Micky Vainilla, el imitador de Freddy y el rabino pop

De acuerdo a lo que es al día de la fecha la campaña del PRO, pareciera que el famoso personaje craneado por Diego Capusotto se hizo cargo de la misma que va por la reelección de Mauricio “creo que canto bien las canciones de Queen” Macri.

La campaña basada en el slogan “Vos sos bienvenido” logra todo lo contrario a lo que uno espera. Veamos, el Gobierno de una ciudad debe ser “inclusivo” para con todos los ciudadanos.

Antes que nada digamos que la frase “Vos sos bienvenido” implica que hay alguien que “no es bienvenido”. Del momento que se hace alusión a que alguien es bienvenido es porque hay otro que no lo es. Partiendo de esta premisa, establece una serie de estereotipos con los cuales se va a manejar para desarrollar dicha dicotomía. Asi, establecerá, a la manera lombrosiana, la característica de un “bienvenido” que sea lo más incluyente posible, aunque no lo logre. El cartel de la chica morocha, vestida con un pañuelo palestino y pulóver es elocuente. Intentaría decir, a la manera de Micky Vainilla, que “los morochos son aceptados”. Encima, incluiría el estereotipo de cierto alumno de carreras humanísticas (ciencias sociales, filosofía, psicología) con lo cual se apuntaría a un sector “progre”. De más está decir que le erra de acá a la China.

Este mismo estereotipo vuelve a repetirse con los supuestos “rockeros” que tienen una cresta en su pelo y una remera de Sumo. A esto vamos a agregar que Diego Arnedo y Ricardo Mollo manifestaron su oposición a que utilicen para un slogan del PRO, una remera que alude a un grupo al que supieron pertenecer. Sin olvidar la denuncia que existe sobre la falsificación de las “historias de vida” que utiliza Macri en sus spots publicitarios. 

Si hablamos de esta campaña “supuestamente inclusiva”, es fantástico el afiche con un chico “bien” con una remera de River. Eso es para el “ojo atento” que dirá “Macri acepta a los de River habiendo sido él, presidente de Boca”. Con este razonamiento de kindergarten, se puede explicar este aviso.

No obstante, mi gran pregunta es ¿Quién no es “bienvenido”? y ¿Por qué no se es “bienvenido”? Hay ciudades como Ámsterdam que tienen el 45% de su población compuesta por inmigrantes de distintas razas, etnias y religiones. ¿A esto aludirá Mauricio?

No, imposible. Si Mauri tiene un publicista ecuatoriano (lo dijo él, cuando lo acusaron de xenófobo con el tema del Indoamericano) y ahora también ¡un amigo judío! Es, nada más y nada menos que el impresentable del rabino Sergio Bergman.

Al respecto, me llegó un mail con el siguiente contenido, referido a quien es el rabino de la kipá lisérgica. Un breve y contundente detalle de sus pensamientos. Aquí está:

– Utilizás con hipocresía el nombre de Memoria Activa, organización que abandonaste hace más de una década sin dar ninguna explicación, deshonrando así tanto a las víctimas del atentando a la AMIA como a sus familiares.

– Traicionaste a los votantes de la AMIA que acompañaron tu lista en las elecciones de la institución de 2008 entregando tus votos a la ortodoxia religiosa.

– Simulaste apoyar el matrimonio igualitario y te borraste, humillando así a los miembros de Judíos Argentinos Gay, entidad que tu propia institución alberga.

– Insultaste la memoria del rabino Marshall Meyer, activo defensor de los Derechos Humanos, diciéndote su discípulo y hasta su viuda tuvo que salir a desmentirte.

– Banalizás constantemente la argumentación y el debate político, así como a la propia filosofía judía, con infantiles juegos de palabras y aforismos.

– Propusiste reemplazar cínicamente la palabra “libertad” de nuestro himno nacional por la de “seguridad”.

– Compartiste espacios con un antisemita, defensor de la dictadura y la tortura, el ex editor de la revista Cabildo Vicente Massot.

