Que los Auténticos Decadentes le brindaron su impronta y fueron los cuasi creadores –no hay que olvidar a Los Twist pero en distinta época y características- de un estilo basado en el humor, la ironía y los guiños con el público no cabe la menor duda. A partir de allí, varios grupos siguieron este camino abierto por Cucho y sus muchachos como Los Parraleños, por citar algún ejemplo.
“Los hijos de Borges”(Félix Torre en guitarra de cuerdas de nylon y voz; Alfonso Ollúa en el bajo y coros; Julián López Di Muro en trompeta y coros y Aki Guerineau en percusión y coros) navegan en estas aguas pero con un abordaje diferente, basado en un abanico musical más “refinado” por decirlo de alguna manera pero manteniendo las letras humorísticas.
En “Voy a acabar conmigo”,varios sonoridades acompañan a las canciones. El primer tema es ilustrativo con respecto a lo dicho ya que se llama “Adicto al sexo” con aires cercanos al funk con percusiones varias hacia la mitad del tema. Las combinaciones de las más inesperadas se dan como en “Autocrítica” que toma cierto rítmo de candombe al que mezcla con violines y cello. En “Hay”, la onomatopeya y el verbo se entrelazan para conformar el espíritu de la canción mientras la trompeta dibuja la melodía por sobre frases como “Hay…una ensalada que me gusta; es muy simple, tiene lechuga y tomate”.
En el tema que da nombre al disco, se escucha “Mi cuerpo y mi alma están trastornados en torno al trueque” sobre un ritmo balcánico al estilo Kusturica. Una queja de bandoneón abre el camino para “Rebelión en la granja” para mestizarse con una bossa matizada con sonidos de feria, con un sonido agradable. “No es cuestión que sea una poronga” tal como versa la canción al principio y definitivamente no lo es. El disco está bien tocado, con un sonido interesante en cuanto a la búsqueda de las distintas sonoridades. Esto hace que los temas sean generalmente de más de cuatro minutos. Solo dos de los diez temas que conforman la placa bajan de dicha duración. El “intermetzo” es uno de los puntos más logrados del disco, con mucha simpatía y una cadencia en la guitarra que atrapa junto con la historia que se relata. Con “Torre Pene” se va de un sonido circense a una polka, idea para pegarla junto con “Voy a acabar conmigo” y bailar un buen rato. “Malas ideas” y “Todo llega” son los dos temas más cortos del disco. El primero con un aire folklórico mientras que el segundo tiene una buena labor vocal. Como no podía ser de otra manera, “Terapia grupal” tiene todo lo que puede entrar en una letra más “seria” en su temática ligada a los deseos de una vida propia y felíz paralelamente a una vida bastante miserable. “Yo sufrí el doble, por ser más sensible, hasta los quince, meaba la cama”. La música, en este tema, es de una impronta urbana con una voz acorde al clima de la misma.
Con un álbum agradable y simpático, “Los nietos de Borges” se mantiene dentro de lo que sería un grupo para pasar un muy buen rato; que en un punto se contacta un poco con la Bersuit de los primeros años. Con buena instrumentación y letras humorísticas, apelará a un público determinado que será cómplice de todos estos guiños. El estreno de este disco se hará en El Cubo, durante diciembre.
Con un álbum agradable y simpático, “Los nietos de Borges” se mantiene dentro de lo que sería un grupo para pasar un muy buen rato; que en un punto se contacta un poco con la Bersuit de los primeros años. Con buena instrumentación y letras humorísticas, apelará a un público determinado que será cómplice de todos estos guiños. El estreno de este disco se hará en El Cubo, durante diciembre.
Sábados 4 y 11 de diciembre, 23 hs y sábado 18, 0.30 hs. El Cubo, Zelaya 3053.