Teatro Tadrón. Niceto Vega 4802. Viernes, 21 hs.
Yoko habla. Cuenta su frustración de que el tiempo no fue justo con ella en sus logros y decide pararlo. De esta manera, buscará ponerse al día.
Si bien la fantasía de detener el tiempo es uno de los deseos de todos los seres humanos, Yoko lo logra y capta la atención de un auditorio curioso, a través de un relato en el que la ternura (matizada con una pizca de ironía) es el arma fundamental de esta adorable clown.
Pero no queda todo en esta “simpatía” ya que hay una crítica solapada a ciertos mandatos y deberes del “deber ser” en la sociedad. Yoko se reirá de las caras que hay que poner para diversas situaciones o apelará a los santos en su búsqueda de “equiparar las pilas de cosas que uno hace en la vida”. Estos son dos de los momentos más logrados de la puesta, ya que a través del humor, plantea esa «escala de valores y acciones» que deben realizarse para ser considerado un buen «adulto en una sociedad civilizada». Una sucesión de diapositivas crea los diversos ambientes en los que Yoko se mueve y desarrolla sus actividades.
Con una escenografía austera y acertada y una musicalización exacta, Leticia Torres logra con Yoko Onda decir una serie de postulados interesantes para reflexionar pero sin perder la sonrisa cómplice y con la neurona atenta