Diego Capusotto: “Siempre nos reímos un poco de lo mismo”

La excusa fue el comienzo de la sexta temporada de “Peter Capusotto y sus videos” para hablar con Diego Capusotto del programa, de su película “Pájaros volando” –y sus protagonistas-, el peronismo, el futbol y todos lo que forma parte del “Capusotto’s World”.

Canal 7 fue el lugar elegido por Diego Capusotto para atender a los medios. Llegó un par de minutos tarde con sus hijas. Saludo a todos y ahí empezó un ida y vuelta de preguntas matizado por sus ocurrencias.

Rock and roll Circus

Diego Capusotto: Hay mucho material. Uno de los nuevos personajes tiene alusiones a Sumo y se llama Con-sumo. En vez del Abasto, habla del Shopping del Abasto. Hacemos el programa en la medida que salgan personajes nuevos y que nos motive a continuar. Está Piki Piki, que se llama asi porque todo el tiempo canta Piki piki. Piensa que a través el voluntarismo y la fe se podrán lograr que las cosas cambien, cosa que no sucede. Este personaje coapta los medios y adquiere una importancia que no merece, como suele pasar en los medios. Esto genera un debate general con “Carpa Abierta”, intelectuales que tienen la bragueta abierta, en clara alusión a una sexualidad limitada debido a un exceso de intelectualidad. O los Ex Pistols, que de alguna manera lo dice todo. Hay un ex joven y un montón de cosas más. También hay un español que viene a la Argentina con esa mitología de que cualquier artista extranjero viene acá y encuentra su segundo hogar aunque aquí pasa todo lo contrario. Podría ser tranquilamente la pareja de Violencia Rivas.

– Hacés humor con el rock pero ¿cómo lo ves al rock?
– No voy a hacer un análisis general como si fuera una especie de portero del rock. Hay gente que tiene cosas para decir y otra que no, que todavía siguen con la afectación y el grito de guerra que queda nada más que en eso. Pero la gente que tiene cosas para decir no dice que “está en el rock”. Simplemente tiene alguna experimentación con el sonido y hace lo que tiene que hacer. La gente que es del palo sabe a quién nos estamos refiriendo cuando hacemos la burla…a esta cosa más desteñida que tiene el rock.

– Además le sacaste un poco la solemnidad al rock….
– Si pero hasta cierto punto. Después estuve con músicos de rock y hay mucha empatía con lo que hacemos. Gente que se rie de si misma, con una posición con respecto a lo que es la cultura rock. Es como cuando el actor se ríe un poco de cómo se encarama para realizar distintas cosas en su oficio, como reírse de sus propias afectaciones o guiños.

– ¿No te llamó nadie ofendido?
– Si, me llamó Jagger y lo mandé a la puta que lo parió.

– Pero lo de Pomelo….
– Eso ya pasó y no me afectó. No me detengo a pensar en términos de quien se puede ofender. El personaje no está para afectar específicamente a alguien. En este caso, alguno podrá darse cuenta…jajaja, pero en realidad depende de los otros. Nosotros no somos estrellas de rock, por suerte. Nos gustaría ser músicos de rock, no estrellas. En algunos casos, es como si nos viéramos con quince años. El caso es que si tenés cuarenta y parece que tenés quince…

– ¿Hay renovación dentro del rock?
– Si pero están quienes se manejan desde ese lugar “oficial” o “mainstream”. Hay un montón de bandas que no tienen llegada a lo masivo o no son tan FM pero son muy interesantes. Nosotros pasamos a los Natas o Pez. Muchas bandas interesantes no están en la circulación oficial de los medios porque no tienen un aparato compulsivo de prensa. (Entra el fotógrafo de Noticias Urbanas). Disculpame, ¡¡¡vos te vas..!!!! jajajajajaja.
En serio…hay un montón de bandas que no están encuadradas dentro de ese sonido oficial que suena en todos lados. Por ejemplo, Pez es una banda de la puta madre pero donde sale Pez? Quién escucha Pez?. Ojo, Catupecu Machu tiene un sonido interesante y forma parte de “lo que se escucha”. No hay una mirada “oficial” de parte nuestra con respecto al rock, como si todo estuviera mal. No es nuestra intención ni tampoco nos interesa el rock por como está hoy

