– Irene, contame cómo surge «Enseguida vuelvo»
– Fue un deseo personal de cantar canciones que cuenten un sentir, una vivencia, desde mi payasa.
-Le propuse a Leo Trento, actor y músico con quien me sentía muy afín para trabajar, si me acompañaba en la creación. Fuimos buscándole un marco de poesía a esto que queríamos decir, en canciones. Primero compusimos los temas, uno por uno. Paralelamente sabíamos que mi payasa Marta se enviaría a brillar en un show de su imaginación. Así fue que empezamos a hilvanar y crear un mundo de fantasía, onírico, donde pudiéramos preguntarnos si realmente nos animamos a brillar, y cuál es el verdadero brillo. El proceso duró un año y medio. Luego, se sumó un equipo hermoso que embelleció aún más lo que habíamos logrado y profundizó lo que quisimos contar.
-SÍ, es la misma Marta en el paso del tiempo. Marta es mi payasa y se actualiza en cada decir, en cada vivencia transformada en juego de plena sensibilidad.
– Si. Quería volver a contar algo sola desde mi payasa en este presente, con las preguntas que me atravesaban hoy.
– Fue un comienzo hermoso hacia la creación personal. Salía de trabajar años en la compañía de Marcelo Katz y era el primer paso, junto a Paula Etchebehere, para montar un espectáculo propio. Miles de alegrías, viajes, premios inesperados vinieron después. La hicimos ocho años. Allí empezó a aparecer mi propia poesía.
– El clown es un lenguaje teatral que todos en algún momento deberíamos atravesar. Saca capas, te conecta con vos mismo al tiempo que te hace volver a jugar y conectar con tu propia verdad, de una manera lúdica. A mí me gusta el clown actoral, donde se ve una poética propia. Un decir y un sentir hondo; una emoción y no una maqueta que solo quiere hacer reír.
– Soy ambas cosas. Mi actriz habla el lenguaje del clown, y puede ser actriz sola o clown apoyada siempre en la actriz.
– Para mí la nariz es la máscara que habilita. Nos conecta con el juego, la risa y la emoción. Subraya las características que están en juego. En mis espectáculos yo no uso nariz, ya que no hago solamente clown y no quiero cerrarlo a ese lenguaje.
– Yo creo que sí, y que más personas se enamoran del lenguaje. También pienso que es lindo transitarlo como lenguaje de vida más allá del resultado, por todo lo que abre y conecta con vos mismo.
– Quizás porque se pensaba que era algo no tan profundo, que solo entretenía o un género infantil. Creo que se fue descubriendo la profundidad del lenguaje y sus posibilidades expresivas a lo largo del tiempo.
– ¿Cómo está “Alegría intensiva”?
– Está muy bien. Es un trabajo hermoso y profundo sostenido a lo largo del tiempo que pudimos sostener en pandemia a través del trabajo audiovisual.
– Es transformar la escena posible, sin invadir, leyendo lo que hay ahí. La posibilidad de jugar con la parte vital del niño, niña y sus familias, transformando y habilitando el dolor a través del lenguaje del juego.
– Me cambió la percepción de todo. Volví al escenario más despierta, más perceptiva y más conectada. Poder leer una situación dolorosa y jugar allí con tu payasa, me hizo leer la vida y a las personas con una apertura y profundidad aún mayor.
– Actriz. Payasa. Docente.
– Alguien quizás más triste, más aburrida, menos libre.
-Le diría seguí por donde vas, que vas bien. No te distraigas, como dice Marta en «Enseguida vuelvo». No te desvíes tanto en el amor y la melancolía.
Gracias Daniel, un placer este intercambio abrazo