Libro: “Científicas. Cocinan, limpian y ganan el Premio Nobel (y nadie se entera)” de Valeria Edelsztein.


Las mujeres y la ciencia es un tópico que nunca fue muy abordado de manera exhaustiva, hasta que Valeria Edelsztein investigó el tema y publicó el excelente “Científicas, cocinan, limpian y ganan el Premio Nobel -y nadie se entera-”, a cargo de Siglo XXI Editores.

A través de una prosa ágil, Edelsztein llevó a cabo una investigación exhaustiva acerca de esas mujeres que han realizado grandes aportes científicos a la Humanidad pero que han quedado a la sombra de los hombres. Con historias donde los datos se matizan con toques de color, el libro es un viaje al corazón de la Historia, que va desde Hipatia (la primera matemática de la historia y que fue asesinada por su sabiduría) hasta Agnódice, que tuvo que ejercer la medicina vestida de hombre, anticipándose unos cuantos años a lo que Barbra Streisand reflejó en su película “Yentl” en torno al acceso de la mujer a los ritos jasídicos. En tiempos donde la mujer ha avanzado en la consideración, abriéndose paso en un mundo machista, es menester hacer memoria y recordar que, durante mucho tiempo, tuvieron vedado el acceso a la educación o a la enseñanza. En la sociedad del siglo XVIII era llamativo y sorpresivo que una mujer pudiese tener intereses relacionados con la ciencia.

El libro, que forma parte de la colección “Ciencia que ladra…”,  revela misterios como el de Juana de Arco asi como omisiones flagrantes al aporte femenino, tal como el test de Apgar –y transcribimos textualmente lo dicho por Edesztein-, “un examen clínico clave que se le hace al bebé recién nacido después del parto para controlar su estado general. El test tiene ese nombre por Virginia Apgar, una anestesióloga especializada en obstetricia que lo creó en 1952. Sin embargo, se lo puede explicar de acuerdo con la regla nemotécnica: A por apariencia, P por pulso, G por gesticulación, A por actividad y R por respiración”.

Los capítulos y las historias que se encuentran en cada uno de ellos, cuentan con títulos por demás elocuentes y disparatados. “Bruja como tu madre” y “Las madres de la invención (o para Voltaire que lo mira por TV), son algunos de ellos. Esto, sin contar que varios de los capítulos tienen algunas “enseñanzas prácticas” referidas a la especialización de cada una de ellas. Tal son los casos de Isabella Cortese, una química-alquimista italiana o de Hildegarda de Bingen, una médica alemana.

Divertido y con todo el fundamento de una investigación realizada con seriedad, Valeria Edelsztein sacó un libro excelente desde todo punto de vista, donde lo dicho apunta al conocimiento sin perder la sonrisa. Imperdible para la lectura y apto tanto para la cartera de la dama como para el bolsillo del caballero, “Científicas” se lee, se consulta y se vuelve a leer siempre de manera diferente, sin perder la frescura.

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