– Cuando elegís los videos, ¿no hay algo de pedagogía? Vamos a mostrar tal video para que después conozcan a estas bandas…
– Si, puede ser. En realidad, sucede en mi mirada. De los videos se encarga el Griego, Marcelo Iconomidis, un amigo de años. Este juego de los videos surgió de aquello que nos gustaría ver a nosotros siendo espectadores. Que videos nos gustaría ver en un programa de música. Uno no dicta los gustos del público. Si querés ver a U2, macanudo, yo no! Prefiero ver Van Der Graft. Cuando uno hace un programa también es como una especie de orden cerrado. Es decir, uno arma la cosa colectivamente, de acuerdo a lo que nos emociona a nosotros. Después sale al aire y será captado o no.

– Igual permitió cierta “legitimación” de aquellos que seguían a Cream o Jeff Beck Group.
– Si, además la sensación de ver bandas tocando, que escuchabas de los discos y nunca los viste en vivo ni les conocés la cara. Hay una cuestión hasta casi documental , con un sonido y una época en particular, lo cual no implica que no pasemos bandas que estén sonando hoy. No se si pasamos a los White Stripes pero es una banda que me resulta interesante. También pasamos el último disco de Morrissey porque es un discazo

-¿Cómo ves que tus programas y tus personajes, sean tomados como objeto de estudio?
– Mi salud tendría que ser un objeto de estudio! Jaja. Tiene que ver con lo que produce el programa que son como lecturas que se apropia el espectador. Si tiene alguna importancia el programa es que haya lecturas posteriores y que nos hacen entender más lo que hacemos. Depende de la mirada que haya del afuera. Es interesante porque, en definitiva, no tenemos más nada que ver, una vez que el programa sale al aire. Hacés algo para compartir –no es algo que hacemos en la terraza para mostrárselo a los amigos-, sale al aire y es compartido por mucha gente. Las lecturas siempre nos parecen interesantes. Es como la explicación de lo que uno hace que, en realidad, se explica en la medida que el programa sale al aire y se ve. Lo que produce es muy interesante porque nosotros no lo sabemos. Sabemos que produce algo pero nunca estás al tanto porque, en realidad, cuando el programa salió al aire, al otro día estamos grabando lo que sale en un mes. Vamos un poco a la par, tanteando a medida que el programa sale. Nos emociona lo que el programa le produce a la gente.

Divina TV Führer

– En un reportaje, dijiste que Ricardo Fort tiene la profundidad de una pileta de natación vacia
-Es cierto. No tengo más para decir que eso. Es un personaje mediático que tiene la importancia que tiene que tener un personaje mediático: nada. Si te vas a preocupar por el personaje Fort, sos un idiota. Solo le puede interesar a alguien que cobre un sueldo para hablar de él. Mientras haya 30 subnormales que le pidan autógrafo, no pasa nada.

– En televisión hoy hay muchos programas que se están haciendo con archivos y demás…
– Hoy, de alguna manera, se requiere un poco del archivo. Se hacen programas a partir de eso. Que la pondrán a Violencia Rivas a cagar a palos a alguien no me provoca otra cosa más que hilaridad, que el personaje aparezca en algo que tenga que ver. Es como tomar una referencia. Si me preguntas como se hace un programa, se hace por medio de la economización de recursos, que tiene que ver con el archivo. Por otro lado, la posibilidad de convertirse en un personaje mediático a alguna gente la hace sentir que está viva. A partir de la mirada del otro, me reconozco y armo mi personaje, aunque sea un pelotudo. Tiene vida en la medida en que se convierte en “algo”. Que no se si es o no es pero que el propio medio lo exige. En nuestro caso, el programa solo ha cambiado a un estudio más grande pero sigue con su economía de recursos y no de conceptos. Con lo que tenemos, nos alcanza.

– ¿Qué sentís cuando pasan en Volver, “Cha cha chá”?
– No me disgusta, al contrario. Me parece bárbaro que haya generaciones que no lo hayan visto en su momento y que lo puedan ver hoy. El problema es que no lo pagan. No solo a nosotros sino a nadie. Y después hacen publicidades que dice “van a sacar todo…”. Pagá, la concha de tu madre! Ja! Igual, como no estoy al servicio del vil metal, no hago juicio para que lo paguen. Que se lo metan bien en el orto. Me interesa más que haya pibes que lo vean y lo descubran, que no lo vieron en esa época, me parece bárbaro.

