En Buenos Aires pasan cosas. A veces uno se entera por circunstancias relacionadas a su actividad o simplemente porque la casualidad metió la cola. De esta manera y con esta impronta, se relatarán historias y hechos varios dignos de mención.
En la edición pasada de El Caleidoscopio, habíamos recomendado en nuestra agenda a “La linterna mágica”, un muy interesante proyecto con el que, a través de una actividad que incluye cine, música en vivo, una obra de teatro, se busca la integración de los chicos. El proyecto viene de Suiza y es el primer club de cine para niños.
Junto con Vicky (y su mamá, Natalia), nos dirigimos al Centro Cultural Konex el pasado sábado. El tiempo no ayudó en lo más mínimo pero no impidió que alrededor de doscientos chicos se hicieran presentes para presenciar la primera función de “La linterna mágica”. En este caso, correspondió a la genial “Tiempos Modernos” de Charles Chaplin.
Los niños ingresan a la sala de cine del Konex solos, mientras los padres esperan afuera, tomando algo en el bar o dando un paseo hasta que se haga la hora de la salida. La organización es muy buena. No se produce un desbande de niños aullando y gritando por todos lados con el caos que esto trae. Los organizadores son jóvenes capacitados que mantienen una excelente relación con los pequeños y también con los adultos. Con paciencia y buena predisposición se resuelven todos los inconvenientes que puedan llegar a surgir.
Muchos de estos chicos vienen de distintas escuelas junto con maestras que también esperan fuera mientras los nenes miran la peli.
Tuvimos la chance de ver la forma en que se desarrolla la actividad. La misma cuenta con música en vivo y se le brinda a cada chico una revista que tiene ilustrada, en forma de comic, la película que verá a continuación. De esta forma, se da comienzo a una función completa en la que una animadora, micrófono en mano, va explicando los contenidos de la revista e interactuando con los chicos que, según la actividad, subirán al escenario.
Como todos bien saben, “Tiempos Modernos” tiene mucho contenido el cual es desarrollado de manera lúdica y amena con situaciones teatrales.
De repente, se apaga la luz y se anuncia el principio de la película. Dejar a los chicos solos en una sala de cine con la pantalla en blanco y negro, sin pochoclos ni coca –una de las “reglas” del club es que no se come ni se bebe– podría ser una experiencia fugaz. Pero la gente de La Linterna mágica se esmera para que se convierta en un hábito placentero. Es una idea de formar espectadores y que los chicos aprendan a mirar cine, no a consumirlo. Recordemos que, lamentablemente ir al cine significa ir a una galería del consumismo y caprichos varios.
La banda compuesta por cinco músicos le pone su toque distintivo a la película ya que, siendo (casi) muda, le permite incorporarle música ilustrativa. Pero ojo, esa música que suena podrá tener aires de bossa nova o incluso algún tema de Piazzolla.
Este cronista no pudo menos que sorprenderse con dos cosas:
1-Los chicos miraron toda la película sin mayores inconvenientes. Si alguno necesitaba ir al baño, lo acompañaba algún adulto de la organización y volvía a la sala a continuar viendo la película.
2- A la salida, en la parte delantera, el patio del Konex, no había papeles en el piso. Sorprendente, no? No es sorpresa, es educación. Nada más que eso.
Terminó la función y salimos para la Av Corrientes. Vicky estaba contenta. Hasta empezó a planear a cuales de sus amiguitos invitaría para la próxima función de “La linterna”. Ellas siguieron su camino mientras que a mi me esperaba el Sarmiento.
Para los interesados en comunicarse con “La Linterna Mágica”, estos son los números.
Tel: 3526-0382
Mail: socioslinternamagicaargentina@gmail.com
Web: www.linterna-magica.org
Me encantó!