Entrevista realizada junto con Matias Recis.
– No tiene nombre. Va a salir el 26 de marzo en Francia e Inglaterra. Terminé el audio y ahora estoy con la tapa, las fotos y los videos. Estoy laburando estos meses y en marzo, lo sacamos. Tiene doce canciones y mantiene la línea estilística de “Corazón y hueso”.
-Con “Corazón y hueso”, tu disco anterior, hubo una apertura hacia otros sonidos, a diferencia de lo que había sido “Tangos bajos” y “Ufa”, que era más áspero…
– Si. En los últimos tres discos, que van desde “Maldito tango”, “Corazón y hueso” y este, hay una elaboración del sonido. Dejé de lado la cosa de “tango primitivo” como una estética de esos primeros discos para adentrarme en una estética mucho más enriquecida con otros géneros y sonoridades. En “Tangos bajos” y “Ufa” hay un esbozo de una búsqueda de sonora pero que va para otro lado. En estos últimos tres discos, empiezo a pisarla más, con mucha más elaboración para los discos. No con una canción que vaya tan al frente y desgarrada sino con una elaboración y un ambiente más cuidado sonoramente. Tal vez, con un tratamiento sonoro y de estilos más complejos.
-¿Invitados?
– Si. Van a estar los Ramones y también van a estar Valentino, Patán Vidal, Miguel Angel Tallarita, Bebe Ferreyra. La orquesta la dirigió Alejandro Terán que puso una orquestación espectacular. Cantantes invitados no tengo como invitados pero si a algunos solistas como Jaime Torres y Skay Beilinson con quienes hacemos una milonga espectacular y espacial. Skay tocando unas violas eléctricas en lo que es una milonga ricotera y Jaime y su charango genial.
– Lo que sería llevar esos invitados a una presentación…
– Si, pero separo un poco. El disco es el disco. No intento llevar caprichosamente a todos los que grabaron porque el disco es un momento determinado. Es eso. Hago una adaptación de mi mismo de lo que grabé en el disco. Adaptas y das otra lectura a lo que es el disco, como es en vivo.
-¿Tu hijo cantó alguna canción?
– Si. Metió unos coritos y también tocó la flauta. Mi mujer también participa. Está el tema “familiar” de cada disco. En “Corazón y hueso” mi hijo cantó un tema. Me gusta hacer participar a la familia, escribir un tema entre todos.
-¿Va a ser de edición independiente?
– Si. Nunca firmé con una multinacional. Laburo con sellos independientes. Igual, es compleja la palabra. Grandes compañías son las multinacionales y después están las multinacionales dependientes, las que tienen berretines de ser una multinacional.
– Hay una serie de sellos que han surgido en los últimos años que han tomado mucho impulso. Algunos, están manejados por músicos que están cansados del manoseo de las discográficas…
– …eso es una sanata. Es todo lo mismo. Aquel que lo llamamos “independiente”, quieren acceder a la distribución. No hablo ideológicamente porque ideológicamente es independiente. En mi caso, soy 100% independiente. Produzco lo artístico y lo económico y reinvierto en mis obras.
-Antes, los sellos te sugerían arreglos, o te los ponían en la clausula, o temas radiales y esas cosas, como en los primeros años del rock acá…
– Eso bajó y se adaptó a la característica de cada sello y cada sello tiene una característica. No te dicen abiertamente “saca tal tema” pero al mismo tiempo te “eligen” porque perteneces a esa estética. Es todo ficticio. Sigue siendo lo mismo pero en otro idioma. Lo que se perdió fue el misterio de como se graba. Que ibas a una compañía, ponele RCA y grababas y eso. Que era medio secreto y demás. Entonces había como un oscurantismo pero ahora podes grabar en tu casa. Pero hay toda una gestión que el músico desconoce que es cuando terminas el disco y hasta cuando el disco ve la luz –si la ve-. Hay un gran túnel negro entre que vos terminas de grabar el disco y el otro lado del túnel. Te puedo de un montón de abortos, de discos que grabé y que no se conocen. Ustedes los conocen porque les llegó a sus oídos pero hay un mar de cosas que podemos hacer otra nota sobre los discos que no se hicieron.