– Además, se mantiene fresco….
– Si porque hay cosas que son como atemporales. Es decir, pasaba de alguna manera, cuando nos hacían una nota y decían “el humor nuevo”. Uno toma con pinzas estas cosas. Nos reímos un poco de lo mismo a través de las distintas épocas. Si ves a los Hermanos Marx, te das cuenta que hay chistes y humoradas que al día de hoy, siguen teniendo vigencia. Se habla de la vida, la burla a la autoridad, que siempre existió. Hay que ver como se cuenta y de que manera para que te guste o no. Si lo hacés de una manera muy obvia o vulgar, el chiste se anticipa y no te divierte pero si lo hacés de un lugar interesante… El concepto nunca pierde vigencia.

– Al respecto, ¿qué pensás de que Fabio Alberti habría dicho que te hacés humor “oficial”?
– No he leído que haya dicho eso precisamente. Con Fabio lo único que queda es lo que hemos hecho. Lo demás corre por cuenta mía y de él. Hace dos años hablé con él y nos deseamos lo mejor y ahí quedó todo. Lo demás es chusmerío. En el 2007 estábamos trabajando los dos acá y Fabio nunca me dijo “estás trabajando en el canal oficial”. Se hizo cargo de esto cierto grupo periodístico que le gusta aprovecharse del escenario político vulgarmente. Ve a la pelea de dos amigos como si todos estuviésemos atravesados por ser kirchneristas o no. Un tipo que se está muriendo en un hospital, van y le preguntan “¿usted es kirchnerista?” para ver como se muere y de qué manera. Esta exageración hace que se vulgarice todo y nos metan en una bolsa que no nos pertenece. Hablé con una periodista de “Noticias”, que había hecho una nota al respecto y no sabía porqué no laburo más con Fabio.

– ¿Con qué temas del humor decis “con esto no me meto”?
– Me meto con cualquier tema que nos provoque gracia. En realidad, nos estamos riendo de lo trágico y lo que nos duele. De lo que termina mal y no de lo que termina bien. No nos vamos a reír con un carnaval carioca pero si con alguien que estaba bailando en ese carnaval carioca, se llevó puesto algo y se lo clavó en el medio de la cabeza mientras todos siguen bailando. A mi me causa gracia eso.

Maradó, Maradó.

– Siempre mencioné al futbol con el rock en casi todo lo que hice. En “Cha, cha, chá”, hacia personajes rockeros y futboleros como Fatigatti. Son cosas que me han atravesado desde que soy muy chico. Hoy no se me ocurriría hacer un programa de futbol porque sería un recurso de “este pibe hace hoy un programa de rock, mañana de futbol….”. Después de esto, no se que haría. Había tenido una idea de hacer algo antes que salga este programa que me gustaría hacer después que termine este programa y de mucho tiempo.

– Hiciste una banda de rock que hablaba mal de Maradona.
– Eso porque tiene que ver con que el humor es la antítesis de lo que se escucha todo el tiempo. Como hay tanta referencia de bandas a Maradona, se nos cayó de maduro el hacer una banda de rock barrial, Catastro Feroz antimaradoniana. Hoy muchos lo aprovecharían, como Elio Rossi. Pasman tendría una remera de Catastro Feróz. Además, en el rock entra un poco todo. Es como el peronismo. Está De Narvaez, entra cualquiera. Hay gente interesante y está De Narvaez. Por otra parte, siempre lo quise a Diego. El problema es que (como el peronismo) los antimaradonianos te hacen ser maradoniano. Igual, fijate que el Mundial tuvo el efecto de “soy futbolero cuando es el Mundial” diferente al de “ser futbolero”. El primero cambia rápidamente y lo ves con la gente que viaja, que no es un público futbolero en su mayoría. Si hubiese sido futbolero, después de perder 4-0, cantaban “ole ole olé”. Pero estaban todos con cara de “Argentina perdió una gran oportunidad de ser un gran país”.

– ¿Qué opinás de esa futbolización del rock?
– Eso forma parte del problema masculino de la territorialización. Esto es lo peor que puede pasar porque en definitiva, en el futbol hay uno que le gana al otro. Por lo menos, la sensación de quererle prender fuego a la tribuna del otro es más loable. En el rock no hay nada por lo cual discutir. No te pelees con la otra banda, peleate con la policía.

