Carlos Belloso: “Puerta 7 es una historia de malos”

Siempre es un placer hablar con Carlos Belloso. Al día de hoy, se lo puede ver en Netflix en “Puerta 7”, una ficción sobre las barras bravas y la política. La serie fue la excusa para hablar con uno de los pocos actores que habla “sin cassette” y se juega con las opiniones en lo referente a los formatos televisivos, las nuevas plataformas, el teatro y la política, con el tema “Malvinas” de por medio.

Fotos: Cecilia Inés Villarreal.

-Primera y obvia pregunta,  ¿cómo surge la posibilidad de hacer “Puerta 7”?

– Me llamaron de Pol-ka, obviamente consensuado con Netflix. Iban a hacer una serie con la temática barrabrava y pensaron en mi. Me evitaron el casting, lo cual no soporto (risas) pero lo hubiera hecho. Al mismo tiempo, era un equipo que no es de Pol-ka sino contratado por. Es la producción de Pol-ka con el colchón gigante detrás de Netflix con esta cosa nueva de las redes sociales. Al mismo tiempo, estaba Caetano -a quien conozco- pero hacía mucho tiempo que no trabajábamos juntos. Era una oportunidad de reencuentro. Tuvimos una charla previa para afianzar el proyecto. Volvimos de nuevo a pergeñar un personaje y una historia.

-¿Cómo fue crear a Lomito, el jefe de la barra brava?

-Primero, hay una instancia creativa mía, después de leer los libros y ver ciertas cosas. El tema es que Caetano lo tenía mucho en la cabeza. Si bien el director pone lo suyo, este armado fue a pedido de él. Además, estaba adaptando el libro, página a página, dialogo por diálogo. Lo veía de cierta manera. Obviamente que cuando me pide algo, tengo un juego que voy recreando. Un imaginario que voy tomando y viendo. Lo que si me pidió fue algo postural, que saque pecho todo el tiempo. Ahí me puso en un personaje sin querer. “Sería bueno que hagas esto…”. A partir de ahí, cambió. Cuando me ponen algo de arriba, es más creativo que por encargo. Fue a pedido de Adrián. Igual, me gusta eso, cuando alguien está preocupado por el personaje. Lo peor es cuando el director no te de bola….(risas)

-Ese libre albedrío…

-Si aunque también le encuentro algún lado positivo a ese libre albedrío pero si un director insiste sobre algo, es porque tiene bien claro que quiere hacer y vos se lo tenes que respetar. Obviamente si hay respeto mutuo. Me ha tocado algunos directores que me pidieron cosas…completamente erradas pero bueno, son negociaciones que uno hace. A veces, el trabajo no termina siendo satisfactorio. Para mi, trabajar con Caetano está bueno. Tiene lo suyo porque siempre está preocupado por lo que está al límite, lo marginal. Conoce mucho el mundo del futbol.

-¿Y vos? ¿Eras de ir a la cancha de chico?

-No, no lo conozco tanto….La última vez que fui a la cancha fue a ver al Boca Campeón de la Libertadores en 1978. Me afanaron todo. La bandera, la remera, todo y nunca más fui a una cancha. No podía ser que me pase esto.

-¿Cómo fue meterte ahora, en ese mundo de canchas y barras?

– Como siempre. Cuando hice “Tumberos”, no fui a una cárcel para ver como eran los presos. Acá, primero era una estructura muy fuerte que siempre hace Caetano en la que no narra si hay buenos y malos. En todo caso son todos malos. Es una historia de malos, de gente mala que no se pone a ver los problemas de un sistema. Al mismo tiempo, no hay que meterse tanto a indagar…Es una ficción. A veces, se le pide a una ficción una seriedad histórica pero es una ficción en la que, si quiero volar, voy a volar.

-Sino sería un documental…

-¡Claro! Tampoco es un documental sobre barrabravas. No aparece ninguno y todo está inventado. El tema que un barrabrava vuele o no, lo da la ficción. Así como hay puristas que te dicen “un barrabrava no es así”. “Ok, pero ¿si en la ficción me dice que vuele?”. “No, no es real”. “Obvio…porque es ficción!”. Si una ficción se compromete con la realidad, tiene que ver con la repercusión e injerencia que tiene en la sociedad.

