Desbocados

Hace dos días, caminaba por la calle Florida. Al llegar a la esquina de Diagonal Norte, justo enfrente a la cadena de café, se empezaron a escuchar gritos. Un africano estaba discutiendo con el dueño del kiosko de revistas. Este lo acusaba de “entorpecer el tráfico” con su puesto de pulseras y relojes mientras que el hombre de color lo acusó de racista. El altercado iba “in crescendo” con la participación de alguna persona que metía bocadillo típicamente argentino. «¿Por qué no te volvés a tu país?», le gritó un hombre que, por su aspecto, no era muy oriundo de estas pampas. “Ja! Seguro que no sabe ni de que país es” me dice socarronamente, mirando al moreno de rastas. Le respondí con la pregunta “Y vos, sabés de donde es? O acaso son todos iguales?”. El tipo me miró sorprendido y agregué “Qué te quejas si somos todos hijos de los barcos”. Un tercero acotó “el kioskero hace cuarenta años que está acá” a lo que le añadí “El tiempo no es garantía que no se mande una cagada. Puede estar un mes, cinco años o un siglo que se la puede mandar igual”. Llegaron cinco agentes de policía al tiempo que una señora se ponía a favor del africano, diciendo que había presenciado todo y que era inspectora. Los dos imbéciles que estaban hablando conmigo, pegan media vuelta y uno le dice a la inspectora “Andá a hacer cumplir la ley, corrupta!” y se volvió a escuchar otro “corrupta” de fondo. O sea, hilando fino, podríamos decir que uno es culpable hasta que se pruebe lo contrario y uno bien sabe que, cuando se lo mancha, eso no se quita con nada.
Forma parte de nuestra cultura el juzgar y no analizar. Por eso hice hincapié, en la anécdota relatada al principio, en el detalle del grito de “corrupta”. Una vergüenza absoluta cuya frutilla del postre fue la frase del kioskero, “a ellos los respeto porque tienen uniforme y placa”.
Hago esta reflexión desde la xenofobia que transpiran varios de los tan mentados “ciudadanos ejemplares” de nuestra ciudad. A todo esto, el enano fascista que vive en la gran mayoría de los habitantes de la Capital pidió “échenlos a todos”, “mándenlos de vuelta a sus países”, “uno trabaja como burro y a estos extranjeros les regalan la casa” ante el tema de Villa Soldati.
Al respecto, hay que mencionar varias cosas
-Argentina forma parte del Mercosur junto con varios países limítrofes. ¿Cómo se puede formar parte de dicho ente si se expulsa a los ciudadanos de esos países cuando hay un tratado de libre tránsito?
– El reduccionismo de hacer pagar a santos por pecadores. Si yo soy judío, ¿por qué me tengo que comer que me insulten por la conducta de gente como Gerardo Sofovich, Carlos Corach, Mauro Viale, Chiche Gelblung o Marcelo Araujo?
– Siguiendo estos dichos por demás “iluminados”, los criollos de fines del siglo XIX hubieran echado a patadas a los abuelos de todos los que habitamos este país. (Les recuerdo que no somos argentinos, somos hijos de los barcos). Esto sin contar que nos indignamos cuando a los argentinos no nos dejan entrar en Europa o deportan a alguno que otro de los países del Primer Mundo. Ahí nos quejamos pero acá pedimos lo mismo pero al revés.
– Cuando dicen que “le roban el empleo a los argentinos”, no veo que sean abogados, periodistas, médicos o arquitectos los que vengan y si eventualmente, fuera porque se dedican a trabajar en verdulerías, fruterías o como obreros, ¿quién haría estos trabajos? Por otra parte, tampoco veo que los argentinos deseen “progresar” a través del estudio y la dedicación a un trabajo. Es más fácil ser “ventajero” y criticar desde la mediocridad en la que me muevo (sea esta de clase alta o baja)
Con titulares como los de Crónica, no solo se fomenta el racismo sino que hasta se lo legitima y naturaliza. Lo quedó como un “chiste”, termina con la naturalización de esta discriminación hasta en los mismos discriminados que ya se sienten menos. Lo que logró la comunidad judía con la discriminación y los juicios en el INADI por antisemitismo es interesante en tanto y en cuanto, el “judío de mierda” esté penado pero no logra acabar con el antisemitismo endémico con el que fue criada gran parte de la población. Ahora no se dice “judío de mierda” porque “está mal decirlo y ser racista” pero, en realidad mucha gente lo piensa. ¡Ahí está el meollo del racismo!
Dicen por ahí que un fascista no es más que un burgués con miedo. Es probable que asi sea. 
Lo que da bronca e impotencia es que una vez que se ha comprobado 
– que hubo barrabravas que tienen contactos con altos legisladores del Gobierno de la Ciudad –o sea, no eran vecinos de la zona, autoconvocados por la situación-, 
– que se azuzaron vecinos en contra de otros –guerra de pobres contra pobres que le dicen, vio?- , 
– que se utilizaron balas de fuego –nadie se murió de un ataque cardíaco, eh!-, 
– que se trajo gente de otros lugares, 
– que si hay “ocupantes que no se dejan censar” es porque no les interesa tener la casa
¿¿¿¿Por qué el argentino medio sigue pensado lo que piensa????
Digo, cuando Eduardo “Big head” Duhalde dice que en su gobierno no hubo muertos ¿nadie de los medios le pregunta por Kosteki y Santillán? ¿Los de clase media, con tal de que no les toquen su –histérico y egoísta- estilo de vida, son capaces de votar a un impresentable como Duhalde? ¿Nadie dice que ya se lanzó como precandidato a presidente esta semana, cuando todavía no se terminó de resolver el tema?
Las respuestas son conocidas por todos asi que no queda mucho más por decir salvo continuar esbozando, contra viento y marea, este tipo de preguntas/observaciones para abrir el debate. Los medios se quedan solo con el titular de los “muertos” y la “usurpación” que es lo que realmente “vende” y la gente los consume porque esta acción es más sencilla que reflexionar sobre aspectos que pondrían en duda sus propias creencias. Creo que vale más preguntarse varias cosas en vez de dejarnos llevar en una vorágine de odio en la que nadie sale favorecido.
¡Bienvenidos al Caleidoscopio!

0 comentarios en “Desbocados”

  1. Hola amigo Daniel, la casualida me llevó a tu espacio. Hace solo unas semanas que puse mi blog en la red, compartimos parte del título CALEIDOSCOPIO. A tantos Kilómetros de distancia veo que compartimos algo mas, lo esencial, la lucha por un mundo mejor, por una sociedad mas justa.

    Desde Barceloan, un abrazo y te invito a ojear mi espacio, todavía en pañales…, tu opinión será bienvenida…
    Xavier

    http://xavierblanco.blogspot.com/

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