Daniel Brandimarte: Los últimos cinco segundos de un dios.

Si bien es arquitecto de origen, Daniel Brandimarte es un historietista reconocido. Acaba de publicar “Fin”, sobre los últimos instantes de una vida de un ser por demás particular. Pero también ha trabajado para Diego Maradona,  Pelé, el Alto Palermo y Loreal. Es escultor, diseñador, realizador de cuchillos y hasta fue doble en cine. Bienvenidos al sorprendente Brandimarte’s World. 

Fotos: Laura Tenenbaum

-Daniel, ¿cómo surge “Fin”?

– Esto empezó hace más de diez años. El inicio fue la facultad de Arquitectura. Estudiaba con unos filósofos, los utopistas, que pensaban ciudades y las armaban pero no funcionaban. Entonces dije “las voy a armar y las voy a hacer funcionar”. Esa fue la idea inicial. Después, con el tiempo, fui dibujando y diseñando la ciudad que se llamaba Polipolis (“muchas ciudades”). Después fue el cerebro de un tipo a punto de morir. Se llamó El Demiurgo pero la gente no sabía que era. Entonces, quedó “Fin”. Pero todo esto me llevó más de diez años. Había todo tipo de apuntes y el trabajo siempre me devoró. En los últimos dos años se redondeó la historia del texto, de un ser que se muere y en esos cinco segundos, le pasa la vida frente a él. Para el texto me ayudó Fernanda Rebul, que es filósofa y epistemóloga.


-¿Siempre pensaste que iba a ser un dios el protagonista?

– En realidad, todos somos dioses de los organismos, de nosotros mismos. Contenemos universos asi como lo hace ese Demiurgo. Ese hombre que se ahoga, en realidad, es la humanidad.


-Cada cuadro de la historieta es una historia en si misma….

– Le doy mucha importancia al dibujo. La historia no es fácil de entender. Mucha gente me dijo que hay un tipo pidiendo auxilio y llega su pedido a una chica en Nueva York. ¡Y tiene razón! Como se da cuenta una persona que está dentro del cerebro. Como si fuera cine pero no lo es. Si fuera cine, sería como una cámara que se mete adentro.


-¿Cómo te trató la crítica?

– Muy bien. La expuse Tecnópolis, con Comicópolis. Hace poquito recibí un mail de una brasilera que quiere conseguir las ojotas amarillas que aparecen en la historieta, en San Pablo y no las consigue en ningún lado asi como los puestos de venta en su ciudad. La historieta está editada por mi y no llega a San Pablo. En las librerías se está vendiendo bien. La tiene Entelequia y después hay un distribuidor.


-“Fin” tiene una concepción muy artesanal para todo aquél que la lea….

– Lo podes ver aquí, que estamos en mi taller y está todo a la vista…..pero también es una herramienta más. La computadora emula la tinta, la birome, el oleo o la acuarela. Pones la función “acuarela” y te hace acuarela. Lo único es que no tiene el gusto de la acuarela cuando te pones el pincel en la boca. Acá no la sentís. Igual, me gusta sentir el papel, el gusto de la acuarela, probar. No tengo nada en contra de la computadora.

Los originales que ves ahí, en la mesa, en la computadora no existen. Tenés un papel donde el chabón puso un color. De hecho, hay pintores que hacen pintura digital. Aparte, con la acuarela no te podes equivocar. Con el óleo podes borrar pero con la acuarela, el papel te lo chupa y no se puede. Además, va por donde vos calculas que puede ir y también depende de la cantidad de carga de tinta. Eso se ve en el dibujo, que hay una acción mecánica. Eso se puede ver en el trazo aunque también hay lápiz óptico.


-¿Qué técnicas utilizaste para “Fin”?

– Acuarela y tinta, pero la tinta es una muy buena, holandesa. Tiene un resultado parecido a la acuarela pero no tiene el pigmento, tipo polvo que se advierte en la acuarela. Esta es más pura. Ah! Y también tinta china Winsor & Newton.