Veamos. Cuando hicimos “Tumberos”, se dio que pasó algo también en la sociedad. Mínimo, pero se hablo de las cárceles y ciertos problemas. Que haya una ficción que hable de los barras, me parece que también puede tener una injerencia. No sé en qué proporción pero bueno…Una ficción es una ficción. A ver, los libros que recibí eran con una historia esquemática la cual se respetó. Esa seguridad estaba. Dolores Fonzi como una mujer así. Lo que confié fue en que la impronta de Adrián le iba a dar vida a ese esquema. No se puede negar que es de Adrián Caetano pero hubo algo que pasó en la edición….

-¿Cortaron mucho?

-Si, suele pasar pero noté que no había escenas paralelas. ¿Viste que a veces las escenas son “a” y “b”, que dialogan en espacios distantes? Aquí no hay ninguna así. Creo que ahí Netflix metió mano en la edición. No sé qué grado de injerencia tenía Adrián. Me hace ver que todo es un ritmo y acento que me lo pone la edición. Las escenas paralelas te dan un poco de “aire”, de “suavidad” pero acá todo va y va. Es una serie dura, más allá de alguna historia de amor. Tenes una especie de trayecto del héroe que es el del pibe que no tiene escapatoria en un país lleno de mierda. Si vos pensas que es el bueno de la película, se contamina inmediatamente de la maldad de los otros. Esto lo convierte en un relato muy duro. No te diría oscuro pero duro de ver….

-Esto, del “héroe” que se va contaminando, es como un Darth Vader….

-No vi la Guerra de las Galaxias pero tiene el camino del héroe, de cómo va transitando todo. El padre lo odia, los barras lo meten en un agujero podrido y el pibe quiere pero no puede salir. Le pasa con la novia que sufre las consecuencias de todo.

-Recién dijiste que es una serie de malos…

-Si, pero esto según la definición del propio Adrián…

-Si. El que sería el personaje “bueno”, el de Dolores Fonzi, ¡empieza reprimiendo!

– Por eso te digo. Lo que supuestamente es…Acá ¿quién puede ser el “bueno”? ¿El Estado y la policía? ¿Ellos frente a los barras y los narcos? Fijate como todo se mezcla en un pantano donde no hay solución.

-Poniéndonos en un lugar complicado, ¿quién le brinda a la gente una cobertura, un trabajo, identidad o pertenencia? ¿El Estado o la barra?

– ¡Claro! Fijate que es venderle el alma al diablo. También podemos decir, en una sociedad católica, voy por el lado del demonio y me salvo. Hay una maldad que tiñe todo y derrama su poder. La maldad derrama todo lo que toca. El pibe, en su inocencia, va buscando algo, se va tiñendo de esto. Hasta está contento cuando en la ilegalidad total y triste cuando está con su papá, que le dice al principio “no te metas con esa gente que no es el camino”. Se mete en el lado del mal y dice “Esta es la vida”. En ese sentido, las fuerzas vectoras de la acción se van entrecruzando en el mismo pantano.

-¿Te sorprendió la repercusión de la serie? La tiene pero..hasta ahí.

-No sé bien. También podes pensar que este nuevo sistema de plataformas on line, tiene su propio rating. Si consumis Netflix, la misma Netflix manda buenos puntajes. Pero no sé, desconozco el juego.

-Mirandolo a Lomito, ¿no se puede establecer una relación con Willy de “Tumberos” y Lito, de “Sol negro”?

