En lo que a actores se refiere, el 2010 tuvo a varios –no muchos- que engalanaron dicha palabra actor. Al respecto, es notorio que haya habido mayor cantidad de actuaciones femeninas para destacar, al encarar las chicas el desafío de los unipersonales mientras que los hombres, a lo sumo, hacen stand up –con las excepciones de Mike Amigorena, Juan Pablo Geretto o Marcelo Savignone-.
Mike, cuerpo y alma de las palabras de Koltès |
Al respecto, empezamos este resumen con el unipersonal de Mike Amigorena, “La noche detrás de los bosques”. Ahí, Mike despliega el arsenal que tiene como gran actor que es. Le puso el cuerpo a todos los miedos, pensamientos y pesadillas de Bernard Marie Koltès en una puesta de mucha fuerza poética que alude a la soledad, la discriminación y a la falta de comprensión entre los seres humanos.
Otro que dio cátedra a principios de año fue Osqui Guzmán. No solo volvió con la Banda de la Risa a presentar la excelente “Arlequino” sino la performance que tuvo en “El Bululú”. La versatilidad de Osqui es una marca de fábrica. Su actuación en “El Bululú” combinó sapiencia, plasticidad y emotividad en dosis exactas.
Julián Larquier Tellarini fue uno de los chicos nerds de “Los Talentos”. Con el perfil de antihéroe intelectual, malo pero inocente, cautivó con una actuación de diez puntos en los matices con los que juega entre la intelectualidad y la incapacidad frente a algo tan pasional como acercarse a una chica.
Rubiño y un Gladiolo genial |
Otra actuación a valorar fue la de Ivan Espeche en “Sobre piedras”, que relata la relación que mantuvo el escultor Auguste Rodin con Camille Claudell. Espeche esculpió un Rodin aceitado, en sus vaivenes emocionales.
Ya habíamos dicho que El Caleidoscopio había considerado como mejor musical del año a “La Parka”. Allí el elenco tuvo una solvencia excelsa pero Gladiolo, el encargado de manejar la parte burocrática de La Muerte, era genial. Facundo Rubiño le dio vida a “Gladiolo”, con una excelente composición a la que le saca todo el jugo posible.
Meloni crece cada día más |
En un año en que Arthur Miller estuvo muy de moda en la calle Corrientes, destacamos a Esteban Meloni, en la despareja “Todos eran mis hijos” y a Oscar Martínez en la lumínicamente sobria, “El descenso de Monte Morgan”. Tanto Meloni como Martínez estuvieron a la altura de las circunstancias con interpretaciones, que le permitieron a uno seguir creciendo en la actuación y al otro, revalidar los lauros y el prestigio que tiene.
Un tanto escondida, “Malambo para Ricardo III” tuvo en Mariano Fernández, la composición de seis personajes. Fernández se maneja con naturalidad y comodidad en medio de un escenario casi vacío pero con un buen juego de luces que le brinda “el pie” necesario para los climas requeridos por el personaje de turno.
Para el final, no nos olvidamos de Marcelo Savignone demostró por enésima vez su versatilidad y creatividad con “Vivo” y las reposiciones –siempre bienvenidas- de “Suerte”.
Todo este resumen está hecho a partir de lo que se ha visto y teniendo en cuenta el acto teatral por encima de los nombres. No es algo «definitivo» sino un resumen de lo ocurrido el año pasado con lo cual, seguramente habrá lectores que no estarán de acuerdo. Como siempre, podrán expresarlo a través de los comentarios sin ningún tipo de censura.
Todo este resumen está hecho a partir de lo que se ha visto y teniendo en cuenta el acto teatral por encima de los nombres. No es algo «definitivo» sino un resumen de lo ocurrido el año pasado con lo cual, seguramente habrá lectores que no estarán de acuerdo. Como siempre, podrán expresarlo a través de los comentarios sin ningún tipo de censura.
La semana que viene, se vienen las chicas