Panorama ESCENA: una radiografía sobre las condiciones de producción

La investigación realizada en noviembre del 2020 permite conocer cómo es el público que asiste a las salas de teatro independiente. Un disparador para pensar programaciones y políticas culturales.

Por Erika Eliana Cabezas

Espacios Escénicos Autónomos (ESCENA) llevó adelante un estudio para conocer, proyectar y pensar modos más eficientes de gestión de las propias salas y políticas públicas que favorezcan el desarrollo del sector. Los resultados arrojados expusieron la influencia de los gestores y programadores en la escena cultural, como así también la necesidad de pensar la experiencia de ver una obra como una salida cultural.


La investigación se basó en un cuestionario, difundido en las redes oficiales de ESCENA durante el mes de noviembre de 2020, que se realizó a 600 personas asiduas de la cultura independiente en la Ciudad de Buenos Aires. También contó con la ejecución de dos grupos focales de seis integrantes, encuestas internas y capacitaciones. “Esto es un insumo más de una gran batería de herramientas”, aseguró Sabrina Cassini,coordinadora de la investigación.

“Aparece un perfil muy claro sobre quienes son los públicos que circulan por las salas de ESCENA o salas de un teatro independiente. Hay mucho caudal cuando hablamos de teatro independiente en la Ciudad de Buenos Aires. Acá estamos hablando de un tipo de espacio y público que circula, que es parte de esta comunidad, que son hacedores y creadores”, explicó la socióloga y gestora cultural. Agregó que “eso nos da una definición para trabajar. Para reafirmarlo o para salir a buscar nuevos públicos”.

El 80% de las personas que participaron de la encuesta tiene entre 18 y 50 años de edad, con una franja etaria predominante entre los 31 y 40 años. “ Creo que va de la mano en la edad de las personas que gestionan estos espacios. Este universo más grande que aparece corresponde a la edad de los gestores y de las gestoras de estos espacios”, explicó Cassini. 
Según los datos arrojados, hay una relación vinculante entre el lugar de residencia del público y la ubicación geográfica de las salas de ESCENA. Aún así, un 15% del público vive en la provincia de Buenos Aires. “Aparece siempre muy fuerte la participación del conurbano bonaerense, lo que nos da también una idea de horario de programación, necesidades para la accesibilidad, circuitos”, remarcó.

“Me gusta trabajar mucho con el concepto de comunidades culturales. Somos parte de las mismas necesidades. Una persona que un día es actriz de un proyecto, otro día es directora de otro proyecto y un día es público”, expresó la intérprete escénica.
Durante el aislamiento social, preventivo y obligatorio (ASPO), un 70% de las personas encuestadas vio obras escénicas de manera digital. La mitad consideró la modalidad como “poco atractiva”, mientras que el 45,5% la catalogó como “medianamente atractiva”. “Tiene que ver con que es un público muy hacedor, muy crítico, y que necesita también la presencialidad. Como medio en contradicción a eso, está costando salir a esa presencialidad”, manifestó Sabrina Cassini.

“Por una cuestión de prejuzgar, pensé que iba a ser más alto el que iba a ser regular. Eso nos está hablando de que es un público muy exigente, porque tiene un ojo muy crítico, porque está formado en esto. No es que un público va esporádicamente a ver artes escénicas, es un público que va frecuentemente todos los meses o casi todos los meses”, contó. 
Además, la coordinadora de la investigación afirmó que es importante pensar el ver obras escénicas como una salida cultural. “El 75 por ciento dice que después sale a comer o a tomar algo. Siempre en el teatro tenemos ese problema de traccionar nuevos públicos. Yo creo que la clave es poder entenderlo como una experiencia de una salida cultural y no el mero hecho de la obra. Si podemos tomar un poco más de perspectiva, tal vez podamos enganchar nuevos públicos”, sostuvo.
Y continuó: “Ahí propongo, de manera alternativa, que pensemos la comunicación de la obra con un combo que tenga que ver con esto de la salida, y también les simplificamos algo de estos gastos. Me parece que cada caso es distinto, pero que viene una llave para poder pensarlo de manera diversa y entender de porque quieren hacer eso. Y un poco porque se termina la experiencia, porque terminan hablando, porque se quieren ir a encontrar”.

Sabrina Cassini destacó que “a las personas les gusta ir al teatro les gusta ese momento de compartir”. “Las personas que vamos frecuentemente al teatro muchas veces vamos solas, y no hace falta que me encuentre con un conocido. Me puedo poner a charlar con cualquiera un minutito sobre la obra. Y eso es lo que en la virtualidad fue muy difícil de encontrar”, aclaró.
“Nuestro paso siguiente es empezar a hacer una campaña de concientización al público y de volver a erotizarlo para que tenga ganas de volver al teatro. Los primeros que tenemos miedo son los que estamos adentro, porque el público tiene que ver con nosotras y con nosotros también”, confesó. 

La investigación la pueden ver aqui: https://www.escena.com.ar/panorama-escena/ 


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