Daniel Melingo en La Perla

De a poco, y mal que le pese a los puristas de siempre, Daniel Melingo se ha ido consolidando como un intérprete de tango con mucho éxito en el exterior del país. Lo que le puede faltar a nivel de técnica vocal, lo suple ampliamente con su impronta y con su manejo del escenario que pocos, de los considerados “cantantes de tango”, se pueden vanagloriar.


La cita fue el pasado viernes en La Perla, lugar al cual nos referiremos más tarde. El reloj marcaba las 21.50, cuando salió Melingo junto con los Ramones del Tango. Traje negro, camisa del mismo color y pañuelo lila era la indumentaria que llevaba el denominado “Tom Waits del tango” quien presentó la totalidad de su disco próximo a salir, “Corazón y hueso”. Este disco es el quinto de la carrera “tanguera” y el sexto de su carrera solista, incluyendo en este caso el lejano “H2O” en 1995, tras la disolución de los míticos Lions in love.

Con “De todo y para dos”, abre un show que tendrá veintitrés temas en los que recorrió todos sus exitos en el 2×4. Se viene la seguidilla de temas nuevos con “El día que te fuiste”, “La novia” y “Soneto a un malevo que nunca leyó a Borges”. Las letras de Melingo constituyen uno de los baluartes en su carrera. Asi como retoma viejos tangos de Cadicamo como otros más nuevos compuestos por Luis Alposta, también compone con la exacta dosis de humor e ironía para retratar historias cotidianas. Desde la herida interna provocada por la huida de la amada en “Desde que te fuiste” (“La noche que te fuiste, tan linda como siempre, guardada en el recuerdo te dejé, y te olvidé” ) hasta la descripción de un malevo que podría ser, tranquilamente, un punga que pasó por la carcel en el “Soneto a un malevo que nunca leyó a Borges (“No recibió la herencia del cuchillo y con la droga, reemplazó el coraje”).  A continuación, es el turno de “Agarrese Don Enrique, -de su disco “Ufa”-,  que coincide con el momento en el que Melingo baja del escenario para cantar cerca de las mesas más próximas a las tablas. Suenan “Fabriquera”, “A lo Magdalena”, “Se igual” (dedicada a los cartoneros) y “Cuando la tarde se inclina”, todas de “Maldito tango”, el CD del 2008, antecesor de “Corazón y hueso”, con los Ramones del Tango, aceitados en un 100%.
El show se dividió en dos partes, con un pequeño intervalo de diez minutos. Justo a las 22.30 se produce la pausa mencionada, que coincide con la llegada de Luis Ortega, quien participó con Melingo en el grupo “Los Quietos”, hace unos meses, junto a Samalea, María Eva Albistur, Willy Crook y Patán Vidal.

Pasados quince minutos, vuelve Melingo al escenario, solo con su guitarra para iniciar la segunda parte del show. Canta una sentida versión de “Sin luna” para después continuar con “Negrito” y “Fábula” (a dúo con su hijo Felix), ambos de “Corazón y hueso”.
El histrionismo de Melingo y su presencia en el escenario llegan a uno de sus puntos más altos con dos temas de su disco “Santa Milonga” que son “Muleta de borracho” y “Leonel el feo” tras lo cual, la gente se pone a cantar junto a Melingo, su clásico “Noche trasfigurada” para terminar el show con “Lucio el anarquista”, también de su último disco.
El show que presentó Melingo abarcó distintos arreglos y estilos, más aún en los temas de su último disco. Un sampler esquizofrénico para crear un tango psicodélico en “Lucio, el anarquista” convive con una mandolina en “La novia”, pasando por el chamamé de “Fábula” y los arreglos celtas para “Negrito”. La riqueza de todo esto radica que estas versiones difieren, en varias ocasiones, de las originales del CD, con lo cual el mérito es mayor.
Ahora si, llega el final a todo vapor con “Corazón y hueso”, “Narigón” y “Ayer”, con el público cantando a voz en cuello “Del barrio me voy, del barrio me fui”, mientras Melingo dirigía al coro de los presentes, configurando una linda postal.

Daniel Melingo dio un show de excelente nivel que lo posiciona como uno de los referentes del nuevo tango, con temas y arreglos que no se quedan anquilosados en el farolito, sino que permiten la apertura a nuevos horizontes.

La Perla hoy

El bar que fuera otrora el lugar donde surgió el rock nacional, hoy se ha convertido en la pizzería de un hotel. Solo un par de retratos de Tanguito y otros próceres del rock argentino dan cuenta de lo que fue y ha dejado de ser. Más aún, teniendo en cuenta la pésima atención que se brinda a los comensales, ya sea la prensa que va a cubrir el evento o los parroquianos que van a disfrutar del show.

Desde el comienzo, los cronistas Enrique Colombano y quien estas líneas escribe, tuvieron problemas con la ubicación para presenciar el show debido a que fuimos ubicados contra una pared de vidrio, justo detrás de una columna. Al negarnos a tomar dicha ubicación y ante la protesta de una pareja, también invitada, decidieron partir una mesa de cuatro en dos de dos, que estaba mucho más próxima al escenario. Cuando habíamos preguntado previamente por esa mesa, la respuesta del encargado de las ubicaciones era “está ocupada”, lo cual era una terrible mentira.
El trato de los mozos no fue mejor. De la nada cae un mozo y se lleva las copas para después preguntar de malos modos que vamos a pedir. Como los precios son muy caros, nos limitamos a pedir un café y un agua por lo cual tuvo que volver a traer la copa que había retirado con antelación, sin consultar al respecto.
Para finalizar, una pareja se quejaba de que habían pedido un menú y se lo querían cobrar más caro. “Es para los días de semana” dijo el mozo a lo cual estos cronistas respondieron que “el viernes es un día de semana” y que había especificación de ningún tipo al respecto. “Cualquier cosa, quéjense en la caja”, dijo el mozo.

Más allá de los espectáculos que presente La Perla, su pésima atención conspira como para que uno vaya de nuevo, aunque se produzca la reunión de Seru Giran y Pescado Rabioso en la misma noche

0 comentarios en “Daniel Melingo en La Perla”

  1. La Perla del Once, la ilustro como un lugar de color gris y el calor lo daba la gente y la endorfina que liberaban los cafe con leches, las cervezas, los tostados mixtos; sobretodo en los tristes domingos por la noche, como la ultima jugada de tu libertad antes del comienzo de la semana laboral.
    Físicamente sin ello es lo que es ahora, un lugar que se llena de gente snob y c a r o , si "caro", el ambiente es …lo contrario, que por lo visto hasta la atencion que dan se contagia… JalePi

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Translate »
Scroll al inicio