Con una estética absolutamente verde y el muñequito de un niño en bicicleta, el álbum se muestra con una soltura envidiable en la interpretación.
La oscura “Eyes of the Squirrel” es atrapante y subyugante ya que ubica el ojo de la ardilla como un panóptico contemplador de las miserias de este mundo. De esta forma, aparecerá en la letra tanto el derrame petrolero en el Golfo de México, la vida por la TV, culos arrogantes, el pito de Obama, Brad & Angelina, como algún abusador de menores. En “Eternal Consumption Engine”, la crítica se hace feroz contra el sistema de vida norteamericano basado en el consumismo. Con toques operísticos en medio de un ritmo musical fabril, Claypool grita sin remilgos “Aquí en USA nos gusta gastar lo que ganamos/Más dinero tenemos, más compramos/Cada vez que estoy un poco aburrido/me voy al Wall Mart” para cerrar con un ruidoso y lacónico, “Hoy, todo está hecho en China”.
El ubicarse como un antihéroe, del otro lado de lo común, de lo usual, pero con el humor bizarro marca Primus, se aprecia tanto en “Tragedy’s a’comin” y “Lee Van Cleef”. En la primera, como el outsider que camina al lado del camino como protagonista de una tragedia permanente, hosco, tosco y malhumorado. En cambio, la segunda parte del hecho que “a todos les gusta Clint, pero a mi me gusta Lee Van Cleef”, que para una gran parte de jovenes argentinos, es el “Maestro Ninja” más que el co-protagonista de “El bueno, el malo y el feo”.
Los variados estilos que se combinan en Primus hace imposible que se torne aburrido ya que, a cada momento, va descubriendo nuevas sonoridades con las cuales experimentar, con buen gusto y una depurada técnica en los instrumentos.«Jilly’s on smack» es una canción oscura, hasta podría decirse tecno-dark, que relata la historia de una chica que huye de su casa. “Extintion burst” retoma la oscuridad en una letra que puede apuntar tanto a un asesino serial como a un tipo común y corriente, y un rítmo frenético en la música. “Green ranger” es la canción más corta del disco. Tiene una atmósfera que recuerda a Radiohead pero cambia el aura de “seriedad” de la banda de Thom Yorke, por una fábula irónica de lo que significaría pasear a solas con el “Green Ranger” al que alude el título. Con “Hoinfodaman”, Primus gira un poco hacia el nü metal con una voz saliendo desde la consola de efectos, con coros operísticos, al tiempo que el bajo y la batería se entrecruzan para ver hacia donde se dirige una machacosa base rítmica. La guitarra aporta distorsión a un tema atrapante.
“Green Naugahyde” es una excelente vuelta de Primus al candelero de las bandas que privilegian la busqueda constante por encima de la repetición. Cuentan con experiencia y conocimientos suficientes para lograrlo. Depende del oyente el deseo sumergirse en estos mundos de locura ordinaria de un disco fantástico, de lo mejor que se ha editado el último año.