Surgido del denominado teatro under, el año pasado dio su gran salto de popularidad al participar del “Bailando 2011”. Hiperactivo y con muchas ideas y proyectos en la cabeza, este era un buen momento para hablar con José María Muscari de su actualidad artística.
– ¿Cómo surge la posibilidad de hacer “Vidas Privadas”?
– “Vidas privadas” me llega de Javier Faroni, con quien vengo trabajando desde hace unos años. El año pasado nos reunimos y me manifestó que tenía ganas de probar conmigo con que dirija textos de otros, porque ya habíamos tenido éxito dirigiendo mis propios textos pero estaba bueno probar otras cosas. Primero me acercó “Ocho mujeres”. Me encantó, la hicimos y nos fue bárbaro todo el año. De hecho, ahora la estamos haciendo en Mar del Plata. Después me trajo “Vidas privadas” y me pareció que estaba bueno el desafío y la propuesta. Al igual que “Ocho mujeres”, tiene una historia previa a que yo la agarre. Es un texto que fue película que protagonizó Lawrence Oliver. Tuvo versiones escénicas en todas partes del mundo y siempre fue con éxito. Se hizo en Londres y ahora está en Broadway, protagonizada por Kim Catrall (“Samantha” de Sex and the city), que hace el personaje de Georgina. O sea, era un espectáculo con mucho folklore alrededor. Eso siempre me seduce porque el espectáculo tiene como una autonomía y el gran desafío es ver como le pongo mi propio sello. Asi fue como me empecé a dar cuenta que en todas partes del mundo, la obra se había hecho de época y me pareció que estaba bueno sacarlo de allí, descontextualizarlo y volverlo atemporal. Hice una adaptación bastante libre de la obra donde respeté la esencia y los personajes, mucho del texto pero metí cosas nuevas y una sensibilidad diferente. Una ubicación y un arraste hacia nuestros días mucho más profundo y cercano. La verdad, estoy muy contento. Debutamos hace tres días y las repercusiones fueron muy buenas.
– ¿Te costó mucho meterte en la piel de otro dramaturgo?
– No porque, en realidad, lo que me pasó con “Vidas Privadas” fue que cuando leí la obra, me di cuenta que me podía identificar en esa anécdota, en ese tema. Lo más importante, cuando dirijo un texto de otro (que es el tercero porque antes había hecho “El anatomista” y “Ocho mujeres”) y en realidad, cuando hice la adaptación de “Vidas privadas” era el tema del amor y la pareja, los celos, la psicología del amor. Las personas que se vuelven un poco locas y en realidad, no me cuesta meterme en la piel de otro dramaturgo básicamente porque si acepto dirigir un texto como “Vidas privadas” es porque de movida me interesó el tema y me vi identificado en él. Lo volví propio.
– ¿Cómo fue armar el elenco?
– De la misma forma en que encaro la formación de todos mis elencos, con mucha intuición, antojo y desafío. Me pareció que estaba muy bueno ver a Miguel Angel Rodríguez haciendo algo diferente a lo que él suele hacer. Es un actor muy popular y muy rioplatense por llamarlo de alguna manera y estaba buenísimo meterlo en este humor tan americano y distinguido, con un contexto estético de mucho glamour. Algo que no se está acostumbrado a ver en él ya que él acostumbra a trabajar en la idea del barrio. Georgina era un gran desafío. Hace años que vengo viéndola en teatro y me parece que es una gran actriz, que puede pasar por muchas cuerdas, por más que sea una excelente comediante. Me encantaba como pareja. Con María Fernanda Callejón y Christian Sancho tampoco había trabajado, también me pareció bueno meterlos en otro contexto. O sea, para Christian es la tercer obra de teatro que hace y la verdad, está muy bueno lo que él le aporta a la obra. Particularmente, lo que hice en mi versión fue que la pareja de Georgina y Miguel Angel están casados pero se separan y se vuelven a casar con otras parejas. En realidad, lo que hice fue que sus parejas fueran más jóvenes de edad, que cada uno de ellos reincidiera en la vida con unos íconos sexuales pero el amor los vuelve a unir y a convertir en esa pareja tan despiadada y feroz como lo son Amanda y Fabio, que llevan adelante toda la obra.