-¿El comic tiene en la Argentina, la masividad y difusión que en otros países?

– Hay poca gente acá. No tiene la masividad de Estados Unidos y otros países. Por ejemplo, para conseguir una pluma, me tengo que ir. No hay acá. ¿Cuántos dibujantes seremos? ¿Mil? Ponele. En Estados Unidos hay cuarenta mil dibujantes por lo cual hay un mercado…y hay plumas, ¿si? Acá no. En los últimos años, hubo una importante difusión. Comicópolis hizo mucho al respecto. No sé qué va a pasar ahora pero los historietistas están atentos a que no se siga, lo cual sería una pena. Se le dio mucha difusión a los artistas y la gente respondió. Lo que se hizo en Comicópolis fue maravilloso y estoy muy agradecido.


-¿Tenes referentes dentro del comic?

– Si. Mi maestro fue Horacio Altuna. Hugo Prat es lo más grande. Después, cada uno tiene lo suyo. La anatomía de Paolo Serpieri en su historieta “Drunna”…Hay muchos…


-Sos arquitecto pero ¿el dibujo siempre acompañó a la arquitectura o fue al revés?

– En el fondo, el dibujo va llevando a la arquitectura pero ésta estructura ese fondo. En la anatomía, predomina el modelado del dibujo más que la arquitectura. Si bien existe una arquitectura, me dibujar teniendo en cuenta la estructura.


-Tenes una pata académica muy fuerte pero también la creatividad a pleno.

– La creatividad es una herramienta mental a la cual recurris cuando queres expresar algo. No es que surge la creatividad sino que está ayudada por el ejercicio. Y como cualquier ejercicio, se va potenciando a medida que lo vas haciendo. Son recursos. Ahora estoy estudiando el cerebro y veo que hay muchos mecanismos que ayudan a la creatividad. Está bueno porque podes trabajar de viejo. Clorindo Testa hizo una instalación en el Palais de Glace y pensé que la había hecho un chico de veinte años. No fue asi. En el deporte, esto no sería posible….salvo en la arquería. Tiro con arco y ves tipos de 80 años tirando al lado de uno de 20. La precisión del pibe compite con la tranquilidad y la sabiduría del viejo.


-Haces cuchillos también….

– Mi tatarabuelo era armero. Hacía cuchillos y yo quería retomar eso. Tomé clases con un cuchillero muy bueno, que es de los que más sabe en Argentina, José Dujmovic. Retomé el oficio de mi abuelo.


-Hablando de retomar….

– Ah, si si, la historieta sigue. No termina en “Fin” sino que continúa en la próxima. Hay un conflicto entre la memoria y el olvido. Hay 360 hombres que conservan la historia de la humanidad. Todavía lo estoy elaborando…No quiero caer en la cosa obvia que son alienígenas que quieren chuparse la memoria del mundo para apropiárselo. Pero hay algo de eso…que quieren que nos olvidemos de todo. No me acuerdo de la fecha en que lo tendría que sacar… ¿Ves? ¡Ya me están dominando! (risas)


-También trabajaste con Maradona y con Pelé.

– Con Pelé sigo trabajando y tengo un proyecto de hacer una escultura de Maradona. Estoy charlando con el escultor Carlos Benavidez, para hacer la escultura de Diego. Tendría que ser en una plaza. Un lugar grande y público. En cambio con Pelé, son cosas referidas a su imagen y la promoción de las cosas que hace. Ahora, cada vez menos pero seguimos.


-¿Cómo llegaste a ellos?

– A Pelé llegué por un amigo, Rubén Kot, que me pidió que desarrolle el estuche de un libro que sacaba Pelé. Hay una persona muy vinculada a él, Guillermo Barsiniani que le pidió a Rubén esto. Puse un molde de mi pie en un plástico y le mandé esa idea. Les gustó y empecé a trabajar con él. Ojo, de fútbol no se nada. ¡Solo en los mundiales!


-¿Y con Diego?

