Realidades paralelas
Dramaturga y dirección: Javier Daulte. Con Paula Acuña, Moro Anghileri, Gerardo Chendo, Héctor Díaz, Andrea Garrote, Federico Olivera, Laura Paredes y Julieta Vallina. Diseño de vestuario: Mariana Polski. Diseño de escenografía: Alicia Leloutre. Diseño de luces: Gonzalo Córdova. Diseño sonoro y Banda de sonido: Mauro Garcia Barbe. Producción ejecutiva: Javier Madou
Teatro del Cubo. Zelaya 3053. Viernes y Sábado, 22:30 hs.
Un laboratorio es el punto de partida para una obra de teatro de ciencia ficción. Suena raro, no? Ok, para Javier Daulte, su creador, en absoluto, ya que fue quien creó esta puesta que cuenta con dos realidades paralelas en las que un asesinato y una búsqueda científica se entrelazan.La acción transcurre en los laboratorios Rosenvaart, donde unos científicos están experimentando con un aparato que, luego de una prueba fallida, abrirá una realidad paralela que tendrá a una cantante llamada Gina como centro de la acción. Emoción, suspenso y un ritmo acertado y aceitado, son puntuales de una obra que tiene un texto interesante para abordar desde el humor como en la forma en que se llevó a cabo la puesta. Con un ritmo ajustadísimo en el que los cambios de vestuario y de escenario en que se desarrollan los acontecimientos son fundamentales, la obra brinda un espectáculo de primer nivel. Al respecto, Daulte juega con cambio mínimos en la escenografía para el intercambio de los lugares donde se desarrollan los acontecimientos, con lo cual la imaginación del espectador es fundamental para completar la idea que lleva a cabo el autor. Otro tanto ocurre con el vestuario que, con pocas modificaciones –un saco, un guardapolvo o un par de zapatos o de lentes- permiten la construcción de personajes diversos y heterogéneos que conviven dentro de un mismo actor. El sonido también aportará lo suyo en tanto construcción de muchas de las situaciones temporales y de texto que llevará a cabo el elenco.
El desarrollo es inteligente y dinámico, sin dar respiro pero sin apurar una acción con dinámica propia. De esta forma, es atrapante en sus detalles y permitirá que se pase de una comedia de enredos a una obra de suspenso, con toques de romanticismo que, como es de esperar, surgirá entre los científicos. Ingeniosa en su desarrollo, las actuaciones son excelente con un trabajo grupal actoral de primer nivel. La sincronización para las entradas y salidas en los cambios de escena e historias denotan la versatilidad del elenco en su conjunto. Siempre jugando con la doble capa argumentativa de lo visto y lo que no visto para el espectador que se adentrará en esa doble realidad junto al elenco.
Disfrutable de principio a fín, “4D Optico” vuelve a ubicar a Javier Daulte en un espacio de creador que se arriesga con nuevas ideas y propuestas.
Un laboratorio es el punto de partida para una obra de teatro de ciencia ficción. Suena raro, no? Ok, para Javier Daulte, su creador, en absoluto, ya que fue quien creó esta puesta que cuenta con dos realidades paralelas en las que un asesinato y una búsqueda científica se entrelazan.