella en el living que compartía la familia Winehouse. Editado en el 2003, la influencia del jazz es más que notoria. No solo obtiene buenas críticas por parte de la prensa sino que consigue un disco platino en el Reino Unido y gana el Premio Ivor Novello a la Mejor Canción Contemporánea por su sencillo “Stronger Than Me”.  A raíz de eso, al año siguiente la cantante fue invitada a participar en el Festival de Glastonbury y V Festival.
Paralelamente, sin que ella lo sepa, inicia el camino de grandes cantantes inglesas que, a futuro, transitarán Joss Stone, Duffy, Adele, entre otras. Hasta la mismisima Lady Gaga reconocerá su influencia.
A pesar de la gran aceptación que tuvo el disco, la única disconforme con el resultado fue la propia Amy, quien declaró ante los medios de televisión que la productora había tenido más poder de decisión que ella en la selección de canciones. Esto no quita que su irrupción en el mercado discográfico haya revitalizado a la canción británica. 
 

Con “Back to Black”, publicado en el 2006, Amy plasma su gran talento en los 35 minutos de duración de su segundo y último disco. El dolor de haber terminado su relación con su novio Blake Fielder-Civil, es el motor que le lleva a componer gran parte del material del álbum. Las letras dan cuenta de la confianza que había ganado en su pluma. Fielder-Civil fue considerado el amor de su vida así como el que la introdujo al mundo de las drogas pesadas. Los vaivenes de esta relación repercuten en su salud. Justamente, en un momento de mejora de la misma es cuando se graba «Back to black»
El álbum obtuvo muy buena recepción tanto de público como de crítica, alcanzando el puesto número uno en todas las listas de música del Reino Unido y el número dos del Billboard 200, gracias a los hits “Rehab”, “You Know I’ m No Good” y “Back to Black”. Obtiene doble disco de platino en Estados Unidos y sextuple en Inglaterra, por las ventas logradas.   

El éxito arrollador le generó una fama que la cantante no estaba preparada para afrontar. La popularidad y el reconocimiento se codeaban con su personalidad sensible la cual la hacía bordear con los excesos para paliar sus propios dolores. La prensa sensacionalista la tenía en la mira para retratar sus tropiezos. En el 2008 lanzó un DVD titulado “Told You I Was Trouble: Live In Londres” el cual contiene la grabación de un show que brindó en el teatro Shepherd`s Bush Empire. En febrero de ese mismo año, Winehouse fue la gran ganadora de esa noche, llevándose cinco Premios Grammy como «Mejor artista pop femenina», «Grabación del año», «Mejor álbum de pop vocal», «Mejor artista revelación» y «Canción del año»  convirtiéndose en la primera artista británica en figurar en el Récord Guinness. Por desgracia solo pudo estar presente vía satélite ya que Estados Unidos le había negado la visa.  

En el 2009 comenzó a componer canciones para su tercer disco el cual pospuso tras divorciarse -finalmente- de Fielder-Civil. El dolor de la ruptura hace que recaiga en las adicciones diversas que forman un coctel explosivo que incluía a la depresión y la bulimia. Desde ese momento la vida de Winehouse se convirtió en un descontrol absoluto donde ni siquiera la discográfica y sus familiares podían hacerla entrar en razón para ayudarla a salir del pozo en el que se encontraba.
La última imagen que quedó grabada en la memoria de los fans fue el concierto que la cantante brindó el 18 de junio del 2011 en Serbia, el cual la prensa lo calificó como «el peor show de su carrera», tras subirse al escenario completamente ebria. Luego de esa presentación, la artista decidió cancelar el resto de las funciones. 
 
El 23 de julio de ese mismo año, fue encontrada muerta en su apartamento de Londres. Meses después los padres de la cantante brindaron un comunicado ante la prensa declarando que las pruebas forenses dieron como resultado que su hija había fallecido por intoxicación etílica.

De esta manera, Amy Winehouse se sumaba al «Club de los 27» (artistas fallecidos a los 27 años) del cual ya eran miembros Jimi Hendrix, Brian Jones, Janis Joplin, Kurt Cobain y Jim Morrison, entre otros.
 
En tan solo ocho años de carrera Winehouse dejó una huella imborrable en la industria musical. Pasó de ser una joven de clase media a transformarse en una estrella de fama mundial, de la cual no supo cómo escapar de los excesos. Su voz continuará atravesando fronteras e inspirando a nuevos artistas quienes siempre le recordarán como “la reina del soul del siglo XXI”.

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