Disco: “Perderte otra vez” por Artistas Varios.

Esta es la primera vez que hacemos desde el Caleidoscopio, una mención sobre la banda de sonido de una obra de teatro. ¿El motivo? La obra es de muy buena calidad (vease http://elcaleidoscopiodelucy.blogspot.com/2011/06/perderte-otra-vez-teatro.html ) y la música es parte fundamental de la misma pero, a diferencia de tanta obra de multimedia que anda por ahí, no es un videoclip en escena sino que “dialoga” con la puesta y se tiran “paredes” para la creación de sentido que implica la obra en si.

Los que tenemos un poco más de treinta, hemos escuchado alguna vez los temas del disco, ya sea en alguna recopilación de los años 80 o en alguna publicidad. De esta manera, tomando el último caso, saltará el imaginario con “Que me importa del mundo” de Rita Pavone. Las letras tendrán su correlato con el momento de la obra en que se las escucha. De esta manera, sonarán “Ay, cosita linda” y “Aquellos ojos verdes” del gran Nat King Cole o el clásico sin tiempo de “Besame mucho” (tema que grabaron hasta los Beatles antes de saltar a la fama).
La diosa de la canción italiana, Mina, no podía estar ausente de esta selección y dice presente con “L’importante e finire”, una balada que tiene un toque de vals y cierta cadencia blusera. La voz de Mina, no requiere mayor elogio de los que ya ha recibido.
Las letras de las canciones hablan del amor, pero con un lenguaje particular. Algunos dirán que es meloso y otros dirán que es apasionado pero no pasa desapercibido de ninguna manera. Si de (des) amor hablamos, el tango también se guarda una página con “Yo no se que me han hecho tus ojos”, de Francisco Canaro, con Ada Falcón poniéndole el cuerpo y el alma a un tango de aquellos.
Una perla es “Ron & Coca Cola” de Arielle Dombasle que le pone un poco de “sabor” al disco con una canción que, lo menos que hace, es despertar una sonrisa.
Visceralidad y despecho encuentran en Olga Guillot para que el dolor salga del sufrimiento y se convierta en una canción de aquellas. “Voy” se llama la canción y se convierte en un himno al sufrimiento con imágenes por demás elocuentes como “voy a poner un hierro candente/en los ojos/un hierro candente/pues mil veces prefiero/estar ciego que volver a verte”. Dentro de la misma temática pero al ritmo de una ranchera, “Floricanto” también tiene lo suyo.
Con Camilo Sesto cantando “Vivir así es morir de amor”, se llega a la conclusión que la elección del repertorio es la exacta porque da con la tecla a las sensaciones que se viven no solo en la puesta sino a posteriori de haberla visto.
El broche de oro lo pone una gran orquesta que antecede al “No me voy sin bailar” de la gran Ana Belén. Como última canción del disco, le pone el toque de alegría para una puesta excelente en la que no se desea que quede una imagen de tristeza sino de un optimismo para los tiempos que vendrán. Nada mejor que escuchar “Que salga el sol si quiere salir/no es que yo esté borracha de anír/Por más que insistas no me voy a dormir/prefiero un dolor que estar junto a ti/no me voy a quedar/oh sin bailar” para saber que la vida continúa, con nuevas páginas para escribirse en el libro de la historia de cada uno.
El disco lo pueden adquirir cuando van a ver la obra con lo cual el disfrute es doble.

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