-Todo ese material, lo tenes en tu casa, ¿no?
– Si. Igual estoy viendo que hago porque quiero ver de construir una gestión de algo que me permita promocionarme en la actuación acá, porque no estoy tocando. Toco en Europa y acá no. Por un lado me viene bien porque me dedico a componer o hacer otras cuestiones. En general, estoy tres meses acá pero esta vez me quedé seis. Pude hacer dos discos enteros –y tengo para dos discos más- y dos películas. Hago otras cosas pero me queda el sabor en la boca de no poder quedar insertado acá para tocar. Para “Corazón y hueso”, hice dos presentaciones. Una en el Festival de Tango y otra en La Perla…pero no mucho. En Europa, tengo todo organizado, voy y toco. Acá, ir a tocar implica llamar a uno, pelearme con el otro. Ya me tocará el momento de tocar más asiduamente asi me puedo conectar con el público. Igualmente, estoy haciendo un ciclo con la Valentino Jazz Bazar en Thelonious. Ahora tocamos el viernes 15. Hacemos todo un repertorio de Manal en ritmo de jazz, como “Avellaneda blues”, “Casa con diez pinos”, “Avenida Rivadavia”. También tomamos algunos temas de Pappo. Temas viejos con cuarteto de jazz.
-Tu carrera tanguera ¿no es más reconocida en el exterior que en el país?
– No se puede tener todo en la vida. Tengo ese lema, sino te vas amargando mirando el vaso medio vacío. Intento ver la mitad llena. ¿Cuántos quieren y pueden hacer 160 conciertos en Europa en un año y medio? Si, me encantaría tener un empresario y un promotor pero bueno, no lo tengo. Lo tengo afuera y no acá. Es algo que no dominas, que se te va de las manos. Es, a pesar de uno. Si podes luchar contra la ansiedad y todo eso que te viene, digamos, del destino que viene barajado asi…O sea, lo mejor es entenderlo de alguna manera para que no te hagas mierda. Seguir adelante con el camino e intentar cortar maleza, sino son infinitas las posibilidades, las congojas y las contradicciones. Es lo más complicado eso. Tenes que salir de la maleza y seguir.
-Si. Para mi, haber compuesto tangos con Luis fue como entrar al tango por la puerta grande. Vicepresidente de la Academia Nacional del Lunfardo y haber escrito tan buenos tangos como “Tango del Vampiro”, “El extraño caso del Dr Jeckill y Mr Hyde”, “Jack the Ripper”, “El tatuaje”, “La novia”. Para mi, me permite situarme o mejor dicho, me hace sentir en un lugar privilegiado sin haberlo buscado. Luis es un sabio y es de este barrio. Es un gardeliano y un coleccionista importante. Tiene mucha información. En su casa, guarda, no solo su biblioteca y la de su padre –que había sido el médico de Villa Urquiza-, sino que también tiene la biblioteca de Enrique Cadicamo y Celedonio Flores, heredada por el hermano. Él había sido discípulo de Cadicamo. Escribir tangos de la mano con Luis es increíble para mi. Lo localizo cuando escribo “Tangos Bajos”, buscando por la guía de teléfonos. Lo llamo y pregunto por Luis Alposta, sin saber que voy a encontrar. Él lo cuenta, que cuando lo llama Fernanda, la chica con la que estaban en ese momento, y pregunta por Luis Alposta, escucha él una voz del otro lado (que eramos nosotros) que dice “Uh, lo van a buscar! Está vivo!”. Él se acerca al teléfono y charlamos. Lo invitamos al estreno de “Tangos Bajos” que fue en el Club del Vino. Viene Luis y él cuenta que, cuando se va de ver el concierto –que es la primera vez que me ve- desde la salida hasta donde tenía el coche, había escrito en su cabeza los primeros versos de “Tango del Vampiro” y es con Fabi Cantilo cantando. Me pasa la letra y al toque le hago la música. Asi nace el “Tango del Vampiro” que es la primera impresión que le da a Luis todo ese ambiente, que él no estaba acostumbrado a vivir. Todas las caras pálidas y la gente vestida de negro. Los punks, como él describe, aunque ya había pocos. Ese era el punto de vista de un tanguero con todas las letras. Fue un cruce muy importante para mi. No se si históricamente pero digamos, haber cruzado una persona como yo, que vengo de otro estrato con otro “outsider”, que era del tango. Es un paralelista del tango. No es un clásico del tango. Entonces, nos cruzamos y encontramos la veta. Vimos canciones a lo largo de nuestra relación. Esto me llena de orgullo y alegría porque el destino hizo que nos encontraramos de manera forzada y de casualidad. Pero, digamos fue porque forzado fue que lo llamé pero después fue natural todo. No fue algo a presión. Surgió y se dio. Hicimos coincidir el destino de grandes canciones.