– Mis personajes están emparentados de alguna manera pero trato que no se parezcan. Entre Lomito y Willy, hay algo postural. Fijate que eso lo compré porque me va a separar respeto de lo que había hecho con Caetano en “Tumberos”. En cambio, en “Sol negro”, Lito no tenía ningún tipo de ambición de poder.  Era endeble por donde se lo vea. Los otros son hombres de poder. De ahí que la postura se diferenció. Quizás lo que tengan es una filosofía de ver las cosas igual. Lomito dice frases como “No te quedes en la cómoda”. ¿Qué es eso? Hacé cosas. Es una filosofía medio de Perogrullo. Como que te diga “abrígate en invierno”. Y claro….Willy también tenía ciertas formulas filosóficas que se pueden emparentar con eso pero me parece que es más complejo que Lomito. Me acuerdo que teníamos con Caetano, un invento. Estaba con Daniel Valenzuela (que también está en “Puerta 7” y era mi mano derecha en “Tumberos”) y Mariana A. Le decía a un tercero, “Cuanto más estúpido sos, más inteligente sos”. Te llevo con una trampa a un lugar que creo que es la verdad. Esto, si lo llevamos a otro nivel, son los medios que te meten en un lugar y la estúpida grieta. Es como decir “sos kirchnerista o macrista”. “Ok, no sos nada”, “¿¡ves que sos macrista!?”. No salís de la trampa de los extremos y la bipolaridad.

Malvinas, la lucha continúa.

-¿Cómo está el tema por los veteranos de guerra?

– Es una lucha. Estoy tratando de volver a la primera ley, del teatro de operaciones. Estamos impulsando un proyecto porque hubo cambios en la cámara. Tenemos mucho apoyo de diputados y senadores como la senadora Lucila Crexell, de Neuquen. Desconfió de los políticos aunque algunos me demuestran que laburan por las causas. Veo que no todos están en la misma bolsa y me llama a la reflexión. En estas elecciones, voté al más antipolítico de todos…

-¿A Espert?

– No. Espert menciona a la antipolítica pero es igual que todos. Te estoy hablando de Zamora que habla de la democracia directa a través de un referéndum. Por ejemplo, poder echar a Macri apenas empezó a hablar con el FMI. No tuvimos esa posibilidad e hizo mierda al país. No creo en los políticos pero si en los antipolíticos, que son los que lo demuestran en los hechos.

-Además, apoya a los pañuelos verdes…

-Las mujeres llenaron la plaza porque, gracias al patriarcado de los senadores, no pudieron sacar la Ley del Aborto. Zamora cree en la autogestión y la autodeterminación. Nadie las convocó de la política. Por eso se autoconvocaron y llenaron la Plaza. No podemos permitir que cada cuatro años pase esto y nos esquilmen como lo hicieron. El pueblo se tiene que poner los pantalones largos. Tiene que existir la revocatoria en la Constitución que los políticos sacaron…por motivo obvio. No creo en los políticos pero sí en aquellos que quieren cambiar la política.

-Fuiste a varios programas por el tema “Malvinas” y te dieron con un garrote. Desde el “Belloso ladrón” hasta el “vos no estuviste en Malvinas, no sos excombatiente”. ¿Cómo te sentiste con eso?

– Mirá, solo tengo Instagram. Si veo algo de agresión y falta de respeto, lo elimino. A lo sumo, le mando una puteada y me voy. El tema es que algunos tienen ese discurso y me lo tratan de explicar. Entonces, le contesto. “Mirá, vos pensas esto, esto y esto; yo pienso esto, esto y esto”. Siempre que voy a todos lados, trato de explicar lo mio. Hablamos con respeto y llegamos a una conclusión. Ahora, cambiemos de roles, te pregunto. A los dieciocho años, fuiste a Rio Gallegos a defender la base aeronaval con un cañón antiaéreo. El gobierno te obligó a hacerlo y estabas en una ley pero cuando volviste, ya no estabas más en esa ley porque la habían cambiado y no sos combatiente por más que recibiste órdenes de un superior. ¿Qué hacés?

-Además todos estaban movilizados…

-Si, pero lo estuvimos todos porque nadie nació en Malvinas. Te dicen “movilizado” de manera despectiva. Es más, hubo gente que estuvo en Malvinas en plena guerra y no disparó un solo tiro. Eso no la hace menos veterano que yo. La comprensión te hace ver que esta persona también es veterano y la desplazaron por un decreto que se hizo para repartir menos plata lo cual es aún más miserable. Por ejemplo hay pensiones truchas. Gente que cobra y no estuvo en la guerra. Creemos –y vamos por todos- que hay que abrir los archivos de Malvinas.