– Hay una resignificación importante del concepto de amor…
– Si, es un tema que me parece universal, atemporal y que identifica a todos por igual, más allá de tu sexualidad, tu creencia, tu edad, tu experiencia. Lo que tiene de interesante “Vidas privadas” es que todo el público se identifica tanto en el tema y en el humor. Lo más atractivo del humo en la obra es que el público no se rie de chistes sino de situaciones en las que alguna vez fue dejado, dejó a alguien o va a dejar a una persona o te repercute porque te hace acordar a tu familia o tu pareja anterior, la persona de la que te enamoraste y no pudiste concretar. Hay algo del orden de lo universal que funciona más que bien.
Intermedio: El teatro Picadilly es el lugar indicado para la nota, un rato antes de la función. Christián Sancho camina por ahí, tomando un agua mientras Miguel Angel Rodriguez llega y saluda con simpatía. Ahí es cuando aparece una figura toda vestida de blanco, pantalón y remera. Es José María Muscari. Nos sentamos con José para hablar de su última creación teatral. La palabra “creador” forma parte de su definición como artista. Responde todo con una verborragia cortés y sincera, en la que también aparece el recuerdo de la televisión.
– ¿En qué momento estás ahora, después de un 2011 de mucha exposición?
– Estoy en un momento de mucha felicidad en el que tengo dos espectáculos que me gustan mucho. Cuando tengo algo que me gusta mucho, me siento muy exitoso, más allá de que venga gente al teatro. Por suerte, el público está yendo a ver “Ocho mujeres” en Mardel y ojalá “Vidas privadas” tenga esa misma repercusión. Ahora estoy a punto de irme de vacaciones a Córdoba ya que está bueno recargarse las pilas. Después de eso, vuelvo y me pongo a ensayar el 5 de febrero, una obra como actor, que fue escrita y dirigida por Mariela Asensio que es “Mujeres en el aire”, para estrenar en principios de abril en el Konex. Está buenísimo esto porque apenas llego y ya tengo que poner toda la carne en el asador como actor. Mientras las dos obras que tengo siguen (“Ocho mujeres” sigue hasta marzo y después se va de gira por todo el país y “Vidas privadas” en el Picadilly, esperando que se instale), me siento en un momento de mucha felicidad. Vuelvo desde febrero a hacer mi programa en la radio de la UBA, todos los lunes. O sea, tengo muchas actividades que, por suerte, me dan mucha alegría y me agarra en un momento de mucha adultez, que también me permite cosechar la exposición mediática que tuve el año anterior y que, por suerte, se ve en la elección del público en lo que hago.
-No caíste en la vorágine mediática que le pasa a mucha gente…
-No porque siempre supe que la televisión es un trabajo más, en el que no se me va la vida. También creo que la expectativa de la televisión conmigo (digo Tinelli e Ideas del Sur), nunca fue que me convierta en un mediático despiadado, que expone cualquier bajeza por cinco minutos más de cámara. Creo que ellos tienen la inteligencia de llamar a cada persona para que haga lo que mejor sabe hacer. La expectativa de Ideas del Sur sobre mi era que la polémica que tengo en mis espectáculos y en mi forma de ser, apareciera en lo que yo mostrara en la pista. Esto fue lo que sucedió. Estuve seis meses en los que la controversia giraba sobre mi idea artística, por la forma en que bailaba una cumbia, como bailaba con un hombre y como se instalaba en un programa tan machista que yo bailase con otro varón. Me parece que eso estuvo buenísimo porque eso me permitió, con mucha seguridad, instalarme en un espectáculo como fue “Ocho mujeres” sin ningún escarnio mediático y ahora con “Vidas privadas”, que pasó lo mismo, como director y creador y que el público que me descubrió en el programa, me elija. Por suerte, la gente que me saca una foto en la calle o el colectivero que me toca bocina, me reconocen como un creador que, en el medio de las cosas que viene haciendo, puede participar en un programa como Showmatch. O puede ser jurado de “Sábado Show” pero no es que mi estado neurálgico es estar en la televisión, por más que es un medio que me encanta y la pasa muy bien. Usándolo con inteligencia, hay pocas posibilidades de caer en las redes de lo mediático y lo decadente que es algo a lo que siempre le tuve miedo.
