De a poquito se fue llenado de gente, con mucho turista dando vueltas por allí mientras se armaba un improvisado escenario, por llamarlo de alguna manera, al tiempo que los músicos desenfundaban sus instrumentos para hacer sonar su protesta. Sonó el Himno Nacional Argentino y fue cantado a viva voz, no solo por los tenores del Teatro Colón sino por varios de los presentes. Empezaron a leerse las adhesiones entre las que figuraba Teresa Parodi, Mempo Giardinelli, Vilma Ripoll, Marcelo Ramal, la FUBA al tiempo que Héctor Bidonde y María José Lubertino lo hacían de cuerpo presente. La policía había cortado un par de carriles para que siga el normal desarrollo del tránsito. Algún que otro taxista hizo sonar su bocina fuera de “tempo”, pero la calcomanía de Radio 10 denota su buen gusto.
Aguafuertes porteñas: Protesta de los músicos del Teatro Colón
En Buenos Aires pasan cosas. A veces uno se entera por circunstancias relacionadas a su actividad o simplemente porque la casualidad metió la cola. De esta manera y con esta impronta, se relatarán historias y hechos varios dignos de mención.
Al Colón
Esto es bien fresquito ya que ocurrió ayer aunque se que utilizar la palabra “fresquito” es un sinsentido con los casi 35 grados que hace en Capital. Bueno, iba caminando por el microcentro cuando vi que músicos del teatro Colón estaban levantando sus instrumentos para tocar justo enfrente de la Casa de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires. Eran los músicos que estaban protestando por sus condiciones laborales y diciendo que, de seguir asi con esta política, no se iba a iniciar la temporada 2001.
El calor abrasivo no hizo que se detuviera la música ni que los transeúntes dejaran de caminar, aunque sea cinco minutos, para escuchar buena música y en algunos casos, interiorizarse con respecto a lo que estaba aconteciendo y el motivo de la protesta.
Se escucha el “Vals del Emperador” de Strauss para terminar a toda orquesta con la Sinfonía 40 en G menor de Mozart. Todo un deleite para el oído. Colaboramos con el bonito para la gente del Teatro al tiempo que nos movemos para todos lados para apreciar la música desde distintos lugares. Delante de todo o en la parte de atrás, mirando la orquesta desde la retaguardia. Lo destacable es que había una buena cantidad de jóvenes participando del acto.
Después de una polka que hizo vibrar a todo el mundo, Rodolfo Arrechea, titular de ATE, tomó el micrófono para unas palabras alusivas. En alusión a lo ocurrido en Soldati y Lugano, dijo que el “verdadero okupa es García Caffi que está en un lugar que no le corresponde” al tiempo que pidió “un aumento salarial del 40 por ciento y la reincorporación inmediata de los delegados suspendidos”.
Termina la protesta y los músicos meten violín en bolsa. Queda en el aire la sensación que la cultura, al no poder entrar en los “balances económicos” como “bien contable y tangible” –al igual que la salud y la educación-, deja de ser una prioridad para el Gobierno del ingeniero Macri. No creo que su admirado Freddy Mercury hubiese apoyado su política y menos aún, su ceguera frente a los conflictos ni su mentalidad de “gran bonete” (yo, señor? No, señor!) ya que él, nunca tiene la culpa de nada….por más que es el Jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires.