Aguafuertes porteñas: El 8N -Segunda Parte: A título personal-

Tenía ganas de ir al Cacerolazo. Quería ver a la gente que se manifestaba y oir sus reclamos. Deseaba saber si eran pedidos justificados o simples caprichos de clase. Si era pacífica o si había incidentes y provocaciones.

 
En la crónica de la marcha hablamos de los carteles. Es, a partir de ellos que se empiezan a enumerar la gran cantidad de incoherencias que tapan a reclamos perfectamente atendibles -como el no a la re-re-, independientemente que uno esté de acuerdo o no con los mismos.
El cartel que decía “No a ser arrastrados por los KK hacia una Argenzuela Sovietoide”, da cuenta de una ideología que atrasa muchos años. Lo que si se palpa es una concepción errónea del concepto de “democracia” en la que el gobierno que se elige a través de las elecciones, representa a la mayoría. Por eso, sorprende el cartel “Cristina, queremos que gobierne para todos, no para el 54%”.  Señores, se gobierna para la mayoría –que votó a Alfonsín, CSM y De la Rúa-!! Y mal que les pese, ustedes –los caceroleros- no son mayoría. En los países civilizados que ustedes dicen tomar como espejo, la oposición acompaña y se manifiesta a través de los canales democráticos. Porque si hay una mayoría que votó a CFK, es porque interesó ese proyecto. ¿Acaso pensaban que CFK iba a tomar el proyecto de Duhalde, Carrió o Alfonsín Jr? Entonces, se hace lo mismo que hicimos muchos en los 90, se construye un alternativa diferente pero sin poner nunca en duda al sistema democrático.
El nivel de contradicción era tan grande que, al mismo tiempo que piden respeto por las instituciones pero quieren que el gobierno se vaya o exigen respeto a las personas pero tildan de «yegua» a la Presidenta o cantan la amenazante “Cristina, no seas boluda, vas a salir volando como De la Rúa”. A lo que apunto es a esa conciencia de “soy democrático cuando me conviene y cuando no, hago todo lo posible para destruir al adversario”. Porque si, realmente, fuese tan superadora la propuesta de la oposición, ya sería gobierno.
Por otra parte, en la marcha no había propuestas de ningún tipo. ¿Qué tipo de país quieren? ¿Qué “modelo” que les interesaría tener? Era el grito de bronca, de odio pero sin nada que lo acompañe.

En los 90, cuando se hacían las marchas por la educación pública, uno de los canticos asi mención a que “este pueblo no cambia de idea. Pelea y pelea, por la educación”. Hoy, al escuchar el “si este no es el pueblo, ¿el pueblo donde está?”, no se puede menos que sonreir con sarcasmo e ironía. Ese pueblo que está presente, caceroleando contra la Yegua, ¿dónde estuvo cuando había que luchar por la educación pública o contra las privatizaciones? Ya que exigen seguridad ¿estuvieron en las marchas por Ezequiel Demonty o solo fueron a las de Blumberg? Porque tampoco vi carteles pidiendo por la aparición con vida de Jorge Julio López o de Luciano Arruga.

Muchos de estos caceroleros se indignaron cuando D’Elía –que no es un santo de mi devoción en lo más mínimo- golpeó a un manifestante allá lejos, durante el conflicto con el campo, pero no se indignaron tanto cuando agredieron a los periodistas de “678”, C5N y “Duro de Domar”. O sea, siempre se ve la paja en el ojo ajeno y no en el propio.
Ninguno de los caceroleros parecía estar preocupado por la suba del ABL pero si lo estaba porque no puede comprar dólares. A lo que voy es que si protestas por una cosa, también protesta por la otra, porque las dos son injustas. ¿Algunas “injusticias” son menos injustas que otras? ¿O dependerá si me afecta o no, para salir a protestar al respecto?
Al respecto, esa es mi gran crítica a todo este movimiento, su carácter “selectivo” que se emparenta con un egoísmo exacerbado que no presenta ningún tipo de propuesta alternativa. Pareciera que hay un nuevo tipo de ciudadano, uno al que denominaré “NHPQLVB” (No hay poronga que le venga bien) que se escudará siempre en el “Yo? Argentino!” al momento en que las papas quemen. Porque ni siquiera respetan el resultado de una elección democrática al tiempo que exigen el respeto a sus deseos.
Además, la política se basa en el debate de las diferencias y la búsqueda del consenso. Se apunta al oficialismo con que no colabora con esto (lo cual, a veces, es absolutamente cierto) pero ¿qué propone la oposición? Macri habla de la “no confrontación”. Entonces, ¿qué clase de política se puede debatir si no hay confrontación, lucha de paradigmas y de ideas?

Al leerse un cartel que dice “La Korrupción es la madre de la inseguridad”, hago la pregunta ¿no lo es la falta de comida y educación? Ahí si, hay un debate interesante de como solucionar dichos inconveniente pero ¿la corrupción? Ésta está más anclada a los sectores medios y altos que a los sectores bajos porque….no hace falta ser muy inteligente de la explotación de los pobres que hacen los sectores de mayor poder adquisitivo. Por más que suene muy marxista la frase, es apreciable y contrastable con la realidad misma, si uno desea salir de la burbuja en la que vive.

Otro punto que me llamó la atención fue la falta de compromiso de los políticos opositores de primera línea con la movilización. No estuvo ninguno. Pero ¿cómo se desea cambiar una situación si no se hace presente frente a la misma y se toman las riendas de lo que está ocurriendo? Eso no habla bien de una oposición huérfana que, primero dice que hay que acompañar solo con banderas argentinas pero después, se encuentran volantes como los que ilustran esta nota. Uno de “PROA, la otra UCR” (que se lo ve más arriba) y después con “La Generación”. Esta última es la Generación Argentina Política, una agrupación macrista con nombre de marca de ropa norteamericana. El principal referente del grupo es el ministro de Educación porteño, Esteban Bullrich. A este grupo pertenecía Juan Ignacio Maquieyra, el estudiante que saltó a la fama por preguntarle, en Harvard, a Cristina Fernández de Kirchner sobre la re-reelección. Hasta su ingreso a Harvard, Juan Ignacio se desempeñaba como asesor del gabinete del Ministerio de Eduación porteño a cargo de Esteban Bullrich con quien lo une una larga amistad.
Muchachos, digan quienes son y que representan. Más que nada, como una muestra de transparencia y de hacerse cargo de quien desea ser la cabeza opositora.

Si en el cuento, «La Fiesta del Monstruo» de Bustos Domecq, se aludía a gente con «las patas sucias», ¿a quién se podría aludir hoy? Parece que el aluvión zoológico viste y huele bien aunque, a diferencia del famoso cuento de Borges y Bioy Casares, es minoría.
Una gran pregunta es ¿el cacerolazo incluye la falta de agua y luz? Le afecta a los caceroleros que Macri se haya sacado fotos con los Kiss mientras la ciudad colapsaba. Uno piensa que hubiese pasado si hubiese sido Cristina la de la foto…..pero parece que es una cuestión selectiva. Allí, en esa selección, es donde pierde legitimidad el reclamo y más aún, con el desfile de impresentables que se adhirieron a la convocatoria.

Para finalizar, queda por analizar una cosa muy importante. CFK había dicho lo que iba a hacer, “profundizar el modelo” y la votó el 54% de la población. La gente que fue a cacerolear pide un cambio que no se voto. En todo caso, los que deben sentirse tocados son los partidos y políticos de la oposición que no pueden canalizar este descontente para plantear una alternativa seria.

Pasó el 8N, y solo quedan dos cosas por pedir: propuestas serias y menos “egoísmo de clase”. Aprovechemos las oportunidades que nos da la democracia que hemos ganados todos para hacerla más fuerte.

0 comentarios en “Aguafuertes porteñas: El 8N -Segunda Parte: A título personal-”

  1. No coincido con tu postura,salvo raras excepciones. Si vas a pesar,pone todo en la balanza o ni te gastes,porque no estás haciendo un análisis.
    La gente que se manifiesta son ciudadanos comunes, que no podrían gobernar ni su municipio, mucho menos la provincia o el país. No tienen por qué saber cómo, o tener un plan estratégico, que considere recursos, tiempos, estrategias, objetivos. No se han preparado toda su vida para hacerlo, no se han formado, no tienen la experiencia, por lo que pedírselos es como una trampa: evidenciar que no tienen un plan, que no tienen un proyecto, para que entonces se vacíe de significado y relevancia lo que se está diciendo.
    Los que se manifestaron no quieren vivir en un cierto marco. Es lo que saben. No saben qué plan puede implementar la policía para reducir los crímenes de todos los días, por cualquier razón a cualquier persona, sin importar que estén embarazadas, madres con chicos, abuelos con nietos, etc. Los que se manifestaron no saben qué mecanismo legal debería aplicar la justicia para que los violadores, abusadores, etc, no salgan en libertad condicional para seguir haciendo lo que sus pulsiones les dictan. Los que se manifestaron no saben cómo hacer para que la inflación baje, no son economistas, ni mucho menos macro economistas. Los que se manifestaron no saben cómo se hace una auditoría interna para detectar, llevar a la justicia y juzgar a aquellos funcionarios que se quedan con plata – según denuncia los damnificados.

    Pero sí saben que no quieren inseguridad, inflación, mentiras, corrupción, presiones a la justicia, vacíos de quorum a los proyectos cuando no les conviene. No creo que se le pueda achacar al ciudadano común no tener una estrategia de intervención sobre aquellas cuestiones que le quitan la posibilidad de sentirse libre, seguro.