– Callaste de manera vergonzosa frente al nombramiento del Fino Palacios como jefe de la nueva policía de la ciudad, uno de los principales acusados por el encubrimiento en la Causa AMIA.

– Sos candidato a primer legislador de un partido cuyo jefe político culpa de los males de la ciudad a las minorías inmigrantes y manda a la UCEP a reprimir a pobres e indigentes.

Una joyita, ¿no? Por eso, después fui a cubrir el acto de Judíos por la Profundización Democrática” que verán en la cuarta entrada, a partir de la presente.

No obstante, al respecto, quiero decir que me pareció fantástica esta iniciativa. Soy judío, aunque “no lo parezca” (esta tontería me la ha dicho gente que no es de la cole –más “perdonable”- como de la cole).

Díganme, grandes genios de la comunidad, ¿cómo debe ser a nivel físico un judío? ¿¡Acaso no fueron a Israel y no vieron que hay una mayoría de morochos porque son….semitas?!  Con este criterio, están discriminando a un paisano pero se victimizan si alguien los discrimina.

Siempre dije –con orgullo- que soy más un “judío de barricada” que uno de aquellos más “legales” y “aceptados” de “country”. Esos “bien pensantes” -o acomodaticios- que son capaces de votar al Modin o a CSM para mantener su status económico por la tan mentada “seguridad”. En los 90, hubo gente de la cole que votó a Aldo Rico.

No soy de los que se acuerdan de su origen cuando llega Yom Kippur por el ayuno para expiar pecados y que después, siguen cagando gente.

Detesto soberanamente a los que, amparándose en que “es judío”, protegen a garcas como Rafael Levy –propietario del predio donde se ubicaba Cromañon- cuando va a hacerse el bueno a rezar al Templo de Libertad. Incluyo también en este lugar de bronca a quienes, ante cualquier insulto antisemita, bajan la cabeza y cobardemente, siguen haciendo “la suya” o a lo sumo, hacen una denuncia en el INADI. ¡Tengan dignidad y defiendan su origen, carajo! ¡Con palabras o con lo que sea pero no con un papelito! ¿Dónde está el orgullo de pertenecer a un pueblo rico en sus costumbres? ¿Acaso hace falta un Miles Davis, Martín Luther King o Muhammad Ali –quienes reivindicaban con orgullo el “ser negro”-  a la gente de «la cole» para que salga de su caparazón de cobardía y comodidad?

Siempre dije que estoy más cerca de gente como Franz Kafka, Woody Allen, Bob Dylan, Rosa Luxemburgo, Groucho Marx, Mordecai Anilevich, Baruj Spinoza o Marshall Meyer que de los más “exitosos” Carlos Vladimiro Corach (nunca entendí como no se pudría por dentro al decir las barbaridades que decía por los atentados de Amia y Embajada de Israel, para proteger a CSM – recuerden que sus nombres eran por Marx y por Lenin-), Chiche Gelblung, Marcelo Araujo, Mauro Viale, Donald Rumsfeld, y la cadena de bancos Goldman Sachs.

Digo yo, ¿por qué me tengo que comer una puteada antisemita por culpa de estos turros?

Espero con ahínco que esto se revierta. Que se vea claramente los desastres de Macri que, amparado en una campaña publicitaria mentirosa, propone una sociedad dividida desde lo económico y de las funciones que le corresponde al Estado. Vuelvo a preguntar ¿qué pasa con aquél que no responde a los cánones de “bienvenido”? ¿Quién dice que es bienvenido y por qué lo dice?

En medio del ciego egoísmo que vende este imitador barato de Freddy Mercury, se le añaden personas como Sergio Bergman, religioso de una comunidad a la cual pertenezco con orgullo por mi origen pero que pone en tela de juicio mi felicidad si está ligada a una mujer católica, musulmana, asiática o lo que sea pero no las turradas que hicieron los mencionados anteriormente.

No me calienta. Soy muy tozudo y muy judío.

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