La fusión siempre es bienvenida en el marco de la calidad tanto creativa como interpretativa. Al respecto, Igor Gnomo, el virtuoso guitarrista bahiano está presentando “Formiga Preta”, su muy buen tercer disco en el que confluyen la improvisación del jazz y la potencia del rock al tiempo que integra elementos de la música del nordeste brasileño. En una charla distendida con ECDL, Gnomo da cuenta de la génesis del álbum, sus influencias, la visión del jazz, las nuevas tecnologías y la autenticidad en relación con el purismo de los géneros musicales.
-Igor, contame cómo surge “Formiga Preta”
– Nació de la idea de que la música instrumental en Brasil es pequeña pero provoca y, como las hormigas, cuando trabajamos juntos obtenemos buenos resultados. Esta obra llegó a marcar una nueva etapa en mi trayectoria musical. No se construyó sola sino con otras «hormigas». Al principio iba a ser un EP, pero luego aparecieron otras cuatro composiciones durante este momento de pandemia y eso me hizo llegar al resultado del álbum.
– Pasaron tres años de tu anterior trabajo. ¿En cuánto “aceleró” el confinamiento por el covid la aparición de tu tercer disco?
-El disco iba a salir a la venta en 2020, pero la pandemia cambió todos mis planes, y también fue un momento de reflexión para componer más sonidos. Ojalá hubiera lanzado otras cosas antes, pero no estaba encontrando el momento adecuado para escribir y ser más objetivo.
– Cómo es tu relación con el estudio de grabación? ¿Lo vivís con comodidad o es un
momento de una presión diferente y extra al “vivo”?
-Amo el ambiente de grabación. El estudio es algo que siempre ha estado presente en mi vida. Siempre tuve una rutina de grabación en diferentes situaciones, y con la expansión tecnológica terminé creando mi propio estudio en mi casa. Allí grabé casi todas las guitarras de “Formiga Preta” así como otros trabajos de varios lugares de Brasil. Realmente extraño actuar en festivales, teatros y escenarios y el estudio no cumple este deseo. Espero que se pueda volver lo antes posible a la rutina del escenario y el estudio.
– ¿Qué fue más complicado, la selección de los temas o los arreglos de los mismos?
-La elección de las canciones fue un poco más difícil; el álbum aporta un sonido pertinente al Jazz, al Rock y a la música del Nordeste brasileño. Tengo muchas influencias, desde Hendrix, Led Zeppellin, Mike Stern, Miles Davis, música brasileña (Hermeto Pascoal, Dominguinhos, Gilberto Gil), así que poner todas estas influencias en un solo resultado es muy complicado. Los arreglos surgen cuando estoy componiendo y, cuando presento la composición a los músicos, les permito que agreguen sus ideas para llegar a un resultado final. Termina fluyendo muy bien.
– ¿Qué equipo de guitarra estás usando?
– Estoy usando un guardabarros Telecaster que tiene un sonido demoledor muy típico, un Gibson Les Paul Goldtop Standard, Eric Johnson Fender, Epiphone Sheraton II, los efectos provienen de un HX Stomp (Line 6), Pog 2, Delay Strymon Time Line, AC Plus (Xotic), y el altavoz Marshall con amplificador T-Miranda (marca brasileña). También suelo utilizar un Vox AC30.
– Una buena cantidad de guitarristas se vuelven cantantes. ¿Te ves encarando esta faceta?
-Confieso que no tengo aptitudes para el canto. Admiro mucho a guitarristas como John Mayer, Eric Johnson, entre muchos otros, pero acabo quedándome en el equipo de Carlos Santana, solo con la parte instrumental.
– Al día de hoy, ¿crees que el jazz sigue manteniendo esa aura elitista que tenía en otros tiempos?
-El jazz tomó alas aún más grandes después de 1975 y todas las sumas de Miles Davis, Chick Corea y los arquitectos del jazz fusión contribuyeron aún más a la libertad de expresión en el género. Hoy veo a muchos artistas que unen el Hip Hop con el jazz de una manera hermosa, así como nosotros buscamos unirnos con la música del noreste brasileño y las matrices africanas. Estos aspectos hacen que el Jazz se reinvente cada día sin perder su encanto.