– No lo conozco. Trabajé en el museo pero no lo llegué a conocer. Con Pelé estuve viviendo en México, en el Four Seasson. Estuvimos bastante tiempo, con la presentación de su libro. Una buena experiencia. Pelé es buen tipo, Maradona también pero es más impulsivo….y Pelé es un empresario.


-Trabajaste también en el Alto Palermo…

– Si. Fui director creativo de una empresa que era muy cercana al grupo. Se llamaba Mico Publicidad. Fue una experiencia muy buena. Aprendí mucho de su agente que era el director de Marketing del grupo, los directores. Es un ejercicio diario.

También estuve dos años con Loreal, haciendo proyectos para Francia. Viajé por toda Argentina y por afuera también. Con Boehringer Ingelheim solo hacía publicidad.


-Si no te dedicabas al dibujo y a la arquitectura…

-….me hubiera gustado ser surfista. Estaría todo el día en el agua, metiéndome debajo de las olas.


-¿Cuándo decidiste ser arquitecto?

– Al terminar el colegio. En realidad quería estudiar Cine o Escultura, que fueron dos carreras que cerraron con la Dictadura. Entonces me fui a Buenos Aires a estudiar Arquitectura. Como también la cerraron, me fui a La Plata. Ahí viví la peor época de la Dictadura. Pero, arquitectura quedó en tercer lugar. Después descubrí que es una hermosa carrera. Muy completa, que te da una formación muy importante asi como una hermosa profesión. Hay algunas carreras que son más áridas pero con Arquitectura no es asi. Además, es un trampolín para otras disciplinas. Te da una formación humana y técnica. Creo que todo el mundo tendría que estudiar arquitectura. Te da tanto a nivel político, técnica…Para ser arquitecto, no tenes que saber dibujar sino pensar.


-¡Que bueno lo que decis! Estas tirando abajo un gran mito.

-Para nada! Hay compositores que no pueden ejecutar música pero si pensarla. El dibujo es una forma de expresar aquello que vos queres construir. Pero no es el dibujo, la arquitectura. No tenes que ser dibujante. Había un arquitecto, Adolf Loos que no dibujaba y fue el que hizo la primera casa racionalista –la Casa Steiner- que se hizo en el mundo. 


-Si por la puerta del estudio, entrase el Daniel que recién entraba en la Universidad de La Plata, qué le dirías?

– Que tenga cuidado con la vida. Le diría que se vuelva a Bahía Blanca pero tampoco estuvo bien allá. Muchos problemas en la época de la Dictadura. Moría mucha gente. No era consciente de eso. Se morían mis amigos y al final, uno se termina acostumbrando a la muerte. “Se murió el Gringo”. No está bueno que un chico de casi veinte años le pase esto. También le diría que le meta más al cine.


-¿Te quedó como asignatura pendiente lo del cine?

– Estudié cine y dirigí películas comerciales. La historieta es cine. El pensamiento hacia el silencio, algo que en el cine no sucede. Tiene códigos visuales la historieta que no los tiene el cine ni la literatura. Tenés el “globito” del tipo que piensa. Piensa en silencio, que es así como se desarrolla el pensamiento. Dentro del cine está el storyboard. Hice varios para estudios de Cine. Trabajé para la película “Jugando en los campos del señor”, y le desarrollé todos los personajes. Trabajaba Tom Berenguer por ejemplo. Hice los personajes….el capanga con la pistola. Les indicaba como tenía que estar vestido, la grasa que tenía la cacha de la pistola, al lado de la panza, las cadenas…y lo hicieron asi. Después fui doble en cine, para Anibal Di Salvo. Fui doble de Leonor Benedetto en “Atrapadas”. Estaba más flaco! (risas). Fui su doble cuando la tiran del tren. Era su acróbata fetiche. Me decía Anibal que me salían bien las cosas porque no sabía nada. Me atropellaba un auto y salía lastimado pero era todo con mucha….naturalidad. 

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Translate »
Scroll al inicio