– ¿La mayoría no está en “Ufa”?
– En todos los discos, tengo canciones con Luis. Igual hay varias en “Ufa”, como “Tango del Vampiro”, “Jeckill”, “Sin enroque”…Igual, también tiro mucho de autores tangueros propiamente dichos. Me parece más interesante una letra pura tanguera que una fusión hecha por mi. Voy encontrando el tono en diferentes letras y también lo que me va sugiriendo mi inconsciente. La composición, a veces, es especulación. El plan de trabajo es especulativo pero la inspiración no depende de uno.
-Para inspirarte, te sirve la obra de González Tuñon? Roberto Arlt?
– Mirá, escribo Arlt pero no se en que punto….Te puedo decir ¿en qué me sirve la literatura de alguien? Te sirve como admiración en el punto que hay mucha literatura y de solo leerla, te dan ganas de darte vuelta y escribir. Eso me produce Arlt, más que Tuñon. Lo que pasa es que la forma poética tiene…Encuentro, no definida pero si esbozada una determinada melodía. Un tono que se le llama a la poesía y cada poeta tiene un tono determinado. Con algunos tonos, concilias y con otros, no. Y no es porque te guste o no te guste sino que hay como una simpatía. Con el tono de Luis, me sale la melodía fácilmente. Con determinadas letras de Cadícamo también. No lo selecciono. Primero lo hago y selecciono sobre la obra terminada. No hago una especulación al respecto de “ahora voy a hacer tal cosa….”. Digamos que voy leyendo y me va bajando.
– Si, pero tiene mucha obra poética. De su obra poética, tuve la suerte de levantar muchas letras. Tuve la suerte de mostrárselo en vida asi como grandes conversaciones. Tenía una sabiduría total, una lucidez…
-En “Ufa” hay muchas cosas de lo humorístico, lo absurdo. Romper algunas idiosincrasias del tango.
– A nosotros, con el tiempo, nos llega una gran solemnidad con el tango. En mi caso, por mi historia, está a la vista mi cuestión ideológica. La manera de ver la música y no solo con los Twist sino con todo lo que hice. Con Los Twist me permitió reirme de mi mismo y de mi propia cultura. Como porteño, siento el tango y tengo mi derecho y mi deber de interpretarlo a mi manera. Como me salga de mis entrañas y es lo que hago. Después de mi propuesta, muchos dijeron “ah!” por vieron que era válida. ¿Por qué me voy a sentir menos tanguero si me rasco el culo entre tango y tango? ¿Tengo que sentirme menos tanguero si me visto de mujer para cantar un tango con voz de hombre? El respeto se lleva adentro. El creador no piensa en el respeto a la hora de crear. Hablando con Luis y con Cadícamo, los grandes creadores del tango, no provenían de un talibanismo radical del tango. Siempre fueron múltiples los creadores del tango, provenientes de diferentes géneros, enriquecidos por diferentes géneros. Si te pones a ver a los creadores, los verdaderos creadores y no a tangueros de lista…
-Un ejemplo es Edmundo Rivero…además, un gran guitarrista
– Rivero provenía de la guitarra clásica. Había sido convocado por Salgán para cantar en su orquesta. Era resistido por su voz grave y por ser feo. Pero cuando se dieron cuenta, ya el tango estaba en los 60, y él tuvo que reinventarse con una mirada hacia el lunfardo, con un revisionismo en la poesía y la guitarra. Se reinventó como el Polaco Goyeneche. Los verdaderos creadores del tango están nutridos por otro género. No hay géneros que sean de generación espontánea. Gardel empezó cantando tonadas folklóricas. Quien más que Gardel, que definió la imagen del tanguero –sin ser argentino-…un extranjero marcó la imagen y semejanza del tango y que todos las sigamos. Está todo dicho ahí. Somos muy veletas.