El jazz tomó alas aún más grandes después de 1975. Todas las sumas de Miles Davis, Chick Corea y los arquitectos del jazz fusión contribuyeron aún más a la libertad de expresión en el género. Hoy veo a muchos artistas que unen el Hip Hop con el jazz de una manera hermosa, así como nosotros buscamos unirnos con la música del noreste brasileño y las matrices africanas. Estos aspectos hacen que el Jazz se reinvente cada día sin perder su encanto.
– Sos un músico inquieto y curioso, de búsqueda constante, ¿qué pensás de aquellos que no se abren a nuevos sonidos, diciendo que son “auténticos”?
-Respeto la opinión de los puristas, pero creo que es necesario abrir los ojos, los oídos y el corazón a las transformaciones. La música permite una posibilidad infinita de combinaciones de sonidos. Cada laboratorio e investigación es fundamental para que tengamos nuevas experiencias. Aquí en Brasil, cada día nacen miles de nuevas composiciones y las plataformas están abarrotadas. Así me permito conocer un sonido nuevo diariamente. Para un músico, esto es fundamental aunque tenga su identidad. Es poder disfrutar de otras obras sin prejuicios.
-¿Qué opinión tenés respecto al rol de las redes sociales y las plataformas digitales en
relación a la difusión y al acceso del público a la música?
-Es muy importante hacer un uso correcto de la herramienta (redes sociales). Utilizarla a nuestro favor como una forma de acercarnos al público. Cuando nos convertimos en esclavos de la herramienta, ya no es tan interesante; en tiempos de pandemia, cada movimiento en las redes es muy importante. Pero nada sustituye al consumo de arte en persona. Tenemos la posibilidad de conocer gente, escuchar y ver cosas diferentes, y eso es bueno, pero no reemplaza el calor humano.
– ¿Lo ves al streaming quedándose de manera permanente o sólo para esta ocasión
extraordinaria?
– Me parece que llegó para quedarse y evolucionar. Será un vehículo de velocidad en la información y espero que mejore en cuanto a la valoración de los artistas. Es necesario tener obras en los canales de streaming para su expansión, caso contrario será muy difícil.
– Sos docente y profesor de música. ¿En cuánto ha influido la tecnología en la creatividad de los jóvenes músicos?
-La tecnología salvó este momento actual. Si hubiéramos tenido una pandemia hace unos años habría sido muy complicado mantener la comunicación y la misión en la educación. También hay que tener mucho cuidado con la cantidad de información en las redes. Muchas veces me encuentro con alumnos que quieren estudiar solos sin el apoyo de un profesor, solo con la tecnología y el resultado a veces es malo. La tecnología es una herramienta para un buen uso y no el único medio de información.
– Al día de hoy, ¿hay más estudio o más talento en los músicos emergentes?
Veo más gente emergente, buscando conocimiento a corto plazo sin tanta dedicación. Por lo general, aprenden un tema nuevo y luego corren a las redes sociales para demostrar su «dominio». Todo es muy rápido, para lograr los mejores resultados es necesario el milagro de la repetición, insistiendo en los mejores resultados posibles. Aquí en Brasil los videos de más de 2 minutos ya son algo extenso para la gente en las redes sociales. Entonces, necesitas reducir la velocidad.
– ¿En qué lugar de la música ubicás al virtuosismo?
-Suelo dividir la música entre la parte de diálogo, donde trato de tocar las emociones de la gente, y en algunas partes dejo que la improvisación sea más fluida. Ahí es donde trato de insertar el virtuosismo y la filosofía del jazz.
-La pandemia es un rasgo ineludible en estos momentos. ¿Crees que podría haber surgido el disco en una etapa de “normalidad”?
-La pandemia cambió nuestros sentimientos, nuestras rutinas y costumbres. Esto influye en nuestra forma de componer. Por eso, el disco no sería el mismo. Las cosas que se grabaron durante la pandemia tienen otro significado, por ejemplo la canción «Cura», terminé componiéndola mientras esperaba noticias sobre vacunas. Es uno de los temas del álbum que más sentimientos despierta.
-¿Cómo estás viviendo este momento de pandemia?
-Aprovecho para componer más, estudiar diferentes temas y poner en práctica viejas ideas. Estamos siguiendo todas las medidas para que pronto sea posible volver a la normalidad tras varios meses en reclusión y tratando de no amontonarse. Es hora de pensar en el lado más humano y los momentos de paz en el mundo y en casa.
– ¿El músico debe estar fuera o en contacto con su contexto para desarrollar su arte?