– Un gran desafío es no caer en la “repetición”…..
– Siempre busco pretextos que me impliquen asumir desafíos que no impliquen la repetición. Sería imposible repetirme con “Vidas privadas” porque es un texto de un autor que nunca trabajé, con actores a los que no conozco. Sería imposible repetirme con “Ocho mujeres” porque nunca hice a un autor como ese, en una obra de suspenso y de época. Me parece que, a pesar de que hago muchas cosas, a muchas otras les digo que NO. Decir que no es cuando muchas veces un productor, un actor o alguien me ofrece un trabajo porque le parece que lo puedo hacer bien porque se parece a algo que hice antes. Eso, en general, tengo la suerte de tener el olfato para descubrirlo rápidamente y no es algo que me seduce. Para que yo acepte un trabajo, me tiene que seducir porque pongo mucho en cada laburo. Entonces, particularmente, cuando acepto dirigir algo es porque implica una fractura con lo que vengo haciendo. Nunca actué en una obra como “Mujeres en el aire” que es un texto que escribió Mariela Asensio, que habla de la utilización de la mujer en los medios de comunicación bajo la mirada, la estética y la dirección de otra persona. Es musical, y voy a tener compañeras como Érica García, Pamela Rodríguez, Valentina Bassi y muy buenas actrices. Voy eligiendo trabajos que me presenten la posibilidad de algo diferente.
– Muchos músicos dicen que regrabarían sus discos y sus canciones por cuestiones tecnológicas, de madurez, etc. A vos te da volver a reestrenar obras como “Dame morbo”?
– No es algo que suela hacer pero lo hice. El año pasado reestrené “Shangay” pero fue una vuelta muy diferente, en otro contexto, con otro elenco, con una nueva puesta. No es mi fuerte. Un músico, cuando graba un disco, no se pueden modificar; en cambio, las obras de teatro, mis obras de teatro, se modifican todo el tiempo. Están en constante evolución. Soy un director muy presente. Tanto en “Ocho mujeres” como en “Vidas privadas” vengo constantemente y estoy encima todo el tiempo. Cambio, modifico y mejoro cosas todo el tiempo. Regrabo mi obra activamente.
– ¿Cómo te llevas con la tecnología?
– Con las redes sociales me llevo muy bien. Tengo una utilización concreta del Facebook, del Twitter, que tienen que ver como una especie de volanteo cibernético. También tengo en mi blog mundomuscari.blogspot.com un espacio donde el otro tiene un lugar para crear y para preguntarme lo que quiera y establecer un vínculo conmigo como “creador”. Me gusta la idea de no ser una persona que, por estar en el mundo del espectáculo o en los medios de comunicación, es inalcanzable. Al contrario! En ese sentido, soy una persona que responde cualquier contacto público, ya sea en Facebook, Twitter o lo que sea. No soy una persona que tenga esa cosa de halo de inalcanzable pero no soy una persona completamente cibernética. Tengo blackberry, compu, pero no mucho más. Si se rompe algo o se descajeta algo, se lo tengo que llevar a alguien porque no me doy mucha maña.
– ¿Qué estas preparando para el San Martín?
– Voy a dirigir un espectáculo de escritura propia, que se llama “Postumos”. Lo voy a estrenar a mediados de año, en el teatro Regio, dependiente del complejo del Teatro San Martin. Es un espectáculo que va a reunir a grandes figuras del teatro, el cine y la televisión que le dedicaron toda su vida a la actuación. Es un elenco bárbaro que cuenta con Nelly Prince, María Concepción Cesar, Beatriz Bonnet, Chunchuna Villafañe, Duilio Marzio, Max Berliner, Tito Mendoza, Ricardo Bauleo, y dos actores más que estoy a punto de confirmar. Son todos actores que van a cumplir en escena, el sueño de actuar lo que siempre quisieron pero nunca pudieron.
“Vidas Privadas”. Teatro Picadilly. Av. Corrientes 1524. Domingo, Miércoles y Jueves, 21 hs; Viernes, 22 hs y Sábado, 20.30 y 22.30 hs.