-¿Te resulta diferente escribir una letra de tango que de rock?
-No, no me siento a escribir diciendo “me voy a sentar a escribir tal cosa”. Digamos que lo mio va fluyendo en el momento menos indicado. Surge una idea y ahí, libretita, grabador o lo que sea. Después, cuando me siento en la búsqueda de la metodología, hago como una revisión. Voy bajando todos los apuntes y dando forma, metodológicamente, a los embriones de ideas. Las que veo más desarrolladas en su forma en si, las desarrollo para ver si las puedo terminar. Pero tengo una lista de ideas sueltas que voy retomando en mis momentos de laburo.
-Contame un poco con respecto a tus participaciones cinematográficas.
– La primera fue una propuesta de un artista uruguayo, que se llama Germán Tejeira. Estaba filmando en diciembre pasado su opera prima, “Una noche sin luna” que también se llama asi una canción mia. Actué en la peli y soy un músico uruguayo, que está muchos años preso pero que le dan un permiso de fin de año y vuelve a su pueblo en Uruguay. Me llamo Miguel Angel Molbota y soy como un cantor popular, de pueblo, venido a menos, después de muchos años en cana. Hay una fiesta en el club del barrio, donde está todo el mundo ebrio, a fin de año. Ninguno lo reconoce. Pasa sin pena ni gloria su salida de fin de año. Gira la película en torno de eso. Germán escribió el personaje para mi.
Por otra parte, hace un mes, terminé de actuar en la película nueva de Luis Ortega, “Lulu”. Allí soy Hueso, un camionero que toca el clarinete, que viaja dentro de un camión Severo. Recoge huesos y resto de grasa en las carnicerías. Calculo que saldrá para marzo porque la quiere meter en algún festival…
– Tejeira te escribió a Molbota y Luis, a Hueso…
– Si. Me lo escribió para mi. Ahora tengo un par de propuestas más para actuar. Coincidió con que le encontré la veta. Me lo plantee y le di para adelante. Hace poco me llamó Raúl Perrone, un director muy interesante. Me ofreció hacer una peli para este año o el año que viene. Va a ser sobre el último día de Pier Paolo Pasolini.
– ¿Cuando se estrenaría “Una noche sin luna”?
– No se. Falta grabar una canción, la música que va con el final de la peli. El tema es que la película tiene un presupuesto reducido y muchas veces se para, esperando solvencia para terminarla. Es una producción uruguaya-cordobesa. Hay un subsidio pero no se mucho más.
-¿Cómo vas componiendo la música para una película?
-Es diverso. Me voy adaptando a las necesidades del director. En el cine, hay diferentes partes de música. Tenes la canción del título, la música incidental. Depende de cómo la quiere cargar el director. Hay muchas maneras de enfocar una música para el cine. Depende de la necesidad del director. Darle una paleta para que el tipo pueda elegir. A veces, puede funcionar tematizar el tema, y otras no. A veces, hablar de algo que ya se está hablando es demasiado temático y en otras, la dispersión ayuda. Uno, en ese sentido, haciendo de músico, estás a la expectativa de la necesidad del director. Es un trabajo a pedido.