-¿Si?

-Si. Argentinos e ingleses. Si bien hay libros de guerra donde los ingleses dicen que, por los que estábamos cuidando el continente, no lo invadieron. Hay que abrir los archivos para ver lo que realmente pasó. También hay un retroactivo que piden los veteranos reconocidos que, si nosotros pedimos lo nuestro, quizás ellos se queden sin eso. Es muy miserable todo este asunto. Por eso hay gente que me manda a putear. La última vez, en TN, me sentaron con un veterano reconocido, que me odia.

-En su momento como voz cantante del reclamo y después, dejaron de llamarte…

-Me siguen llamando pero pasa algo. De la Guerra de Malvinas se habla solo el 2 de abril. Se habla, nos ponemos tristes por la conmemoración. Esa cosa pesada… pero de eso puedo hablar todos los días. Si me llama Radio Pindonga, hablo de «Puerta 7», el Coronavirus y de Malvinas. No lo hago porque no soy mediático de ir llamando para hablar. A los veteranos les pregunto si no se dan cuenta que solo se habla de la Guerra cuando otros quieren que se hable. Garpa que nos pongamos tristes el 2 de abril y no el 20 de mayo, por ejemplo. Quiero reconocimiento de todo esto.

-¡Es cierto!

-Cuando venís de una guerra, estás cargado con lo que viviste o no queres saber nada de eso. Llegué y me deprimí. Mi viejo me sacó de la mejor manera. Me consiguió un laburo, logré mi vocación que era el ser actor, dentro de la mierda que tenía en mi cabeza. Después, se fue pasando hasta que me dije “esto es una injusticia”. Se hizo el primer reclamo con el acampe en Plaza de Mayo. Por más que no me den la pensión, quiero que me reconozcan. Eso no está ocurriendo y me da por el lado de la injusticia. Hay derechos adquiridos como la pensión. No voy a decir que no porque hay compañeros que están hechos mierda a los que ningunean y maltratan. Es muy duro volver de eso. A mi mismo me dijeron. “Ofendes a nuestros muertos” cuando en el continente hubo 17 bajas.

-Por eso te preguntaba sobre tu participación en estos programas. Salía algo tuyo y en los foros de los diarios –que es una caterva de mierda- te destrozaban.

-Esos foros son como los trolls que hacen que mi figura y mi reclamo se vayan desgastando porque hay pensiones truchas y algo que se oculta. Si me pones a alguien con cosas concretas, tengo algo concreto para decir. Estoy más fuerte que nunca para decirle a la gente lo que pasé. Puede ser algo legal, una ley, un decreto pero es lo que me pasó. Con mis 18 años estuve en donde salían los aviones que más daño les hizo a los ingleses. Como no voy a tener miedo de ser un objetivo que en cualquier momento podía ser bombardeado. Por suerte no pasó. También se puede suponer, que tendría que volver muerto para que me reconozcan. Si 17 compañeros que murieron en el continente son considerados “héroes de Malvinas”, vos que estuviste al lado, ¿por qué no sos reconocido? Es tan simple como eso.

Teatro y algo más

-Decis que enseguida de la guerra, empezas a desarrollar tu vocación como actor. ¿Es ahí cuando te metes en el teatro under porteño?

– Cuando vuelvo de la guerra, trabajo y empiezo a querer estudiar actuación. Ahí me rechaza el Conservatorio que me dice que no servía como actor. Vuelvo a trabajar y después me meto en la Escuela de Municipal de Arte Dramático (EMAD) en San Telmo. Tengo la suerte que ahí cerquita de donde estudiaba, se empieza a generar lo que sería después el Parakultural, a dos cuadras. Tuve la suerte de que me acepte la EMAD y después, el ver lo del Parakultural.

-Esto es…85, 86.