    ***(Lo hago en dos partes porque no entra todo,según esto…)

  2. ***(Sigo)
    Creo que muchos nos sentimos en un país en donde un secretario como Moreno, no solo no es inmediatamente removido de su puesto tras la larga serie de exabruptos, frases vulgares, violencia física y verbal, etc etc que se ha registrado, sino que la presidente lo reivindica, aun cuando los índices del INDEC están sospechados (por no decir desacreditados totalmente) por la sociedad.

    Creo que muchos vivimos en un país donde la calle la tienen los violentos, los drogadictos, que te matan por un celular, en donde uno no está tranquilo. Si antes, en los setenta, daba miedo salir a la calle porque te podían desaparecer, hoy también te pueden desaparecer, pero no por cómo pensás, sino por lo que tenés y representás para otro cultural violento, resentido, enfermo, jugado, que te mata, sin importarle nada ni nadie.

    Creo que muchos vemos un país donde Oyarbide tiene todas las causas sensibles al gobierno, en donde lo más probable es que el fallo sea a favor. Vivimos en un país donde un vicepresidente preside el senado cuando se vota que se compre la empresa por la que él está procesado por corrupción. Vivimos en un país donde hay denuncias contra De Vido cajoneadas por siglos. Vivimos en un país donde los adolescentes dejan la escuela secundaria por no encontrarla válida para lo que ven de su vida por delante. Vivimos en un país donde la ley es sinónimo de venganza personal, por traiciones que nunca conoceremos del todo. El mismo gobierno que potenció el monstruo se queja del monstruo y lo quiere destruir (Néstor dándole diez años más al grupo Clarín y aprobando la fusión y Cristina desmantelándolo)

    Pero por sobre todas las cosas, vivimos en un país donde el otro no es válido. El que no piensa como la presidente, no es válido. Es golpista, es de la derecha más recalcitrante, extraña la dictadura, y está pagado por Magnetto. Es esto lo que a mí me indigna, entristece y moviliza a responderte.

  3. A mí el ahorro no me llega. Soy quien apuesta en grande a sus sueños, pero que aun tengo dificultades para llegar a fin de mes. No puedo irme de vacaciones, porque no me dan los números. No leo Clarín, nunca. Por lo tanto, Miami, los dólares,Clarín, etc, me son irrelevantes. Mi única salida de la ciudad son los espacios verdes cercanos a Ezeiza,que,por suerte,los tengo muy cerca de mi casa.

    Pero cuando la presidente niega al otro.. está mandando un mensaje que cala hondo en la formación de todos. Rajoy y Zapatero, con todo lo que se despreciaban políticamente, se respetaban personalmente. Cuando el último atentado de la ETA, se reunieron a pensar cómo resolver el problema, ambos los representantes máximos de un pueblo.

    Acá no hay diálogo con nadie. Una presidente que no debate con otros candidatos, que no permite que se le pregunten cosas como "Por qué habla con dos imágenes de Evita atrás?" ¿Usted avala el gobierno de Perón? Analizado a ojos de 2012, donde el otro diferente no existía, era perseguido y anulado, hasta encarcelado a veces? Y el tercer gobierno de Perón, con la triple A matando gente? Usted avala a Perón? Realmente? Cómo puede ser? Con la mirada revisionista de la historia y todo, López Rega y la triple A son de Perón. Y ellos cantan que son "Los soldados de Perón".

    Estas preguntas sobre Perón son una de las miles que me gustaría hacerle.

    En definitiva, me parece que para que podamos reconciliarnos, dejar de odiarnos y avanzar hacia la paz, la primera que tiene que hacerlo es la presidente. Todos esperamos gestos de grandeza de nuestros líderes. Pero ella insiste en salir de cada oportunidad de un gesto así, reforzando lo que muchos no quieren de ella.

    Ella dice que no quiere contradecir lo que viene defendiendo desde los 16 años. No lo entiendo, sinceramente. Ella votó a Men#m dos veces, junto a su marido y dijeron (cinco años después de haber liberado a Videla, MAssera, etc) que era el mejor presidente después de Perón. Para una política cuya bandera son los derechos humanos, cómo puede ser? No es mucha contradicción?

    Nada más menciono algunos temas, no quiero que esto sea eterno, ya no sé ni me vas a responder siquiera. Pero no podía dejar pasar la oportunidad de empezar a intercambiar ideas.
    Saludos.

    Pd: señor testamento me mandé.Perdón!!

  4. Este es un espacio de debate en el cual se postean todos los mensajes tal cual son recibidos.
    Justamente la idea es que la gente escriba y se exprese, sin impedimentos, con el respeto que amerita el tema.
    El espacio está abierto a todo aquél que quiera decir lo que piensa.
    Un abrazo grande y gracias por escribir!
    ECDL

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