-La conexión con lo que se quiere propagar es necesaria. Todo arte se hace realidad cuando buscamos expresar lo que realmente experimentamos. No creo que pueda actuar sobre algo que no transmita la verdad o mis ideologías.
– ¿Te imaginas “el día después” de la pandemia?
-Me lo imagino casi todos los días. Tengo muchas ganas de que sea posible salir a la calle con seguridad y volver a abrazar a la gente. Poder hacer shows y dialogar sin distanciarme. Escribí el guión del programa de este álbum (Formiga Preta) imaginando todos los detalles para entregar lo mejor al público.
-Si no eras músico, ¿qué hubiera sido de tu vida?
-Si la música no fuera mi filosofía de vida, ciertamente estaría involucrado con el arte de alguna manera, produciendo o cuidando para que otras personas puedan lograr mejores resultados. Amo la creación.
-Si por la puerta de tu casa entrase el Igor adolescente, ¿qué le dirías? ¿Algún consejo o recomendación?
– Le recomendaría seguir realmente la intuición del corazón: elegir vivir el arte, estudiar e investigar sin límites conducen a grandes resultados. “Disfruta cada momento con intensidad y sobre todo el tiempo libre para los estudios”.
– Nació de la idea de que la música instrumental en Brasil es pequeña pero provoca y, como las hormigas, cuando trabajamos juntos obtenemos buenos resultados. Esta obra llegó a marcar una nueva etapa en mi trayectoria musical. No se construyó sola sino con otras «hormigas». Al principio iba a ser un EP, pero luego aparecieron otras cuatro composiciones durante este momento de pandemia y eso me hizo llegar al resultado del álbum.
-El disco iba a salir a la venta en 2020, pero la pandemia cambió todos mis planes, y también fue un momento de reflexión para componer más sonidos. Ojalá hubiera lanzado otras cosas antes, pero no estaba encontrando el momento adecuado para escribir y ser más objetivo.
momento de una presión diferente y extra al “vivo”?
-Amo el ambiente de grabación. El estudio es algo que siempre ha estado presente en mi vida. Siempre tuve una rutina de grabación en diferentes situaciones, y con la expansión tecnológica terminé creando mi propio estudio en mi casa. Allí grabé casi todas las guitarras de “Formiga Preta” así como otros trabajos de varios lugares de Brasil. Realmente extraño actuar en festivales, teatros y escenarios y el estudio no cumple este deseo. Espero que se pueda volver lo antes posible a la rutina del escenario y el estudio.
-La elección de las canciones fue un poco más difícil; el álbum aporta un sonido pertinente al Jazz, al Rock y a la música del Nordeste brasileño. Tengo muchas influencias, desde Hendrix, Led Zeppellin, Mike Stern, Miles Davis, música brasileña (Hermeto Pascoal, Dominguinhos, Gilberto Gil), así que poner todas estas influencias en un solo resultado es muy complicado. Los arreglos surgen cuando estoy componiendo y, cuando presento la composición a los músicos, les permito que agreguen sus ideas para llegar a un resultado final. Termina fluyendo muy bien.
– Estoy usando un guardabarros Telecaster que tiene un sonido demoledor muy típico, un Gibson Les Paul Goldtop Standard, Eric Johnson Fender, Epiphone Sheraton II, los efectos provienen de un HX Stomp (Line 6), Pog 2, Delay Strymon Time Line, AC Plus (Xotic), y el altavoz Marshall con amplificador T-Miranda (marca brasileña). También suelo utilizar un Vox AC30.
-Confieso que no tengo aptitudes para el canto. Admiro mucho a guitarristas como John Mayer, Eric Johnson, entre muchos otros, pero acabo quedándome en el equipo de Carlos Santana, solo con la parte instrumental.
-El jazz tomó alas aún más grandes después de 1975 y todas las sumas de Miles Davis, Chick Corea y los arquitectos del jazz fusión contribuyeron aún más a la libertad de expresión en el género. Hoy veo a muchos artistas que unen el Hip Hop con el jazz de una manera hermosa, así como nosotros buscamos unirnos con la música del noreste brasileño y las matrices africanas. Estos aspectos hacen que el Jazz se reinvente cada día sin perder su encanto.