-Si. Lo conozco mientras estudio. Cuando estábamos en el Parakultural hacíamos todo el circuito que incluía Medio Mundo Varieté, Cemento, Palladium, Babilonia, el Depósito, después Ave Porco. Era todo un circuito under en el que venía uno y decía “Hay un lugar nuevo que se llama Babilonia. Para actuar tenes que hacer esto y esto”. Vamos! Por lo general, venía Batato Barea con la información. Le decía que era “el que alunizaba en los lugares”. Después íbamos atrás los demás. Estaba Urdapilleta y Tortonese, el dúo que tenía con Damián Dreizik que eran Los Melli, Las Gambas al Ajillo, Los Triciclos Clos.

-Hay mucho mito al respecto, de ese under porteño….

– Si. En realidad el mito es que fue una época que decir cualquier cosa era una bendición. Probar cualquier cosa y que la gente lo festeje…Ahora es muy difícil que vuelva porque ya está todo probado y también contaminado por capas de realidad. 

-Tu última obra tuya, de propia escritura por una temporada, ¿fue “Mundomudo”?

– A ver…si, aunque “Pará fanático” la hice por varios años. Inclusive cuando estaba “Mundomudo” la seguía haciendo. “Ojo” también, acá en Gargantúa.  Pero al día de hoy, mucha gente sigue recordando “Mundomudo”. Capusotto, no se si me lo dice en serio, me dice que es la mejor obra que vio en su vida. Le digo que “bueno” ya que no soy amigo íntimo ni nada pero cada vez que me lo encuentro, me lo dice. Debo creerle! (risas). Además, me gustaba mucho pero el actor la valora más porque era sobre Lon Chaney, mi actor favorito.

-Al día de hoy, no hay mucho por contar. Las obras son como anécdotas largas…

-Cambió todo. No podría decir si fue para mejor o para peor. Ahora se ve en las redes algunas cosas que uno quiere decir. También se ve en teatro pero un teatro…como te decía antes, hay tantas capas que no se valora a gente que trabaja muy profundamente para cambiar una teatralidad y sí a otros que juntan mucha gente. Tampoco hay que desvalorizar lo que ocurre en las redes porque por algo te va a ver la gente.

-¿Por qué hay tantos unipersonales de chicas y no tanto de hombres?

– La mujer ganó un lugar que ya lo tenía muy merecidos y a la vez, de mucho esfuerzo. Pasa como con todos los espacios ganados. Se hace una brecha y un camino. la voz de la mujer se hace oir en muchos lados. El Colectivo de Actrices Argentinas es algo concreto. Cuando pasó lo de Darthes fue algo histórico. Van por la historia y lo veo bien, al mismo tiempo me cuestiono lo que uno hizo. Hay cosas que se piensan que se deben cambiar. Deconstruir un discurso que viene jodiendo desde hace mucho tiempo. Además hay una cuestión de poder.

-¿Como viste la experiencia del microteatro?

– Buena. Está bueno eso que había dicho Szuchmacher respecto a los problemas que te plantea para poder crear. Usar las limitaciones es algo divertido. Es la pequeñez de la obra y del espacio. Después hay algo inquietante que es que te viene a ver gente que nunca va a ver teatro. Es gente que va a un espacio de aventura matizado por el consumo etílico. Está bueno eso. Abre un espectro más del teatro al incluir a gente que, si no fuera de esta manera, no va al teatro. Además soy público de microteatro. Ves cosas potencialmente muy atractivas. Las curadoras tienen su trayectoria y son muy buenas. Por eso lo cuidan muy bien.

-¿Vas a hacer algo en teatro, tele?

-Teatro no sé porque me están proponiendo algunas cosas para actuar pero no para dirigir. En mayo comienza la segunda temporada de “Puerta 7” a filmarla pero todo depende de como esté el tema del coronavirus.

“Puerta 7”. Con Dolores Fonzi, Antonio Grimau, Carlos Belloso, Esteban Lamothe, Juan Gil Navarro y gran elenco. Por Netflix.

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