-Hay un libro de David Lynch, “Atrapando el pez dorado”, que él dice que le va contando al compositor la historia para que la interprete en el piano. Le sopla las ideas y las plasma en sonido.
– La abstracción de la música da para satisfacer el capricho del que te lo está pidiendo. Es tal la abstracción que es imposible darle una forma excepto con la buena voluntad de un asociado. Es una sugerencia muy personal y una posibilidad de “Ah! Me gusta lo que estas tocando y tiene que ver con….!”. Es una cosmovisión muy personal que depende de tu capacidad para comunicar y trasciende a la mayoría que te está oyendo. Es la magia que tiene cada persona, que te propone, en este caso David Lynch. Hay algo que es de lo que no están hablando ellos, es el poder que tienen ellos para transmitir, más allá de que “esta música me gusta” o “que buena que está la letra”. Es una excusa para hacer lo que hacen. Hay una fina química que está más allá de uno. Todo esto me interesa profundamente y soy admirador de los dos. Igual, es muy difícil explicar esto en palabras, porque es todo una abstracción. Que te digan “me propuso tal melodía” es una sanata porque es una química que se da o no se da. Una trascendencia que logra la obra o no. En este caso, si. Por eso estamos hablando de como lo hicieron pero no es que, haciéndolo de esta manera, se logra eso.
– Fue una idea de las tantas juntadas con Pipo, Cano, y los pibes de la primera época, cuando escribíamos las canciones. Estábamos viendo una película de Carreras, que se llamaba “Los viciosos”. Entonces, en ese momento, poca gente tenía un VHS. A lo sumo, tenía uno como estos (señala al grabador) e íbamos grabando la película con nuestros comentarios. Las risas y eso. Entonces, en otro cassette, fuimos editando las partes que nos parecían interesantes. Fuimos armando un argumento paralelo. Un collage de diálogos, muy desopilantes. En una parte, había una gran operación y detenían a los viciosos en Barrio Norte. Por eso, se llamaba Operación Norte y a nosotros, se nos ocurrió llamarla asi por esa parte de la película. Hicimos el armado del audio. Un amigo nuestro, Ezequiel Abalos, el de La Tribu dijo, “nos sobraron unas latas –él trabajaba en una oficina de cine publicitario- y podemos hacer algo”. Y por qué no armamos algo? Hacemos una fonomimica con el diálogo y actuamos y movemos la boca, como si fueramos actores polacos, mal movidos, en este texto argentino. Armamos la Operación Norte, que eran tres grupos de gente. Estaban los consumidores, la policía y los traficantes. Actuábamos en los tres grupos. En la policía, Pipo era el comisario y yo era el subcomisario; en los contrabandistas, estaban los grandes y nosotros que éramos los “che pibe” que llevábamos los paquetes y en los consumidores eramos nosotros pero vestidos de otra manera. La filmamos en mi casa de siempre, en la calle Estomba. La redada la filmamos en la casa de Calamaro y aparecen Miguel Zavaleta y Andrés. Para los traficantes, pusimos a un par de traficantes amigos y en la policía, conseguimos los uniformes. Eramos un grupete de jóvenes que no sabíamos lo que nos iba a deparar el destino.
-¿Van a volver Los Quietos? (N de R: banda fantasma conformada por Fernando Samalea, Willy Crook, Patán Vidal, María Eva Albistur, Luis Ortega y el propio Melingo)
– Si, es probable. Ahora, Luis Ortega está filmando su próxima película, que va a estrenar el año que viene, en la cual participo. Justamente ayer estuve con Luis grabando para su disco. Hace muy lindas canciones. Es una mezcla exacta entre el viejo y Lou Reed. Volveríamos con Samalea, Patán, Luis, María Eva (Albistur) y me falta hablar con Willy (Crook).
-¿Hay idea de grabar?
– Si. La idea está pero es un proyecto muy paralelo de cada uno. Samalea está con sus historias, María Eva también, Luis está filmando sus películas y ahora, grabando su disco, yo con los mios….Si se da naturalmente, lo haremos. No es un proyecto que tengamos pensado.