El compañero Cafiero

– El 20 de julio sale un disco con una canción tuya…
– Si pero hay que ver como le va a “Pájaros volando” (N de R, está Capusotto, Luis Luque, Verónica Llinás y rockeros como Héctor Starc, Ciro Fogliatta y Willy Quiroga), la película que se estrena el 5 de agosto. La canciónla tengo en función del personaje y no tiene que ver con lo que me gustaría hacer si estuviera relacionado a la música. La canción, cuando se la pasamos a Lebón, era un rock and roll bien cuadrado que suena bárbaro y tiene que ver con lo que tocaba el protagonista de la película y su primo Luis Luque a fines de los 70. Es como un tema de los Dulce 16. No es lo que me gustaría hacer a mi si hoy estuviese en una banda.

– En la película, aparece Antonio Cafiero. ¿Cómo fue trabajar con él?
– Tuve contacto con él con eso de “Ah, mirá, Capusotto”, que todos te conocen. No me lo imagino a Cafiero mirando el programa en su casa. Sabe quiénes somos y hubo una empatía “compañeril”, propia del peronismo. Todos somos críticos pero nos juntamos tres peronistas, nos emborrachamos y terminamos cantando “Viva Perón”. No lo critico ni está mal. Es lo único que queda como cofradía. Después nos cagamos a trompadas con los que se aprovechan del movimiento para hacer su política pero bueno. Fue una idea de Néstor Montalbano, el director de la película de sumarlo. El guión es de Damián Dreizik. Cuando me enteré que iba a estar Cafiero, me agarró un ataque de risa. Además, está como un vendedor de boletos de tren, con una estatuita de Perón y una mina vestida de Evita que los vende.

Bonus track

– ¿Qué música estás escuchando?
– Estoy escuchando rock sueco. Lo digo en serio, eh! Estoy escuchando a Dungen. Escucho de todo pero, en realidad, a todo lo que se llama rock, que no se sabe bien que es pero que hay un modo de instalarlo y relacionarlo. Me gusta la música que tiene, por decirlo de alguna manera, esa fuerza de guitarra rock y sea inclasificable. Que no puedas decir “es una banda de rock”, de blues o hard rock. Que tenga matices musicales y de ahí, que tenga la fuerza y el espíritu del sonido rock. Dungen reúne un poco la psicodelia de los 60 con folklore local y un sonido de guitarra fuerte. Pero ya no me gusta AC/DC. Ahí me está puteando mi hija pero lo escuchaba de chico y me encantaba pero ahora no, es muy clasificable.

– ¿Crees que el programa dejó de ser “de culto”?
– La verdad es que ni siquiera tomé en cuenta si en algún momento lo fue. Sé que es un programa generador de alianzas. Me gusta hablar con el término “alianza” porque es más interesante y permanece; el culto se nombra nada más y pasa a ser conocido por algo que no se si tiene tanta significancia. Nosotros tenemos aliados, que ven el programa y se divierten. Como se ha conformado una cosa de que no estamos con un gran rating y no se evoca desde el éxito comercial de los números o contundencia numérica, tenemos seguidores. El que se pierde el primer programa dirá “la puta, lo perdí” y lo mirará después por You Tube o alguien se lo grabará. Es eso lo que sucede con nuestro programa y que también había ocurrido con “Todo por dos pesos”. El programa tiene las alianzas suficientes para que cuando el programa no esté en el aire, la gente necesite de verlo y que en sus vidas, tenga su lugarcito. Eso emociona.

– Si por esta puerta, entrase el Diego Capusotto niño, ¿qué le dirías?
– Vos sabés que fui de muy chico a un canal de televisión por una excursión pero no tenía el registro de querer ser alguien que pudiera pertenecer a un canal. Lo mio estaba más ligado al fútbol. Iría a todos los lugares en que me probé para jugar al fútbol pero no como venganza sino como lugar de pertenencia. Aun más que la televisión a la cual fui y es un mundo mucho más misterioso e inasible. Cuando era chico, no soñaba con ser actor. Si bien tenía algún tipo de relación con ese mundo porque me gustaba mucho el cine, no tenía claro eso de ser actor. Me causa una grata impresión recordar cuando tenía diez años y fui a no sé qué canal y decir “estoy formando parte de esto”.

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