Mucha confianza se tuvo Diego Mizrahi al titular a su cuarto álbum “Básico”. Esta palabra da lugar a muchas interpretaciones, buenas y de las otras….No obstante, se le podría agregar «simple» porque es esa simpleza la que salta desde la tapa hasta las canciones que se escucharán. Busca salir de los solos técnicamente buenos, con el fin de satisfacer el ego en pos de la sencillez de una buena canción. Igualmente, el título del disco alude a la temática de las letras, referidas al amor, la infidelidad y excesos varios. Este álbum que también marca el debut de Diego Mizrahi en voz solista, se enmarcar en las variadas formas del rock y el blues. El disco abre con la épica “Juegas con fuego”, con una melodía muy agradable, de esas que uno puede escuchar y detener su marcha para ver como sigue el tema. “Noche bizarra” es un rock simple y directo, y una letra acorde al tema. El rock se hace presente nuevamente con una melodía más elaborada en “Aunque no duermas” que suena fresca y divertida y “Una mañana distinta”, con acordes más pronunciados en su interpretación pero con el mismo nivel de la anterior. Mizrahi toca la guitarra, canta y se hace cargo de las letras, tomando el toro por las astas para desmentir a quienes asocian virtuosismo con frialdad. El desamor toma la posta en “Ultima oportunidad” con una canción sentida y correcta en todo sentido. “Vendedor de humo” es un tema rápido y abrasivo con una guitarra muy en la frecuencia de The Edge, de U2. “Salida con dos” es otro buen tema, con un riff identificatorio al principio y coros varios promediando el tema al igual que “Para aquellos que están solos”. Para el final, se vienen dos instrumentales, donde realmente se mueve Mizrahi como pez en el agua. El primero es una versión distorsionada e incendiaria del clásico de Elvis, “I just can´t help falling in love” y el bonus track, con “Jet Lag”, con el sonido 100% marca Mizrahi. Con respecto a su debut en voz es correcto para lo que requieren las canciones, aunque con el tiempo y el trabajo irá adquiriendo una identidad propia y personal, dejando de lado el «suena como» al cantar. Silvio Furmanski aportó sus guitarras en “Una mañana distinta” y “Jugas con fuego”. El inoxidable y gran productor Mario Breuer se encargó de la masterización del disco.
“Básico” es rock bien tocado por uno de los mejores guitarristas argentinos como Diego Mizrahi.