El jazz tomó alas aún más grandes después de 1975. Todas las sumas de Miles Davis, Chick Corea y los arquitectos del jazz fusión contribuyeron aún más a la libertad de expresión en el género. Hoy veo a muchos artistas que unen el Hip Hop con el jazz de una manera hermosa, así como nosotros buscamos unirnos con la música del noreste brasileño y las matrices africanas. Estos aspectos hacen que el Jazz se reinvente cada día sin perder su encanto.
-Respeto la opinión de los puristas, pero creo que es necesario abrir los ojos, los oídos y el corazón a las transformaciones. La música permite una posibilidad infinita de combinaciones de sonidos. Cada laboratorio e investigación es fundamental para que tengamos nuevas experiencias. Aquí en Brasil, cada día nacen miles de nuevas composiciones y las plataformas están abarrotadas. Así me permito conocer un sonido nuevo diariamente. Para un músico, esto es fundamental aunque tenga su identidad. Es poder disfrutar de otras obras sin prejuicios.
relación a la difusión y al acceso del público a la música?
-Es muy importante hacer un uso correcto de la herramienta (redes sociales). Utilizarla a nuestro favor como una forma de acercarnos al público. Cuando nos convertimos en esclavos de la herramienta, ya no es tan interesante; en tiempos de pandemia, cada movimiento en las redes es muy importante. Pero nada sustituye al consumo de arte en persona. Tenemos la posibilidad de conocer gente, escuchar y ver cosas diferentes, y eso es bueno, pero no reemplaza el calor humano.
extraordinaria?
– Me parece que llegó para quedarse y evolucionar. Será un vehículo de velocidad en la información y espero que mejore en cuanto a la valoración de los artistas. Es necesario tener obras en los canales de streaming para su expansión, caso contrario será muy difícil.
-La tecnología salvó este momento actual. Si hubiéramos tenido una pandemia hace unos años habría sido muy complicado mantener la comunicación y la misión en la educación. También hay que tener mucho cuidado con la cantidad de información en las redes. Muchas veces me encuentro con alumnos que quieren estudiar solos sin el apoyo de un profesor, solo con la tecnología y el resultado a veces es malo. La tecnología es una herramienta para un buen uso y no el único medio de información.
Veo más gente emergente, buscando conocimiento a corto plazo sin tanta dedicación. Por lo general, aprenden un tema nuevo y luego corren a las redes sociales para demostrar su «dominio». Todo es muy rápido, para lograr los mejores resultados es necesario el milagro de la repetición, insistiendo en los mejores resultados posibles. Aquí en Brasil los videos de más de 2 minutos ya son algo extenso para la gente en las redes sociales. Entonces, necesitas reducir la velocidad.
-Suelo dividir la música entre la parte de diálogo, donde trato de tocar las emociones de la gente, y en algunas partes dejo que la improvisación sea más fluida. Ahí es donde trato de insertar el virtuosismo y la filosofía del jazz.
-La pandemia cambió nuestros sentimientos, nuestras rutinas y costumbres. Esto influye en nuestra forma de componer. Por eso, el disco no sería el mismo. Las cosas que se grabaron durante la pandemia tienen otro significado, por ejemplo la canción «Cura», terminé componiéndola mientras esperaba noticias sobre vacunas. Es uno de los temas del álbum que más sentimientos despierta.
-Aprovecho para componer más, estudiar diferentes temas y poner en práctica viejas ideas. Estamos siguiendo todas las medidas para que pronto sea posible volver a la normalidad tras varios meses en reclusión y tratando de no amontonarse. Es hora de pensar en el lado más humano y los momentos de paz en el mundo y en casa.
-La conexión con lo que se quiere propagar es necesaria. Todo arte se hace realidad cuando buscamos expresar lo que realmente experimentamos. No creo que pueda actuar sobre algo que no transmita la verdad o mis ideologías.
-Me lo imagino casi todos los días. Tengo muchas ganas de que sea posible salir a la calle con seguridad y volver a abrazar a la gente. Poder hacer shows y dialogar sin distanciarme. Escribí el guión del programa de este álbum (Formiga Preta) imaginando todos los detalles para entregar lo mejor al público.
-Si la música no fuera mi filosofía de vida, ciertamente estaría involucrado con el arte de alguna manera, produciendo o cuidando para que otras personas puedan lograr mejores resultados. Amo la creación.
– Le recomendaría seguir realmente la intuición del corazón: elegir vivir el arte, estudiar e investigar sin límites conducen a grandes resultados. “Disfruta cada momento con intensidad y sobre todo el tiempo libre para los estudios”.