José Ajaka: “Si el arte no es riesgo, deberiamos ponerle otro nombre”

 Con su primer disco solista en etapa de preparación y el video/corte de difusión “Bienvenido” recién estrenado, José Ajaka inicia una nueva etapa en su carrera musical, fusionando diversos estilos sin perder su propia esencia. En una charla distendida, Ajaka no deja tema sin tocar, desde su actualidad en medio de la pandemia, la influencia de la tecnología y los nuevos desafíos que encara.
 

-José, contame sobre “2.42”, tu nuevo y primer disco solista
-Surge de la necesidad de guardar las canciones que iban saliendo en un envase que las contenga a todas. En definitiva, que me contenga a mi también y, de alguna manera, me ayude a ordenarme.
Componer me pone en un estado volátil e intenso. Me obsesiona y conmueve de muchas maneras. Me deprime y me pone eufórico…Me entusiasma por momentos y por otros me decepciona.
Todo ese trance me deja como en partes, y ahí es cuando esas partes hechas de canciones necesitan acomodarse y hablar entre sí…. Si la comunicación fluye, aparece el disco. Ahora, estoy en eso.
 
– ¿Cómo viene el proceso de grabación y producción del disco?
-Viene constante e intermitente. O sea, no dejo de pensar nunca en las canciones  pero la acción no es contínua. Voy y vengo. Paro, regreso, borro y dejo el vacío a veces para que me provoque y se burle de mi incapacidad para resolver algún pedacito que nadie va a notar pero que no dejo soltar. Cuando me siento desafiado -aún no entiendo porque- es cuando a mejores resultados llego.
 
– Con respecto al proceso de composición ¿Ya ibas con el material maqueteado o componías también en el estudio?
-Casi fue a la vez…pero sin proponérmelo. Es decir, arranque con lo que iban a ser las maquetas pero les daba un cuidado especial. Más que a una simple maqueta que uno después ya sabe que va a regrabar y reemplazar todo. Como necesitaba saber si algunos instrumentos iban a poder sonar de la manera que quería, buscaba el sonido con mucha atención y cuidado. Un buen sonido de lo que sea, te empuja a que el próximo no se quede atrás y tenga la misma calidad de interpretación o de producción. Casi sin darme cuenta estaba creando las líneas que después iba a usar en la grabación final. No todas claro pero si muchas.
 
– ¿Como fue la selección de los temas? ¿Te quedaron canciones afuera?
-Empecé con treinta canciones. Siempre supe que nadie puede hacer treinta canciones de un tirón y que todas estén buenas. Digo nadie para no sentirme tan menos pero creer que todo lo uno hace es genial, no es mi fuerte. Así que entendí rápido que si buscaba tres o cuatro canciones que me hicieran sentir realizado, debía componer muchas más.
Después en la grabación, no tenía banda armada a ese momento, entonces decidimos con quienes me ayudaron en la producción (Juan Armani y Hernan Segret) que sería más rápido que quienes graben, sean sesionistas en bateria y violines. El resto lo resolveríamos entre nosotros tres.
 
– En relación a la producción de los discos, ¿se los termina o se los abandona en un momento determinado para no seguir produciendo eternamente?
-Para mi fue claro, cuando sentí muy claramente que me choque con mis limitaciones y la canción ya tenía una identidad fuerte . Ahí los llame a Juan y a Hernan. Ellos solo podían mejorar lo que ya me gustaba y mucho, pero que necesitaba más relieve sonoro y dinámica durante la canción. Sumaron arreglos que embellecieron y Juan en la mezcla terminó de darle forma a todo.
 
– ¿Siempre lo pensaste a “Bienvenido” como corte de difusión y con un video de animación?
-No fue la primera opción. De hecho como primera opción teníamos pensado un video de filmación con actores, guión y fecha de rodaje pero paso la pandemia y con ella los planes cambiaron. Ahí surgió la idea de usar “Bienvenido” como corte. Además, me cerraba la idea de un videoclip animado para la canción.
De las canciones grabadas que tenia al momento era la que mas combinaba con la idea de animación y creo que, con el video terminado,  no me equivoque.
 
– El sonido es muy trabajado, con arreglo de cuerdas y electrónica. ¿Hubo otras versiones del mismo?
-Las versiones fueron las iniciales. Respetamos las maquetas. Antes de empezar a maquetear, me planteo varias maneras de abordarla. Tempos diferentes, tono de la canción, instrumentaciones…pero no hago la maqueta hasta que no haya definido eso antes. No quiero encontrarme con haber grabado casi toda la canción y darme cuenta que no era por ahí. A veces me pasa y me odio por no haber probado muchas opciones antes. Así que, cuando termino la canción, ya se que instrumentos voy a grabar y que sonoridades quiero.
 

– ¿Qué cambió en tu forma de abordar la música después de tu paso por tu banda Marea en Trance?
-Me cuesta encontrar algo ahora que no haya cambiado. Si me apuras, creo que todo, pero seguro hay algunas cosas que no puedo identificarlas aun. Cambios que algunos fueron para mejor y otros se hicieron más difíciles. A veces, abruma todas las cosas que necesitas hacer para autogestionarte. Si con banda es difícil, estando solo lo es aun más pero a su vez me sorprendo como de a poco voy agarrando ritmo y experiencia en soledad. Por suerte hay una red de amigos que ayuda y empuja.
 
– Al respecto, ¿en qué se diferencia las canciones de ahora de las realizadas con Marea en trance, más allá del repertorio?
-El género para empezar. Marea en Trance estaba con un pie en el rock garage y otro en la electrónica y en las letras hablaba de cosas más etéreas, no tan claras. Era más bien una búsqueda de imágenes que acompanaran el vértigo musical.
Ahora decidí que las letras sean concisas, sin vueltas con sentido poético y sustanciosas de emociones que me definan el momento que quiero contar. En lo musical ahora no tengo género. Busco mi identidad, la que me represente, más que un genero para recrear.
 
– ¿Quiénes son tus referentes en la música?
-Beck, Bjork, Bowie, Radiohead o cualquier artista de cualquier arte que sea de espiritu camaleonico…. Aun cuando ese cambio no me guste circunstancialmente. Si el arte no es riesgo entonces deberíamos ponerle otro nombre. La inquietud como motor creativo es super poderosa. Llegar a un lugar solo porque es el punto de partida de algo nuevo me moviliza.
 
– Al día de hoy, ¿interesan las letras o se prefiere más la música?
-Hay canciones y canciones…. Algunas veces la letra es tan sentida que la música pareciera solo acompañar y otras es al revés. Para mi, hoy esta más cerca de un 50 y 50, cuando en el pasado, admito que la letra tenía mucho menos porcentaje.
De todas maneras y más allá de los momentos, entiendo que, al final, una buena canción es la que es indivisible, la que no se concibe sin esa letra y sin esa música…100% de todo
 
– ¿Qué le dio y que le quitó la tecnología a los músicos ya sea a nivel composición, difusión, etc?
-Hay cierta dicotomía sobre este tema que, a veces, ser definitivo en la postura -cuando hace tan solo cinco o diez años atrás la realidad era otra con las herramientas disponibles- que todo hace suponer que dentro de cinco años, será otro el escenario. Mi postura es que mientras nosotros usemos la tecnología como herramienta para la creación de algo artístico no tiene contras, todo es positivo…Después está la difusión y ahí también creo que nunca debemos olvidar que acceder a medios masivos o a sellos discográficos que puedan otorgarte cierta plataforma jamás fue sencillo, con más o menos tecnología, ni antes ni ahora. De manera que, hace tiempo, entendí que hacer música es mi principio y mi fin, que poder hacerlo ya es un privilegio y lo demás son cosas que están fuera de mi control. Está bien que así sea.
 

 -¿Tenés alguna opinión respecto al protocolo para que los músicos puedan presentarse?
-Es importante poder, aunque sea de a poco, realizar cosas que conllevan menores riesgos. Ensayar, grabar,son actividades que, cumpliendo el protocolo, reactivan una parte de la economía musical como salas de ensayo, estudios de grabación, reparación de instrumentos y equipos. No dejo de pensar en iluminadores y sonidistas y tantos otros oficios relacionados al arte que la pandemia detuvo. Es tan excepcional todo que una solución es tapada rápidamente por el problema acuciante y así todo.
 
– ¿Cómo estás viviendo la cuarentena por el Covid-19?
-Supongo como todos. No hay una manera optima. Hay una forma, tal vez, que sea como sostener al dolor en un lugar que no nos hunda, pero doler, igual duele. Si no es por la salud es por la economía y sino por la incertidumbre.
Al principio pensaba que esto nos iba a conducir a replantearnos nuestro modo de vida y que algo luminoso y movilizante podríamos rescatar de la famosa “nueva normalidad”. Ahora creo que fui demasiado credulo y será una nueva anormalidad, como otras a las que nos acostumbramos. Pero pendúlo todas las semanas.
 
– ¿Estuviste componiendo en este tiempo?
-Menos de lo que hubiera querido, pero algo hice.
 
– ¿Hiciste o vas a hacer algún show por streaming?
-No me divierte mucho el streaming como formato. Las conectividades distorsionan mucho. Si grabar un show y presentarlo para que se pueda ver en cualquier momento
En eso si estoy armando algo
 
– ¿Cómo es el proceso realizar la música y el diseño sonoro para el Colectivo Escalada, la compañía de teatro que lleva adelante tu hermano Alberto Ajaka?
-Siempre es divertido y vertiginoso a la vez. Por los tiempos y la forma de trabajo del colectivo de ir creando al andar, se suele armar cosas que después no quedan pero me encanta tener la posibilidad de probarlo y decidir si va o no. De otra manera no surgiría el experimento. 
 
-¿Hay planes para una nueva obra?
-Estaba la idea de seguir unos meses más de “Los rotos” y luego una obra nueva. Pero ahora no se en que quedara lo que sigue.
 
– Si por la puerta de tu casa, entrase el José Ajaka que tenía dieciocho años, ¿qué le dirías? ¿Algún consejo o recomendación?
-Podría darle cien consejos, pero el José de dieciocho años no me dispensaría la menor atención, y está bien que asi sea.

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